Las mutaciones son algo completamente natural en los virus, y el coronavirus SARS-CoV-2, el patógeno responsable de la pandemia COVID-19, no es una excepción.
Cuando un virus se replica o hace copias de sí mismo, a veces cambia ligeramente. Estos cambios se denominan «mutaciones». Un virus con una o varias mutaciones nuevas se denomina «variante» del virus original.
Hasta ahora, se han identificado cientos de variantes de este virus en todo el mundo. La OMS y su red internacional de expertos hacen un seguimiento constante de los cambios para que, si se identifican mutaciones significativas, la OMS pueda alertar a los países sobre las medidas que deben tomarse para evitar la propagación de esa variante.
El virus que causa el Covid-19 constantemente está cambiando y, de hecho, se espera que aparezcan nuevas variantes de este virus, algunas desaparecerán y otras persistirán.
Cómo cambian las variantes
A medida que el virus se propaga, tiene nuevas oportunidades de cambiar, y podría volverse más difícil detenerlo. Estos cambios se pueden monitorear al comparar las diferencias en las características físicas (como la resistencia al tratamiento) o los cambios en el código genético (mutaciones) entre una variante y otra.
Variantes de preocupación
Actualmente, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han identificado dos variantes del virus (SARS-CoV-2) que causa la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) como variantes preocupantes:
Delta (B.1.617.2)
Esta variante es casi dos veces más contagiosa que las anteriores y podría causar una enfermedad más grave. El mayor riesgo de transmisión se da entre las personas no vacunadas. Las personas totalmente vacunadas pueden contraer infecciones por la vacuna y transmitir el virus a otras personas. Sin embargo, parece que las personas totalmente vacunadas propagan el COVID-19 durante un periodo más corto que las personas no vacunadas. (49;50;51) Aunque las investigaciones sugieren que las vacunas contra el COVID-19 son ligeramente menos eficaces contra la variante delta, las vacunas contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech, Moderna y Janssen/Johnson & Johnson parecen seguir proporcionando protección contra el COVID-19 grave.
Ómicron (B.1.1.529)
Esta variante podría propagarse más fácilmente que otras variantes, incluida la delta. Pero aún no está claro si ómicron causa una enfermedad más grave. Se espera que las personas que están totalmente vacunadas puedan contraer infecciones de avance y propagar el virus a otras personas. Sin embargo, se espera que las vacunas COVID-19 sean eficaces para prevenir la enfermedad grave. Esta variante también reduce la eficacia de algunos tratamientos con anticuerpos monoclonales.
Fuentes: CDC y Mayo Clinic