El problema de muchos alimentos es que aumentan la producción de moco y empeoran la situación de las personas con problemas de asma. Para evitarlo, se debe aumentar el consumo de alimentos ricos en magnesio.
Las personas que sufren de asma a menudo optan por recetas o alimentos naturales para reducir sus síntomas. Pocos, sin embargo, saben qué alimentos deben evitar.
Hay algunos alimentos que pueden aumentar los síntomas en los asmáticos. Por esta razón y para tener una mejor idea de cómo comportarse, es importante leer este artículo.
La dieta para evitar el asma
Esta afirmación puede sonar un poco pretenciosa, ya que la comida no es ciertamente la única solución para los asmáticos. Sin embargo, la dieta tiene un gran impacto en la vida de cualquier persona que sufra de tal enfermedad.
Limitar el consumo de ciertos alimentos y llevar una dieta saludable puede ayudar a tratar el asma y ser un excelente complemento de los tratamientos convencionales. Si padeces asma, evita o reduce el consumo de los siguientes productos:
Grasas saturadas
Están presentes en muchos de los alimentos que comemos en el almuerzo o la cena, como los fritos y las carnes rojas, así como los dulces. Las grasas saturadas también están muy presentes en los alimentos procesados y, según la Clínica Mayo, promueven los síntomas del asma. Esta consecuencia se debe a la respuesta que ofrece el sistema inmunológico cuando «recibe» estas sustancias.
Por lo tanto, se recomienda tomar ácidos grasos Omega 3 (presentes, por ejemplo, en el pescado azul, las semillas de lino y los frutos secos) y fuentes de proteínas magras (leche desnatada, pechuga de pollo y legumbres). Cuando vayas de compras, asegúrate de que tu comida no contenga grasas saturadas. Al mismo tiempo, opta por métodos de cocina más saludables, como hornear, asar a la parrilla y cocinar al vapor.
Productos lácteos enteros
Debido a la gran cantidad de grasa en los productos lácteos, los síntomas del asma empeoran si se toman en exceso. Sin embargo, no es necesario hacerse vegetariano. Consume productos lácteos de forma inteligente: elige productos desnatados e intenta sustituirlos de vez en cuando (por ejemplo, ¿has probado la leche de almendras o el queso de patata?).
Normalmente comemos muchos productos lácteos sin darnos cuenta, porque están presentes en varias recetas y alimentos cotidianos: sopas cremosas, postres rellenos, helados, macchiatos de café, batidos, mantequilla, etc. Por si fuera poco, la consistencia de los productos lácteos aumenta la producción de moco y, en consecuencia, aumenta la congestión. Esto hace que sea mucho más difícil respirar durante una crisis de asma.
Carne roja
Seguimos hablando de grasas saturadas porque la carne contiene muchas de ellas. Aunque hay excepciones, como el cordero, que es más magro, es innegable que la carne de res y de cerdo empeoran el estado de los enfermos de asma. Según un estudio publicado en la revista Nutrition, las personas que comen mucha carne roja tienen más probabilidades de padecer asma. Intenta comerlo solo una vez a la semana y opta por alternativas más saludables como el pollo, el pavo y el pescado.
Cítricos y tomates
¿Cómo pueden perjudicarnos estos vegetales que se supone que solo nos benefician a nosotros? Tanto los cítricos como los tomates tienen muchos nutrientes y fibra, pero también componentes que podrían empeorar los síntomas en personas asmáticas. Sin embargo, no debemos dejar de comerlos de la noche a la mañana, sino simplemente reducir su consumo.
Alimentos salados
El exceso de sodio en el cuerpo causa problemas de riñón, obesidad y edema en las piernas. También puede tener efectos negativos en pacientes con asma: de hecho, aumenta la respuesta del sistema inmunológico y desencadena los síntomas de esta enfermedad.
Utiliza poca sal en tus platos, evita los alimentos procesados como las sopas enlatadas o el puré de patatas instantáneo, las patatas fritas y los tentempiés. Nunca pongas sal en la mesa y lee los ingredientes de lo que compras en el supermercado porque a menudo hay sodio «oculto» (incluso los postres contienen sal).
Grasas trans
También conocidas como grasas sólidas, se obtienen a través de un proceso por el cual el hidrógeno se incorpora al aceite vegetal. No son saludables en absoluto y aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardíacas o diabetes, además de empeorar los síntomas del asma. Evita todos los productos que contengan grasas trans (como la margarina, los alimentos fritos y los aceites parcialmente hidrogenados). Estas grasas también están presentes en las galletas y dulces producidos industrialmente.
En su lugar, elige alimentos que contengan «grasas buenas», como el aceite de oliva, el aceite de colza o de canola (orgánico), la semilla de lino y los frutos secos, como las almendras y las nueces. De esta manera, no solo reducirás los síntomas del asma, sino que también evitarás muchas otras enfermedades.
El magnesio contra el asma
La dieta de una persona que sufre de asma no puede prescindir de alimentos ricos en magnesio. Este mineral es necesario para relajar los músculos y el sistema respiratorio. Además, es tanto un antiinflamatorio como un broncodilatador. La dosis diaria recomendada es de 500 mg.
Para obtener magnesio, necesitamos una dieta rica en frutas y verduras crudas, así como en legumbres y frutos secos. Si sufres de asma, no dudes en añadir los siguientes alimentos a tus platos:
- Semillas de sésamo y de calabaza
- Soja (en todas sus formas)
- Legumbres (lentejas, garbanzos, guisantes)
- Germen de trigo
- Verduras (algas, espinacas, judías verdes, brócoli, zanahorias, cebolla)
- Frutas (plátano, pasas, maracuyá)
- Frutas secas (pistachos, nueces)
- Avena
- Ajo