Cuando una mujer se encuentra en embarazo, su bebé crece en el útero,o matriz. Por su parte, el endometrio, es el tejido que recubre el interior del útero.
Asi, podemos comprender la endometriosis como una enfermedad en la que el tipo de tejido que es similar al revestimiento del útero crece fuera de éste, generando acumulación de tejido en forma de parches que se conocen como nódulos o lesiones.
Comúnmente, las zonas donde se encuentran son:
- En o debajo de los ovarios
- En las trompas de Falopio
- Detrás del útero
- En los tejidos que sostienen el útero en su lugar
- Los intestinos
- La vejiga
Factores de riesgo
Algunos factores podrían hacer que se encuentre más predispuesta a la enfermedad, como por ejemplo:
- Tener madre o hermanas con endometriosis
- Inicio del periodo antes de los 11 años
- Ciclos mensuales cortos (menos de 27 días)
- Sus ciclos menstruales de más de 7 días
¿Cuáles son los síntomas?
Los principales síntomas de la endometriosis son:
- Dolor pélvico durante su período
- Sangrado menstrual abundante
- Sangrado entre periodos
- Problemas de infertilidad
Aprender a manejar los síntomas puede hacer que las crisis no se vuelvan incapacitantes en algunos casos.
Cuidados personales
Para el malestar, algunas estrategias en casa pueden funcionar:
- Coloca una botella de agua caliente o una almohadilla térmica en la parte inferior del estómago. Esto activa la circulación y relaja los músculos.
- Evita las duchas con agua fría.
- En las horas de descanso, ubica una almohada debajo de las rodillas para ayudar a liberar la presión de la espalda.
- Practica algún tipo de ejercicio para mantener activa la circulación y las endorfinas.
- El consumo de fibra puede ayudarla a mantenerse regular para que no tenga que hacer esfuerzo durante las deposiciones.
Otras actividades que te benefician:
- Relajación muscular
- Respiración profunda
- Yoga
- Acupuntura
Además de las alternativas que puedes practicar en casa, es indispensable que tengas un acompañamiento de diferentes profesionales de la salud, ya que en algunos casos, el dolor puede ser tan crónico que las mujeres pueden llegar a presentar episodios de depresión.
Por lo que conversar sobre lo que sienten e intentar buscar alternativas es fundamental para evitar la presencia de otras complicaciones.