Los brotes de artritis ocurren cuando los síntomas de la artritis empeoran, causando articulaciones hinchadas y doloridas. Si no se tratan, los brotes de artritis pueden provocar daños permanentes.
Estos episodios de síntomas -llamados brotes- pueden ser imprevisibles y debilitantes. Dado que los síntomas difieren de una persona a otra, los médicos han tenido problemas para ponerse de acuerdo en una definición estándar que les guíe en el tratamiento de los brotes.
Tipos de brotes
Según especialistas existen dos tipos de brotes:
Los brotes predecibles tienen un desencadenante conocido. Por ejemplo, si un día decides limpiar la casa de arriba abajo, te excedes y al día siguiente acabas con las articulaciones hinchadas y rígidas. El sobreesfuerzo, la falta de sueño, el estrés o una infección como la gripe pueden desencadenar los síntomas de la AR. Con un brote predecible se sentirá peor temporalmente, pero los síntomas se resolverán con el tiempo.
Los brotes imprevisibles llevan asociada una mayor incertidumbre. Estos brotes hacen que los pacientes se sientan peor, pero no tienen un desencadenante que esté causando el empeoramiento de los síntomas. Es posible que estos brotes no mejoren por sí solos.
Cuando las medidas de autocuidado, como el reposo y los antiinflamatorios, no son suficientes, los síntomas pueden llevarle a acudir al médico. Los brotes repetidos o constantes pueden requerir un ajuste de la medicación u otro cambio en el tratamiento para ayudarle a encontrar alivio.
Consejos ante los brotes
El mejor consejo es que escuche a su propio cuerpo y sea sincero con su médico sobre sus síntomas. Incluso si las pruebas de laboratorio no coinciden, hazle saber a tu médico que tu AR se está agudizando y qué síntomas han cambiado. Hablar de tus síntomas puede abrir una discusión que identifique algo más allá de la AR que está causando que te sientas peor.
Durante los brotes, cuando las articulaciones estén especialmente doloridas y rígidas, intenta quedarte en la cama y no te compliques. Después de uno o dos días, cuando te sientas mejor, puedes volver a hacer actividad física. Si todavía te duele, es hora de llamar a tu médico.
Fuente: Arthritis Foundation