La hipertensión o presión arterial alta puede ocasionar daños en el cuerpo incluso por un período extenso antes de qué se empiecen a presentar síntomas.
Los pacientes que no tienen bajo control su presión pueden llegar a presentar complicaciones como discapacidad, mala calidad de vida o incluso un ataque cardíaco o un derrame cerebral, que pueden tener consecuencias mortales.
Manejar buenos hábitos y un estilo de vida saludable puede ayudar a mantener bajo control la presión reduciendo así el riesgo de complicaciones potencialmente mortales.
Entre los daños que se pueden presentar se encuentran:
Una afección a las arterias
En los pacientes que gozan de un buen estado de salud, sus arterias son flexibles fuertes y elásticas y permiten que la sangre fluya adecuadamente, suministrando nutrientes y oxígeno a todos los órganos del cuerpo.
Contrario a ello, en los pacientes con presión arterial alta se aumenta gradualmente la presión de la sangre que circula por las arterias pudiendo generar un estrechamiento en las arterias o daño de las mismas.
- Arterias menos elásticas. Dificultan el adecuado flujo sanguíneo por todo el cuerpo
El movimiento de la sangre de una arteria debilitada puede hacer que una de las paredes se agrande y forme una protuberancia que se conoce como aneurisma, el cual es sumamente peligroso pues al romperse puede causar una hemorragia interna que puede llevar al paciente a la muerte.
Otro de los órganos afectados por la presión arterial alta es el corazón, pudiendo presentar complicaciones como:
- Arteriopatias coronarias El daño en las arterias puede hacer que la presión arterial no sea la adecuada, impidiendo que llegue un adecuado flujo sanguíneo al corazón, generando signos como dolor en el pecho irregulares o un ataque al corazón.
- Corazón izquierdo agrandado. El corazón debe realizar un esfuerzo extra para bombear sangre hacia todo el cuerpo, por lo que, la sangre de la parte inferior izquierda del corazón se espese aumentando la posibilidad de presentar un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca y muerte cardíaca súbita.
- Insuficiencia cardíaca. La tensión en el corazón puede hacer que el músculo cardiaco funcione de manera incorrecta llevándolo a una falla.
El cerebro también puede verse afectado
Al no recibir un adecuado flujo de sangre con los nutrientes necesarios no funciona correctamente.
- Ataque isquémico transitorio. Lo que muchas veces es llamado como un mini accidente cerebrovascular, es una interrupción temporal del suministro de sangre al cerebro ocasionada por el endurecimiento de las arterias o por coágulos causados por la presión arterial alta.
- Carrera. Los vas a sanguíneos afectados en los pacientes con presionar terían alta pueden romperse estrecharse o presentar fugas también favorecen la formación de coágulos de sangre en las arterias que se desplazan directamente del cerebro impidiendo el adecuado flujo sanguíneo y ocasionando potencialmente un accidente cerebrovascular.
- Demencia. La estrechez en las arterias o el bloqueo en el flujo de la sangre puede ocasionar un tipo de demencia que se conoce como demencia vascular.
- Defectos cognitivos leves. Pudiendo afectar la comprensión y la memoria cambios que ocasionalmente se presentan en pacientes sin ningún tipo de condición en su etapa del envejecimiento.
Afección en los riñones
Los vasos sanguíneos sanos permiten que los riñones trabajen adecuadamente en la expulsión de desechos de la sangre.
Al tener la presión arterial elevada, se genera un daño sobre los vasos sanguíneos que están ubicados en los riñones y que van hacia los mismos.
Los pacientes con diabetes, que además presentan presión arterial elevada, tienen aún más riesgo de presentar complicaciones. Entre las más comunes se destacan:
- Cicatrización renal. También llamada glomerulosclerosis, es un tipo de daño renal que ocasiona que los vasos sanguíneos más pequeños dentro del riñón se cicatricen y no puedan filtrar de manera efectiva los desechos de la sangre, llevando al paciente a casos de insuficiencia renal.
- Insuficiencia renal. La hipertensión es una de las causas más comunes que ocasionan insuficiencia renal, en donde los vasos sanguíneos dañados impiden que los riñones filtren los desechos de la sangre generando una acumulación de niveles peligrosos de líquido y desechos.
Daño en los ojos
Un mal control en la presión puede ocasionar daño a dos diminutos y delicados vasos sanguíneos encargados de suministrar sangre a los ojos haciendo que se presenten problemas de salud como:
- Retinopatía. Un tipo de daño a los vasos sanguíneos de la retina, un tejido sensible a la luz que se encuentra ubicado en la parte posterior del ojo y que en ese caso, puede llegar a provocar sangrado, visión borrosa o pérdida total de la visión.
- Acumulación de líquido debajo de la retina. Una afección también conocida como coroidopatia, que puede generar visión distorsionada o causar una cicatrización en el ojo que afecta la visión.
- Neuropatía óptica. Un tipo de afección directa sobre los nervios, en donde el flujo sanguíneo que se ve interrumpido, daña el nervio óptico y provoca un sangrado dentro del ojo que puede llevar al paciente a la pérdida de la visión.
Disfunción sexual
Aunque la incapacidad de tener y mantener una erección es común en los hombres después de los 50 años, para los pacientes con presión arterial alta, el tema se vuelve aún más común, debido a que el flujo sanguíneo limitado puede bloquear el flujo de la sangre hacia el pene.
Aunque esto es poco común en las mujeres, también puede llegar a presentar este tipo de defunción sexual, en donde la reducción en el flujo sanguíneo hacia la vagina puede generar menor interés o menor deseo sexual u ocasionar la falta de excitación sexual, así como sequedad vaginal o dificultad para alcanzar un orgasmo.
Mayores complicaciones ocasionadas por la hipertensión arterial
Aunque en la mayoría de los casos los pacientes van presentando complicaciones a lo largo de los años, en algunos casos, la presión arterial alta no se presenta de forma rápida generando daños severos que pueden convertirse y deben tratarse como una emergencia médica. Algunos de ellos son:
- Infarto al miocardio
- Dificultad para concentrarse, irritabilidad o pérdida progresiva del conocimiento
- Pérdida de memoria
- Daño severo a la arteria principal del cuerpo (aórtica)
- Casos de edema pulmonar, caracterizados por una acumulación de líquido en los pulmones y un repentino deterioro en el bombeo de la sangre hacia el corazón
- Pérdida repentina de la función renal
- Ceguera
Con información Mayo Clinic