Aunque pueden tener el mismo aspecto, la psoriasis y la dermatitis atópica difieren tanto en su origen como en sus síntomas. Aquí detallamos las diferencias y similitudes entre estas dos dermatosis:
La dermatitis atópica afecta principalmente a los niños
La dermatitis atópica y la psoriasis son dos enfermedades crónicas caracterizadas por la inflamación de la piel. Se estima que entre el 1% y el 3% de la población mundial padece alguno de estos trastornos. No obstante, la psoriasis afecta principalmente a los adultos de entre 20 y 50 años, y la dermatitis atópica es más común en los niños.
Así, el 90% de las personas con dermatitis atópica desarrollan la enfermedad durante los primeros 5 años de vida, mientras que, en el caso de la psoriasis, este porcentaje se reduce al 33%.
Dermatitis Atópica, historia Familiar
Los antecedentes familiares juegan un papel importante como factor de riesgo. Se estima que el 70% de las personas con dermatitis atópica tienen antecedentes familiares de la enfermedad. En el caso de la psoriasis, el componente genético es muy pequeño, ya que solo el 14% de los pacientes tienen un pariente con psoriasis.
La psoriasis afecta a la extensión, mientras que la dermatitis afecta a la flexión de los codos.
Las placas psoriásicas aparecen preferentemente en las palmas de las manos y las uñas, además de la parte extensora (externa) del codo, mientras que la dermatitis atópica actúa con mayor frecuencia en la cara y en la parte flexora (interna) del codo.
Aunque pueden parecer idénticas, las lesiones producidas por la dermatitis atópica son diferentes de las producidas por la psoriasis.
Las lesiones psoriásicas se caracterizan por la aparición de placas rojizas con descamación pálida que aparecen repetidamente a lo largo del tiempo.
Las causas y los factores desencadenantes de la psoriasis aún no se han definido completamente. Sin embargo, se sabe que tiene un componente autoinmune; las células del sistema inmunológico se activan de manera anormal, se acumulan en la dermis y causan inflamación.
Todo esto conduce a un aumento del grosor de la epidermis y a la formación de placas debido al excesivo crecimiento de los queratinocitos en la capa exterior de la piel.
Las lesiones de la dermatitis atópica provocan exudación y grandes zonas de piel seca e infecciones bacterianas frecuentes. Al igual que en la psoriasis, existe una desregulación de la respuesta inmunológica, pero también una compleja interacción entre los defectos en la función de barrera de la piel, los alérgenos y los agentes infecciosos.
También podría interesarte: Dermatitis seborreica: causas, síntomas y tratamiento
Enfermedades asociadas con la psoriasis y la dermatitis atópica
Como ya se ha mencionado, la psoriasis y la dermatitis atópica tienen un origen autoinmune. Así pues, además de la psoriasis o la dermatitis atópica, pueden producirse enfermedades crónicas con un componente inflamatorio.
En el caso de la psoriasis, se ha asociado con enfermedades como la artritis psoriásica , la diabetes mellitus, el síndrome metabólico o varias enfermedades cardiovasculares.
La dermatitis atópica, por otra parte, se asocia con el desarrollo de diversas alergias; el 35% de los niños con dermatitis atópica desarrollan algún tipo de alergia alimentaria y la mitad de los niños que desarrollan dermatitis antes de los dos años de edad desarrollarán asma en los próximos años.
En el caso de las alergias ambientales, se ha demostrado que la exposición a alérgenos como los ácaros del polvo, el polen y el moho puede agravar la dermatitis atópica.
Cuidado de la piel
La dermatitis atópica y la psoriasis requieren pautas higiénicas para el cuidado adecuado de la piel. Por regla general, se recomienda lavar la piel con agua tibia durante 10 o 15 minutos para hidratarla y limpiarla, evitando los jabones que contienen perfumes y alcoholes. Después del baño, es aconsejable utilizar lociones o hidratantes.
Comezón crónica
Como se ha mencionado, la psoriasis y la dermatitis atópica tienen diferentes orígenes, componentes genéticos y manifestaciones cutáneas, pero la sensación de picor continuo asociada está presente en ambas enfermedades. Este picor (o prurito) dura todo el día y se agrava por la noche, lo que provoca la privación del sueño y, por tanto, un deterioro de la calidad de vida.
Además, el picor asociado a la dermatitis suele provocar un traumatismo en la piel. Para controlar y tratar el picor, es necesario aplicar con frecuencia lociones hidratantes para la piel y medicamentos tópicos para reducir el picor crónico.