Durante un ataque de asma, también llamado exacerbación asmática, las vías respiratorias se hinchan e inflaman. Los músculos alrededor de las vías respiratorias se contraen y estas producen mayor mucosidad, lo cual hace que los conductos respiratorios (bronquiales) se estrechen.
De acuerdo con investigaciones realizadas en Mayo Clinic, la clave para detener un ataque de asma es reconocer y tratar un brote de asma temprano. Sigue el plan de tratamiento que acordaste previamente con tu médico. Tu plan de tratamiento debe incluir qué hacer cuando el asma comienza a empeorar y cómo lidiar con un ataque de asma en curso.
Signos y síntomas del ataque de asma:
- Dificultad respiratoria grave, opresión o dolor en el pecho, y tos o sibilancia
- Lecturas de medición del flujo espiratorio bajas, si utilizas un medidor de flujo espiratorio
- Síntomas que no responden cuando usas un inhalador de acción rápida (de rescate)
Los signos y síntomas de un ataque de asma varían de una persona a otra. Colabora con el médico para identificar signos y síntomas particulares de asma que empeoran, y qué hacer cuando ocurran.
Claves para la prevención
La mejor manera de evitar un ataque de asma es asegurarse de que el asma esté bien controlada en primer lugar. Esto significa seguir un plan escrito para el asma para registrar los síntomas y ajustar tu medicamento.
Si bien es posible que no puedas eliminar el riesgo de un ataque de asma, es menos probable que lo tengas si tu tratamiento actual mantiene el asma bajo control. Toma los medicamentos inhalados según las indicaciones de tu plan escrito para el asma.
Estos medicamentos preventivos tratan la inflamación de las vías respiratorias que causan los signos y síntomas del asma. Tomados diariamente, estos medicamentos pueden reducir o eliminar los brotes de asma y la necesidad de usar un inhalador de acción rápida.
Consulta con el médico si estás siguiendo tu plan de acción para el asma, pero aún tiene síntomas frecuentes o molestos o lecturas de flujo máximo bajo. Estos son signos de que el asma no está bien controlada, y necesitas trabajar con el médico para cambiar el tratamiento.