En un embarazo que no represente algún tipo de riesgo o en el que no se tenga que realizar algún seguimiento por alguna complicación, lo usual, es que se realicen de dos a tres ultrasonidos durante las 40 semanas..
Aunque muchas mujeres quieran ver a su bebé y sorprenderlo mientras se mueve en el vientre, surge la duda de si este tipo de exámenes puede afectar el adecuado desarrollo del bebé que viene en camino.
En algunos casos, cuando las madres tienen diabetes o presión alta o están esperando gemelos, pueden solicitar que se realicen algunos ultrasonidos adicionales.
Los ultrasonidos se han usado para dar un seguimiento al embarazo por más de 30 años y aunque no se han probado efectos dañinos tampoco se ha comprobado totalmente que sea seguro, por lo que existen algunas pautas para su uso.
Evidencia clínica
Un estudio quiso evidenciar la relación entre un mayor número de ultrasonidos con un ligero aumento en la cantidad de niños zurdos, sin embargo, esto no ha sido validado por más investigaciones.
Tampoco, se han publicado investigaciones que evidencien una relación entre este tipo de exámenes y casos de cánceres infantiles, dislexia o alteraciones en la capacidad auditiva.
La parte médica señala que es difícil adelantar estudios en este campo debido a que la mayoría de mujeres en embarazo quieren que se les hagan ultrasonidos para ver a su bebé y para llevar un control sobre su estado de salud.
¿Por qué podría ser dañino el ultrasonido?
Al utilizar ondas sonoras para crear una imagen del bebé. Este tipo de exámenes genera un tono tan alto que no se puede oír.
Entre sus posibles efectos, está la cavitación, que consiste en generar pequeñas burbujas. Sin embargo, no es posible que se genere en el embarazo debido a que sólo puede ocurrir cuando hay aire presente, y no hay aire y esto no ocurre dentro del útero.
Otro de los efectos es el calentamiento, y es que parte de la energía del ultrasonido es absorbida por la parte del cuerpo en la que se está realizando la prueba, en este caso directamente en el vientre.
Para este último aspecto, es importante destacar que los ultrasonidos en dos dimensiones que se realizan normalmente para obtener imágenes producen menos de 1 grado de calor, lo que es considerado muy bajo y seguro, porque no genera un calentamiento elevado en el bebé.
Como medida de prevención, el Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología recomienda a las mujeres que presentan fiebre durante el primer trimestre de embarazo, posponer el ultrasonido hasta que la fiebre baje, para evitar sobrecalentamientos.
Recomendaciones generales
- En las máquinas de ultrasonido aparece el indicador de índice termal, el cual sugiere una temperatura máxima que podría producirse después de que la persona esté expuesta al ultrasonido.
- Debe evitarse este tipo de pruebas cuando la embarazada tiene fiebre o intentar que dure el menor tiempo posible.
- Los ultrasonidos deben ser efectuados por personal médico entrenado en el uso del equipo.
Es impropiamente destacar que este tipo de pruebas se realizan con el fin de diagnosticar de forma oportuna cualquier aspecto o condición que pueda poner en riesgo la vida del bebé y de la madre.
Con información babycenter