El agua es esencial para nuestra supervivencia y bienestar, pero ¿sabías que la forma en que la consumes también importa? Aunque pueda parecer simple, hay ciertas prácticas comunes que podrían estar comprometiendo los beneficios que el agua brinda a tu cuerpo. Estas son 10 formas en las que estás bebiendo agua de manera incorrecta.
Usar botellas con BPA
BPA es la abreviatura del bisfenol A, un químico utilizado en la fabricación de diversos productos, incluyendo botellas de agua. Las investigaciones muestran que el BPA puede entrar en tus alimentos y bebidas. También existe preocupación de que una exposición excesiva pueda causar defectos de nacimiento.
Se necesita más investigación, pero los expertos creen que este químico también podría tener un papel en algunas condiciones de salud, como la presión arterial alta, desequilibrios hormonales, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Opta por botellas de agua que indiquen que son libres de BPA o que están hechas de vidrio o acero inoxidable.
Creer en el mito del agua fría
El agua fría no estrecha tus vasos sanguíneos ni dificulta la digestión de los alimentos. Es una forma sencilla de refrescarse e hidratarse cuando hace calor. Si estás resfriado, el agua tibia ayudará a diluir el moco, pero eso es todo.
Agregar trozos de fruta o vegetales
Puede hacer que tu agua sea más sabrosa y refrescante. Sin embargo, si no tienes cuidado, también puede contaminarse con enfermedades transmitidas por alimentos como la salmonela y E. coli. Esto se debe a que cuando la cáscara no está limpia, cortarla mueve las bacterias a la parte comestible. Las frutas y verduras cortadas en la misma tabla utilizada para cortar carne cruda también pueden causar enfermedades transmitidas por alimentos. Lo mismo ocurre con los alimentos que no se almacenan a la temperatura adecuada. Asegúrate de lavar o frotar las frutas y verduras bajo agua corriente.
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No beberla cuando consumes alcohol
Las bebidas alcohólicas son diuréticas, lo que significa que hacen que tu cuerpo produzca más orina. Orinar mucho puede llevar a la deshidratación. Para evitarlo, iguala tus bebidas una por una: eso significa un vaso de agua por cada taza de café o bebida alcohólica.
No beber un vaso completo junto a las pastillas
No bebas solo lo suficiente para tragarlas. Utiliza las vitaminas y medicamentos como una oportunidad para hidratarte. Beber un vaso completo de agua también ayuda a evitar que los medicamentos se queden atascados en el esófago e irriten. También facilita que tu cuerpo absorba mejor las vitaminas solubles en agua.
Agregar cualquier cosa artificial
Está bien hacerlo de vez en cuando, pero no es recomendable hacerlo todos los días. Las investigaciones sugieren que los sabores y edulcorantes artificiales pueden aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 y cáncer. También pueden provocar que sientas hambre con más frecuencia. Trata de evitar todo lo que contenga azúcar, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, aspartamo o sucralosa. En su lugar, utiliza limón, lima, menta, hierbas o pepinos. Pero no olvides lavarlos primero.
No recurrir a ella cuando estás cansado
¿Te sientes fatigado y no sabes por qué? Podría ser un signo de deshidratación. No es necesario estar enfermo o hacer ejercicio intenso para deshidratarte. Pierdes agua todos los días a través de funciones básicas del cuerpo como la respiración y la evacuación.
No tomarte tu tiempo
Un vaso o dos de agua está bien, pero no te levantes y te bebas un galón de agua de un trago. No hay evidencia de que esto active tu metabolismo. Tampoco es bueno beber mucho antes de acostarte y pasar toda la noche en el baño. Eso interrumpe tu sueño. En su lugar, bebe lentamente durante el día. Los expertos recomiendan no más de 1 litro por hora.
Beber de ríos o arroyos
Las fuentes naturales de agua pueden parecer limpias y claras, pero muchas cosas pueden contaminarlas. Esto incluye plantas tóxicas, orina y excrementos de animales, y vertidos químicos ilegales. Trata el agua natural con tabletas de filtración o filtros de agua antes de beberla.
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No beber lo suficiente
Tu cuerpo es principalmente agua y la utiliza de muchas formas. Ayuda en la digestión y puede aliviar y prevenir el estreñimiento. También elimina toxinas, evita la formación de cálculos renales e hidrata tu piel. La cantidad mínima recomendada diaria es de 11.5 tazas para mujeres y 15.5 tazas para hombres.
Fuente: WebMD