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Fundación Nacional del Riñón les insiste a pacientes renales seguir usando la mascarilla y practicando el distanciamiento social

 A la luz de la nueva guía de uso de mascarilla de los CDC emitida la semana pasada, donde se indica que las personas que están completamente vacunadas pueden reanudar sus actividades sin usar protección facial o distanciamiento social, la Fundación Nacional del Riñón (NKF) insta a los pacientes con enfermedad renal avanzada, incluidos los pacientes sometidos a trasplante y diálisis y los pacientes que requieren inmunosupresión para el tratamiento de la enfermedad renal, a que sigan utilizando la mascarilla y practicando el distanciamiento social, incluso si están completamente vacunados.  

Un nuevo estudio publicado en la revista médica JAMA indica que las personas con trasplantes de órganos sólidos, como los trasplantes de riñón, y otras que están inmunodeprimidas, como los pacientes en diálisis, pueden no recibir el mismo nivel de inmunidad de anticuerpos de la vacuna contra la COVID-19 que otras personas. El nuevo estudio indicó que el 46 % de los pacientes con trasplante de órganos sólidos no tenía inmunidad de anticuerpos de la vacuna, aunque otros pacientes sí contaban con cierto grado de inmunidad. El estudio no evaluó la inmunidad celular, que también es importante para la protección de la vacuna.

«A medida que una mayor parte de la nación empieza a dejar el uso de mascarillas en lugares públicos, las personas inmunodeprimidas, como los pacientes de trasplantes y diálisis, deben seguir protegiéndose incluso después de la vacunación», afirmó el Dr. Joseph Vassalotti, director médico de la Fundación Nacional del Riñón. «Si bien este pequeño estudio preliminar indica que la vacuna de la COVID-19 parece ser menos efectiva para los pacientes de trasplantes u otras personas inmunodeprimidas, la mitad de los participantes sí recibió alguna protección de la vacuna. Los pacientes renales y los miembros de sus hogares aún deberían vacunarse. Todavía estamos aprendiendo sobre qué tan eficaces son las vacunas para proteger a los pacientes renales, por lo que es importante tener precaución adicional durante este tiempo».

En una carta enviada hoy a los CDC, la NKF instó a la agencia a desarrollar nuevas pautas para los pacientes inmunodeprimidos sobre el uso de mascarilla y el distanciamiento social, incluso si están vacunados. Además, la NKF les insistió a los CDC realizar investigaciones con urgencia sobre la eficacia de la vacuna en pacientes inmunodeprimidos y a realizar estudios para determinar si es posible que se requiera una vacuna de refuerzo para ofrecer más protección contra la COVID-19.

«Muchas vacunas no ofrecen la misma protección a los pacientes inmunodeprimidos que al público en general. Dado que la COVID-19 puede ser mortal, es importante que los pacientes renales recibamos la vacuna para protegernos mientras se realizan más estudios sobre la eficacia de la vacuna», manifestó Kevin Longino, director ejecutivo de la Fundación Nacional del Riñón y paciente de trasplante de riñón. «Es posible que la vacuna no sea tan eficaz en personas como nosotros, pero aún puede ayudar a reducir la gravedad del virus, incluidas las hospitalizaciones y los fallecimientos».

Los pacientes inmunodeprimidos que se infectan con la COVID-19 deben buscar tratamiento con terapia de anticuerpos de inmediato y no esperar a que se desarrollen los síntomas.

«Si los pacientes renales se infectan con la COVID-19, es crítico que hablen con su médico para iniciar terapia con anticuerpos de inmediato», agregó el Dr.  Vassalotti. «Si bien todos estamos listos para volver a la normalidad, hasta que el país tenga inmunidad de rebaño o de población, los pacientes con enfermedad renal avanzada, incluidos los pacientes con trasplante y diálisis o los pacientes que requieren inmunosupresión para el tratamiento de su enfermedad renal, deberán seguir utilizando la mascarilla y conservar el distanciamiento social aun si uno está completamente vacunado».

Para obtener más información acerca de la COVID-19 y la enfermedad renal, visite kidney.org/covid-19 o comuníquese a la línea gratuita de ayuda: 855-NKF-CARES.

Datos sobre la enfermedad renal

En los Estados Unidos, se estima que 37 millones de adultos padecen una enfermedad renal crónica, y aproximadamente el 90 % no sabe que la tiene. 1 de cada 3 adultos en los Estados Unidos tiene riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica.  Algunos factores de riesgo para la enfermedad renal incluyen: diabetes, presión arterial alta, enfermedad cardíaca, obesidad y un historial familiar de enfermedad renal. Las personas negras o afroamericanas, hispanas o latinas, indígenas estadounidenses o nativas de Alaska, asiático-americanas o nativas de Hawái u otras islas del Pacífico tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Las personas de raza negra o afroamericanos tienen casi cuatro veces más probabilidades que los estadounidenses blancos de tener insuficiencia renal.  Los hispanos tienen 1.3 veces más probabilidades que los no hispanos de sufrir insuficiencia renal.

Aproximadamente 750,000estadounidenses tienen insuficiencia renal irreversible y necesitan diálisis o un trasplante de riñón para sobrevivir. Más de 500,000 de estos pacientes reciben diálisis al menos tres veces por semana para reemplazar la función renal. Cerca de 100,000 estadounidenses están en la lista de espera para un trasplante de riñón en este momento.  Dependiendo de dónde viva el paciente, el tiempo promedio de espera para un trasplante de riñón puede estar por encima de tres a siete años.

Acerca de la Fundación Nacional del Riñón

La Fundación Nacional del Riñón (NKF) es la organización centrada en el paciente más grande, integral y antigua dedicada a la concientización, la prevención y el tratamiento de la enfermedad renal en los Estados Unidos. Para obtener más información acerca de la NKF, visite www.kidney.org.

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