La artritis idiopática juvenil suele ser una condición caracterizada por rigidez matutina, dolor e hinchazón en las articulaciones, que impide a niños y jóvenes participar en actividades deportivas o realizar actividades recreativas propias de su edad.
Es una condición que no solamente afecta a los niños sino también a quienes están en su entorno, por las limitaciones que genera sobre su calidad de vida.
Una buena alimentación es favorable
En entrevista con BeHealth, la licenciada Lilyana Figueroa, especialista en nutrición, exhortó a padres y pacientes a disminuir los azúcares refinados y alimentos procesados como refrescos, jugos azucarados, galletas dulces y bizcochos de panadería, ya que se ha comprobado, que los mismos agudizan los signos de la enfermedad.
Contrario a ello, recomendó aumentar el consumo de frutas, vegetales y nueces, con el fin de disminuir el malestar y las dolencias.
El apoyo profesional resulta indispensable
Si no sabes que alimentos son favorecedores, un profesional en nutrición puede guiarte en el manejo y adaptación de una dieta sana y balanceada.
Esto junto con el tratamiento farmacológico indicado por tu médico, puede disminuir el dolor y la hinchazón, ofreciéndote una mejor calidad de vida.
“Se ha visto en investigaciones recientes que el consumo de ácidos grasos Omega-3, pude llegar a disminuir la inflamación e hinchazón en las articulaciones, por lo que se recomienda el consumo de nueces, semillas y pescado”, resaltó la Lcda. Figueroa.
Alimentos recomendados
Una dieta baja en sodio, moderada en grasa y rica en alimentos antiinflamatorios, pude ser muy beneficiosa para los pacientes con esta condición.
Estos aportes los encuentras en vegetales como espinaca, brócoli y calabaza, así como de frutas como kiwi, fresa, papaya y piña.
Además, es favorable que la principal fuente de grasa sea el aceite de oliva extra virgen junto con nueces o semillas y almendras.
Se recomienda limitar el consumo de carnes rojas e incrementar la ingesta de carnes blancas como los pescados y el pollo.
Aspectos que no pueden faltar
El agua debe convertirse en la medida de lo posible, en la principal fuente de hidratación, ideal para sustituir refrescos, sodas o jugos azucarados.
La Lcda. Figueroa resaltó que la práctica de alguna actividad física y buenos hábitos de vida, además de la adherencia a los tratamientos, puede favorecer la calidad de vida del paciente disminuyendo el dolor y la inflamación característicos de la enfermedad.