¿Sabías que existe un tipo de hepatitis que produce que el sistema inmune ataque al cuerpo y ocasione la inflamación del hígado? Se trata de la hepatitis autoinmune y BeHealth conoció el emotivo testimonio de Melany Flores, una puertorriqueña que no solo se enfrentó a esa temible condición, sino también al trasplante de su hígado para sobrevivir.
Hoy, Melany es una de las sobrevivientes del bisturí luego de enfrentarse a dicha condición y asegura que lo más difícil de su enfermedad fue el diagnóstico porque “realmente al principio yo no lo entendía. Yo no como no captaba. Yo era una niña y yo pensaba que las condiciones catastróficas eran solamente las del corazón”, expresó, y agregó:
“Yo pensaba que yo iba a estar bien todo el tiempo. No sabía que luego de varios años iba a tener un trasplante”, reconoció.
¿Cómo empezó la enfermedad?
La paciente recuerda que todo empezó desde su infancia cuando su mamá la llevaba constantemente al médico porque sufría de constantes episodios de gastritis. Sin embargo, lo que Melany no sabía es que estaba ad portas de enfrentarse a una de las noticias más difíciles de su vida.
“Yo podía comer algo y todo el tiempo me caía bien y de momento un día ya no, no lo aguantaba más. Recuerdo que mi mamá estuvo me llevaba mensual al hospital a urgencias por gastritis pero nunca me encontraron nada”, dijo Melany.
Debido a esa falta oportuna de diagnóstico, su hígado empeoró, por lo que la paciente deja un llamado de atención a los médicos: “Hasta que el daño no es grande, tú no vienes a ver lo que son las consecuencias, además no te investigan lo que realmente es”.+
Finalmente llegó el diagnóstico
Luego de varios años en los que la joven y su madre iban constantemente al médico por recaídas, gastritis y otros factores, Melany encontró un factor que le permitió a los doctores determinar que ella padecía hepatitis autoinmune.
“A mí me empezaron a salir como unas pequeñas petequias rojas en los pies, de la espinilla hacia abajo y yo fui donde mi mamá y ella me llevó a la pediatra, que me empezó a hacer análisis de sangre y ahí nos dimos cuenta que tenía todo el sistema inmunológico bien bajito y demás. Los medicamentos que te dan es para mantener el sistema como calmado, bajito”, contó.
Llegó el trasplante de hígado
Desafortunadamente, las mujeres tienen mayor riesgo de desarrollar esta condición. Sin embargo, existen opciones de tratamiento para contrarrestar la condición como el trasplante de hígado, que consiste en ralentizar o detener el ataque del sistema inmunitario al hígado. Melany contó su experiencia:
“Yo recuerdo que yo estaba en el centro médico atendiendome porque estaba bien malita y ellos me refieren al centro de trasplantes y en efecto, ya yo estaba apta para trasplante. Recuerdo que estaba en la oficina y el doctor me decía pero no te preocupes, no hay nada por el que preocuparte, no tienes que llorar. Yo estaba como en shock, no lo podía creer”, recordó.
El cambió fue de inmediato
Según Melany, luego de la cirugía vio cambios casi de inmediato no solo a nivel físico, sino también psicológico y emocional porque “tienes una oportunidad de vida y te comienza a su vez el cambio del color de la piel porque yo estaba amarilla”, contó, a su vez que mencionó:
“Fue una mezcla de emociones, porque a uno le da un poquito de miedo el proceso, que fue bastante fuerte. Recuerdo que me temblaban hasta las piernas. Yo tuve que sentarme y llegó mi mamá, llegó todo el mundo, llegaron mis tíos, el cuarto se llenó. Yo recuerdo que me estaban diciendo tienes que despejar la tierra”, dijo entre risas la paciente, recordando su recuperación.
Lazos familiares
Además, aseguró que el apoyo de su pareja y su familia fue elemental para salir adelante en este duro proceso y por eso les agradece tanto a ellos como a Dios el poder seguir con vida y tener una nueva oportunidad.
“Mi mamá, mi esposa y mi familia fueron mi apoyo completamente. Mi papá, mi mamá, mi esposa, mi hermano se pusieron locos. Yo tenía un tío que me llamaba todos los días a decirme que quería donar la mitad de su hígado. Pero no, él tenía que ir y demás. Fue muy bonito, la familia estuvo siempre conmigo. Tengo que decir que gracias a Dios los medicamentos funcionaron muy bien al momento, porque yo estoy muy bien. Yo solamente estuve 18 días hospitalizada”, contó.
Y finalizó destacando la labor de los médicos que la operaron: “Ellos al principio orientaron a mi familia y se lo dijeron, que yo podía pasar por una serie de cambios de humor, que a lo mejor cosas que antes no me gustaban me iban a gustar ahora y ellos como que no lo creían hasta que lo oyeron”, concluyó.