Para este momento, la mayoría de futuras mamás ya saben que esperan un bebé y ya han comenzado sus controles, vitales para el adecuado desarrollo del embarazo.
En la novena semana del desarrollo del bebé los dedos de los pies se han formado y se pueden apreciar con claridad.
En su rostro, la piel suelta que cubre los ojos ha comenzado a formar los párpados (en unas semanas estarán completamente formados) y su nariz se ha definido con claridad, por lo que ya es posible verla de perfil.
Por su parte, su cabeza ha crecido significativamente y sobresale en comparación con su cuerpo, pero pese a ello la sigue inclinada hacia su pecho y su mentón aún no está bien formado.
El aparato digestivo continúa en desarrollo constante y esta semana estará formándose el ano y los intestinos, que como ya lo habíamos mencionado una semana atrás, aumentan su longitud y podrán sobresalir por el cordón umbilical al menos por unos días más.
Además, de todos estos cambios, los órganos reproductivos internos, como los testículos y los ovarios, comienzan su formación.
El tamaño de tu bebé
Es común que al finalizar la semana el bebé tenga un tamaño de entre 16 a 18 milímetros de largo desde la coronilla hasta el cóccix y su peso podría estar alrededor de 0,1 onzas (3 gramos).
Cambios en mamá
Es posible que para esta semana el bebé ya sea capaz de realizar pequeños movimientos, pero tú no podrás sentirlos. Si en esta semana te realizan alguna ecografía, estos movimientos podrían ser visibles y quedarás encantada.
Aunque aún no hay muchos cambios físicos en mamá, podrás sentir mucho sueño, cansancio y el abdomen podrá empezar a hincharse especialmente al finalizar la tarde.
Para tu primer control
Tú medico intentara recopilar la mayor información sobre la tú salud, la de tu pareja y antecedentes familiares, por lo que puede indagar sobre:
- Últimos resultados de tus citologías
- Fecha de tu último periodo menstrual
- Enfermedades familiares como diabetes, asma, cáncer, entre otras
- Número de embarazos
- Si has tenido algún aborto
- Si fumas o consumes alcohol
- Toma de algún medicamento
- Trastornos genéticos en las familias
Con información Clínica Mayo y Kids Health