La fibrilación auricular es la frecuencia cardíaca acelerada e irregular que puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y otras complicaciones relacionadas con el corazón.
Durante la fibrilación auricular, las dos cavidades superiores (aurículas) del corazón laten de forma caótica e irregular, sin coordinar con las dos cavidades inferiores (ventrículos) del corazón. Los síntomas de fibrilación auricular generalmente comprenden palpitaciones, dificultad para respirar y debilidad.
La fibrilación auricular es mucho más frecuente en los adultos mayores. La fibrilación auricular puede aparecer a cualquier edad, pero cuando se presenta en personas más jóvenes, habitualmente se asocia con otras afecciones cardíacas.
Sobre su prevalencia en las personas envejecientes profundizó la doctora Dra. Suleika Olivero, electrofisióloga en entrevista con BeHealth.
“La fibrilación atrial es la arritmia más común que encontramos no solamente en Estados Unidos sino también en Puerto Rico y a nivel mundial. Es cuando el corazón late de forma rápida y en un ritmo irregular usualmente; es causado por señales eléctricas anormales que se generan en el corazón”.
La doctora enfatizó además que hay enfermedades asociadas que son factores de riesgo para la fibrilación auricular, tales como la hipertensión, la enfermedad coronaria, que son más comunes en personas mayores. “Por eso, la prevalencia de la enfermedad real aumenta con la edad. Más del 70% de los casos se ven en los pacientes mayores de 65 años y son números que se esperan que sigan aumentando con el tiempo”, explicó la especialista.
En cuanto a los síntomas de la fibrilación atrial, la doctora precisó que estos son bien variables. Hay pacientes que no presentan ningún tipo de síntomas y simplemente se diagnostican cuando se le hace un electrocardiograma o algún estudio de forma incidental. En aquellos que sí presentan síntomas, señala las palpitaciones o que el corazón late rápido, mareos, debilidad, fatiga, que no tienen la energía suficiente. “Pero los síntomas varían en los pacientes”.
Sobre las causas, la doctora explicó que esta condición se debe a cambios anatómicos y electrofisiológicos que ocurren a nivel de miocardio del corazón. Por lo tanto, pacientes con hipertensión arterial, enfermedad coronaria, pacientes obesos, con apnea del sueño, pacientes que consumen mucho alcohol, tienen un mayor riesgo a padecer este tipo de arritmias.
“Lo importante es manejar las enfermedades asociadas en pacientes que son hipertensos o que tienen enfermedad coronaria. A los pacientes obesos se les recomienda la pérdida de peso. En pacientes con índice corporal de más de 30 se ha visto que tiene mayor riesgo a presentar esta condición, y por cada unidad de masa corporal que aumente, el riesgo de fibrilación aumenta un 5%”.
También precisó la doctora que, con la fibrilación auricular, uno de los aspectos más importantes en cuanto al manejo es tratar de disminuir el riesgo de estos pacientes de desarrollar un derrame cerebral por los coágulos que se pueden desarrollar en el corazón cuando el corazón está funcionando de forma normal debido a la fibrilación auricular.
“Tan pronto identificamos un paciente con fibrilación auricular lo primero que tenemos que pensar es qué podemos hacer para disminuir el riesgo de que este paciente desarrolle un derrame en algún momento. Así que nuestra primera pregunta es si este paciente va a necesitar anticoagulación y se hace un cálculo donde se determina si el paciente tiene indicación de presentar este anticoagulante para disminuir el riesgo a desarrollar un derrame”.
Otro de los aspectos es el manejo o estrategia a utilizar para el control del paciente: desde el control del ritmo hasta el enfoque hacia la frecuencia cardíaca.
“Hay diferentes formas de manejar la fibrilación atrial, pero eso es algo bien individualizado. Depende del paciente de sus condiciones y de las expectativas del manejo del paciente y de su proveedor”.