Durante el embarazo, el dolor de espalda es una molestia habitual, tanto que, al menos en cierta medida, debería ser anticipado a priori por la mayoría de las embarazadas.
El trastorno se manifiesta con un dolor bastante intenso que afecta principalmente a la parte baja de la espalda: suele ser la zona lumbar la que se ve afectada, pero no se excluye que el dolor también pueda irradiarse a las piernas, a la zona de los omóplatos o a los huesos de la pelvis.
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Causas y factores de riesgo
¿Qué causa el dolor de espalda en el embarazo?
La aparición del trastorno está relacionada con una serie de factores predisponentes y/o agravantes.
Aquí hay una lista de posibles causas que pueden causar dolor de espalda durante el embarazo.
- Aumento de hormonas (estrógenos)
- Cambios en el centro de gravedad
- Aumento de peso
- Mala postura
- Estrés
Cómo prevenir o minimizar el dolor de espalda durante el embarazo
El dolor de espalda durante la gestación puede afectar negativamente tu rutina diaria e interferir con la calidad de tu descanso nocturno.
Durante los nueve meses de embarazo, el dolor de espalda no se puede prevenir por completo. Sin embargo, algunos comportamientos aplicados a la vida cotidiana pueden prevenir o ayudar a reducir la gravedad y frecuencia con la que se presenta el trastorno.
Para evitar sobrecargar en exceso el respaldo, es importante seguir estas precauciones:
Realiza los movimientos correctos
Mientras caminas, intenta distribuir tu peso de manera uniforme entre la columna y la pelvis. Al dar la vuelta, no solo gires la espalda, sino que mueve los pies y todo el cuerpo para evitar movimientos dolorosos.
Evita levantar objetos pesados. Cuando recojas algo del suelo, dobla las rodillas y no te inclines hacia adelante como lo harías naturalmente. Levanta lentamente el objeto usando solo los músculos de las piernas, tratando de mantener la espalda recta.
A la hora de realizar las tareas del hogar (planchar, cocinar o limpiar) es importante trabajar sobre una superficie suficientemente alta para evitar agacharte. Trata de equilibrar el peso entre dos bolsas cuando lleves la compra. Debes intentar mantener la posición erguida, con ambos pies en el suelo. Además, de vez en cuando, conviene hacer una pausa, ponerse de pie y dar unos pasos por la habitación.
Evita los movimientos bruscos para levantarse de una posición acostada: gírese de lado y solo luego apoye las piernas en el suelo.
No aumentes de peso demasiado
La futura madre debe tratar de no aumentar demasiado de peso, para no agravar la presión en el área abdominal y evitar sobrecargar aún más la columna vertebral, obligándola a curvarse de forma poco natural.
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Atención a tu calzado
La elección del calzado es muy importante: para evitar dolores de espalda durante el embarazo es recomendable llevar calzado cómodo, ancho en la base y que no supere los 4 cm de altura. El calzado debe permitir que el peso del cuerpo se distribuya equitativamente. Los zapatos con tacones altos no brindan el soporte adecuado, desequilibran el peso del cuerpo hacia adelante, acentuando aún más la curvatura de la columna y exponiéndolo al riesgo de caídas. También se deben evitar las balerinas: obligan al pie a adoptar una postura incorrecta y no reparten bien el peso del cuerpo.
Evita dormir de espalda
Mientras descansas, trata de dormir de lado, manteniendo una o ambas piernas dobladas. Considera usar una almohada entre las rodillas dobladas o que brinde apoyo debajo del abdomen y detrás de la espalda. La posición supina puede causar una presión excesiva sobre la columna y los nervios que la recorren, lo que agrava el dolor de espalda.
Elige una almohada baja y un colchón con la consistencia adecuada (ni demasiado blanda ni demasiado firme) puede ayudar a prevenir y aliviar el dolor de espalda durante el embarazo.