Levanta la mano si, a lo largo de tu vida, nunca has sufrido dolor de cuello y espalda mientras trabajas desde casa o al despertar tras un periodo de descanso.
Las muchas horas de trabajo en el PC, con posturas no siempre correctas, pueden provocar la aparición de síntomas dolorosos como dolor de cabeza, dolor de cuello, sensación de quemazón en los brazos o los hombros: condiciones que pueden dar lugar a dificultades para llevar a cabo las actividades diarias y laborales. Hoy hablaremos específicamente sobre la tortícolis.
La tortícolis es un trastorno que puede limitar claramente tus actividades diarias. Este problema se caracteriza por la imposibilidad de rotar la cabeza de la manera habitual tanto en el eje horizontal como en el vertical. Algunos ejercicios en estos casos pueden ayudar a aliviar el dolor más rápidamente y a resolver las molestias con rapidez.
En primer lugar, es necesario tratar de identificar, con la mayor precisión posible, la causa real del problema o, al menos, su manifestación real. Esto se debe a que, si se utilizan ciertos remedios naturales junto con los ejercicios, una diferencia entre la inflamación y la contractura, por ejemplo, debería conducir a soluciones diferentes.
Causas y síntomas de la tortícolis
Una de las posibles causas de la tortícolis es una contractura de los músculos cervicales, que puede ocurrir debido al aire frío, un movimiento repentino de la cabeza, una mala postura al dormir o durante el trabajo.
La inflamación muscular es otra posible causa de la rigidez del cuello, así como algunas infecciones virales o una hernia de disco en la columna cervical.
Ya sea que se trate de un trastorno inflamatorio, viral o relacionado con una contractura, la tortícolis produce una sintomatología que se caracteriza por la reducción de la capacidad de movimiento del cuello. En algunos casos esta limitación lleva a la imposibilidad total de rotación del cuello, con un dolor que también puede llegar al brazo y afectar a los músculos del hombro.
Ejercicios útiles para la tortícolis
Los ejercicios útiles más fáciles y rápidos son 5 y su práctica también es posible mientras se está sentado en el escritorio o durante un descanso de las actividades diarias normales:
Rotación: simplemente gira la cabeza lentamente, primero haciendo tres vueltas a la izquierda y luego tres vueltas a la derecha, para obtener los primeros beneficios. Repite 3 veces para cada lado.
Flexión: para este ejercicio es necesario inclinar la cabeza hacia los lados llegando lo más posible, sin forzar demasiado, con la oreja cerca del hombro. Mantén la posición durante unos segundos y luego repite el ejercicio en el lado opuesto.
Extensión: en este caso, dobla el cuello hacia adelante, poniendo la barbilla en contacto con el pecho. Como en el ejercicio anterior, espera unos segundos y luego levanta lentamente la cabeza hasta la posición inicial.
Traslación: otro ejercicio útil para relajar los músculos cervicales es moverse hacia adelante y hacia atrás con la cabeza, empujando la barbilla hacia adelante sin cambiar la inclinación de la cabeza. Repite por lo menos 10 segundos.
Estiramiento: empezando con los brazos extendidos a lo largo de las caderas, llévalos hacia atrás uniendo las manos. Al mismo tiempo, tira ligeramente con los brazos mientras la cabeza se mueve como en el ejercicio de extensión. Produce una ligera tensión sin forzar. Mantén la posición por lo menos 10 segundos.