El mundo se enfrenta a un aumento significativo del sobrepeso y la obesidad en todos los grupos de edad. Esto, debido a que el aumento del consumo de alimentos ultra procesados, que tienen una composición nutricional desequilibrada y son ricos en grasas, azúcares y sodio, junto con la reducción de la actividad física, es una de las causas de este problema de salud pública.
La obesidad es una enfermedad crónica que tiene una etiología multifactorial, difícil de manejar y que está relacionada con una asociación de factores genéticos, ambientales y de comportamiento.
7 consejos de alimentación para prevenir la obesidad
BeHealth reunió algunos consejos de nutrición de especialistas en esta área para facilitar la adopción de opciones de alimentos más saludables y prevenir la obesidad:
1 – Elige alimentos naturales o mínimamente procesados
Opta siempre por alimentos obtenidos directamente de plantas o animales o que hayan sido sometidos a procesos que no impliquen la adición de sal, azúcar, aceites, grasas u otras sustancias al alimento original. Ejemplos: frutas, verduras, leche, yogur natural, frijoles, cereales, raíces, tubérculos, huevos, carnes frías o congeladas, harinas, pasta, nueces, frutos secos, jugos enteros, té, café y agua potable.
2 – Controla el consumo de alimentos de origen animal
Los alimentos de origen animal son una buena fuente de proteínas y la mayoría de las vitaminas que necesitamos, pero no contienen fibra y pueden añadir altas cantidades de calorías por gramo y cantidades excesivas de grasas no saludables (llamadas grasas saturadas).
3 – Usa aceites, grasas, sal y azúcar en pequeñas cantidades
Se utilizan comúnmente para sazonar y cocinar los alimentos en forma natural y mínimamente procesada, y dejar la comida más agradable al paladar. Productos como los aceites (de soja, maíz o de oliva), la manteca de cerdo, la grasa de coco, el azúcar (refinado, moreno) y la sal de cocina (refinada o gruesa) deben utilizarse en pequeñas cantidades, porque además de promover el aumento de peso, aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas (sodio y grasa), caries y diabetes (azúcar).
4 – Comprar más en las ferias locales o a los productores locales
Siempre que sea posible, haz tus compras en lugares donde se comercialicen prioritariamente alimentos frescos o mínimamente procesados, incluidos los orgánicos y los de base agroecológica, como ferias, tiendas y mercados.
5 – Desarrollar habilidades culinarias
El proceso de cocción implica preparaciones basadas en alimentos naturales o mínimamente procesados. De ahí la importancia de desarrollar las habilidades culinarias, ya sea pidiendo recetas para la familia o hablando con colegas que sepan cocinar, e incluso con la ayuda de libros e Internet. ¿No tienes tiempo? El consejo es cocinar los alimentos que requieren más tiempo (como los frijoles) en un solo día, para congelarlos y usarlos durante toda la semana. Fideos con salsa de tomate natural, sopas, tortillas o arroz con verduras guisadas son grandes opciones para los días en que el tiempo es corto.
6 – Evita los entornos desfavorables
Comer frente al televisor o la computadora, sin atención y rápidamente son comportamientos que pueden llevar a un consumo excesivo de alimentos y facilitar el aumento de peso. Lo que se puede hacer para favorecer «comer regularmente y con atención» es tratar de comer en lugares limpios, cómodos y tranquilos, preferentemente en compañía de la familia, los amigos o los compañeros de trabajo. Compartir las comidas y comer sin prisas aumenta el placer de comer.
7 – Revisar bien la publicidad
La publicidad de alimentos ultra procesados a menudo transmite información incorrecta o incompleta del producto. Por lo tanto, el consejo es ir más allá de la información resaltada en el envase, y siempre revisar la lista de ingredientes. En general, si se describen cinco o más ingredientes, el alimento se clasifica como ultra procesado y debe evitarse, especialmente cuando los ingredientes son básicamente formulaciones industriales o con nombres desconocidos.