Existen algunas pautas claves a seguir en la nutrición de pacientes con cáncer de pulmón. Sobre ello la licenciada Ilsia Alicea Pou, nutricionista, comparte seis consejos básicos para garantizar una rutina alimenticia saludable y beneficiosa.
Disminuir consumo de azúcares y alimentos procesados
El azúcar es perjudicial para la salud en general pues afecta el sistema inmunológico. Asimismo provoca inflamación y aumento de insulina en sangre lo cual puede conllevar a problemas de prediabetes y diabetes.
En el paciente con cáncer es esencial vigilar su consumo ya que las células cancerosas la utilizan en su crecimiento y desarrollo. Así explica la Lcda. Alicea, y recomienda evitar postres, jugos y bebidas con azúcar.
Otro aspecto importante son los alimentos procesados, los cuales contienen grandes cantidades de pesticidas, químicos y aditivos, especialmente dañinos para la salud de personas con cáncer de pulmón. En este caso la alimentación debe ser a base de productos frescos y mínimamente procesados.
Consumir alimentos protectores
Sobre los alimentos protectores, la nutricionista destaca su alto contenido en vitaminas, minerales, fibra y nutrientes, con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
En este grupo se encuentran alimentos fáciles de reconocer por su color brillante e intenso. Es el caso de frutas como papaya, mango, piña, kiwix, manzanas, entre otras. Entre los vegetales destacan las espinacas, brócolis, coliflor o acelga.
Igualmente beneficiosas son las especias que se pueden adicionar durante la elaboración de las comidas; algunas de ellas son: cúrcuma, orégano, jengibre, canela, cilantro y albahaca.
Otros alimentos que también se consideran protectores son el chocolate oscuro, que contenga 85 % o más de cacao.
Consumir proteínas de alta calidad
La Lcda. Alicea no recomienda dietas veganas en los pacientes con cáncer de pulmón, pues existe un mayor riesgo de que no obtengan la cantidad de grasa necesaria, así como de vitamina B12, hierro, zinc y otros nutrientes.
Sin embargo, subraya el beneficio de consumir pescados grasos ricos en omega 3, un potente antiinflamatorio natural. En este grupo menciona el salmón, la sardina, la trucha y la anchoa.
Otras proteínas importantes se obtienen de los guisantes, nueces y semillas.
En cuanto a las carnes rojas se debe limitar su ingestión a 2 veces a la semana; en lo posible procurar que sean orgánicas, y de animales alimentados con pastos.
Mantenerse hidratado
Es vital que los pacientes ingieran suficiente líquido, en especial si se usan muchos medicamentos o si transitan por el tratamiento de quimioterapia, para eliminar lo más rápido posible los químicos del organismo.
Aparte del agua mineral o alcalina, la nutricionista sugiere también el caldo de hueso, caldo de vegetales, té verde y jugos verdes, esenciales para una hidratación adecuada.
Agregar grasas saludables
La grasa es una parte esencial de la alimentación, no todas son dañinas. Algunas son necesarias para que el organismo obtenga la cantidad suficiente de calorías y así mantener un peso adecuado.
Entre los alimentos ricos en grasas saludables se hallan el aguacate, el aceite de coco preferiblemente orgánico, el aceite de oliva extravirgen y la mantequilla clarificada.
Optar por una suplementación personalizada
En ocasiones aunque el paciente consuma una alimentación balanceada, presenta deficiencias nutricionales, por eso es recomendable acudir al médico.
Existen nutrientes importantes como la vitamina D, B12 y hierro que se deben verificar en la sangre para saber si hay que suplementarlos.
La especialista también agrega que son elementales los probióticos, bacterias buenas que normalmente se encuentran en los intestinos. Cuando se emplean muchos medicamentos, entre ellos antibióticos o las quimioterapias, se ve afectada esa flora intestinal y los pacientes pueden presentar problemas de estreñimientos o diarreas.
Alimentos como el yogurt sin azúcar son recomendados para suplir ese déficit, aunque también es posible obtener los probióticos en cápsulas.
Ante todo, la suplementación debe ser personalizada, y para ello es necesario consultar antes a un profesional médico.