En términos de higiene íntima, hay muchas ideas preconcebidas. Aquí está cómo desenredar lo real de lo falso para cuidar esta frágil área.
Lavarse demasiado
Para mantener una higiene perfecta, algunas mujeres se lavan las zonas íntimas varias veces al día, pero esto perturba el Ph de la mucosa vaginal, lo que abre el camino a las infecciones.
Sobre todo si la zona se lava con lino que contiene bacterias y no se seca bien después.
Ducha vaginal
Una ducha vaginal consiste en inyectar un líquido (agua, producto antiséptico) en la vagina mediante una bombilla de enema.
Si no está formalmente prescrito por tu médico con fines terapéuticos, la ducha vaginal debe evitarse a toda costa porque perturba el equilibrio de la flora vaginal.
Es mejor lavar el exterior de la zona íntima normalmente con una toalla o, mejor aún, con las manos.
Usar ropa demasiado ajustada
Debe evitarse el uso de ropa demasiado ajustada, especialmente los vaqueros, para permitir que la piel respire y así evitar la proliferación de gérmenes.
La multiplicación de las bacterias puede conducir a infecciones micóticas recurrentes o cistitis.
Seguir la moda no debe ser a expensas de tu salud.
Usar tangas todo el tiempo
El uso diario de una tanga provoca un frotamiento repetido del tejido sobre la membrana mucosa, lo que puede causar irritación y provocar infecciones.
Si la tanga se usa repetidamente, es mejor usar algodón como material, ya que es el menos irritante para la piel.
Llevar un tampón o una toalla demasiado tiempo
Se desaconseja encarecidamente no cambiar la toalla regularmente o dormir con un tampón. La sangre en cualquiera de estos dos es propicia para el crecimiento de bacterias y puede conducir a enfermedades como las infecciones por hongos.
Las toallas sanitarias deben cambiarse cada 3 o 4 horas y los tampones cada 3 o 6 horas.
Usar ropa interior sintética
La ropa interior sintética hace que la piel sude y no permite una buena ventilación. Por lo tanto, si eres propensa a los hongos o a la cistitis, deben evitarse a toda costa o reservarse para ocasiones especiales.
La ropa interior de algodón es la más adecuada para el uso diario porque permite que las membranas mucosas respiren.
Usar protectores todos los días
Los protectores son muy útiles al principio o al final de la menstruación (incluso en la mitad del ciclo), pero su uso debe seguir siendo excepcional. Utilizados diariamente aumentan el riesgo de infecciones.
Sin mencionar que sus componentes pueden ser tóxicos para el cuerpo al penetrar la barrera de la piel.
Limpiar de atrás hacia adelante en el baño
Limpiarse de atrás hacia adelante en el inodoro es un factor en la cistitis porque los gérmenes del ano son llevados de vuelta a la vagina.
Esto aumenta el riesgo de que las bacterias entren en la vagina y causen infecciones.
Aunque el gesto sea antinatural porque es menos conveniente, es por lo tanto preferible limpiar de adelante hacia atrás.
Lavarse con un guante de baño
Los guantes de baño son nidos de bacterias.
Incluso bien enjuagados, promueven la proliferación de gérmenes.
Por lo tanto, es preferible lavarse con la mano o, en su defecto, utilizar un guante nuevo cada día y ponerlo en la lavadora justo después de su uso.
Depilar todo el cuerpo
El vello púbico es una barrera efectiva contra los gérmenes y las bacterias. Por lo tanto, el afeitado o la eliminación total del vello promueve su paso a la vagina.
Por consiguiente, este tipo de depilación debe seguir siendo ocasional (durante la temporada de verano, por ejemplo) y realizarse con cuidado (manos y accesorios limpios).