Los cálculos renales, conocidos comúnmente como piedras, son depósitos duros hechos de minerales y sales que se forman dentro de los riñones.
Según el nefrólogo Carlos Cortés Sánchez, los cálculos se producen cuando no hay mucho flujo de orina. Indicó que una persona es propensa a padecer de piedra si está deshidratada, si la orina es demasiada ácida o alcalina, y de cuánto calcio y oxalato esté eliminando.
“Las piedras van a variar en tamaño. Las más pequeñas usualmente las podemos eliminar. Esas causan mucho dolor. Las más grandes usualmente no son tanto dolor porque no las podemos mover. Se quedan ahí y muchas veces necesitamos procedimientos urológicos para poder eliminarlas”, explicó el doctor en entrevista con BeHealth.
Mencionó que existen distintos tipos de piedra, pero las más comunes son las que están compuestas de oxalato de calcio, fosfato y calcio, y ácido úrico. “Tenemos otras que son como las de cisteínas que esas se ven en una condición genética. [La] cistinuria es una condición rara. […] Otras que vemos mucho, las de estruvitas que son creadas por bacterias en algunas personas que tienen bacterias en la orina”, agregó.
Cortés Sánchez informó que hay casos en los que el paciente reconoce que tiene piedras cuando orina y se percata. Sin embargo, a otras personas se les diagnostica cuando visitan las salas de emergencia porque sienten mucho dolor.
“El otro síntoma más común es que tengan sangre en la orina. […] El dolor que usualmente presentan es por el costado del riñón afectado. Ese dolor es bien severo y muchas veces se puede reflejar hasta el área genital”, explicó.
En el caso de que una persona encuentre piedra en la orina, Cortés Sánchez sostuvo que es importante que rescate el depósito y lo lleve al médico para que examine la composición de la piedra. De esta forma, el médico podrá emplear el tratamiento adecuado según la causa que provocó la formación del cálculo renal.
Entre los factores de riesgo, el nefrólogo destacó que los no modificables son los que tienen un historial familiar y enfermedades renales genéticas.
Además, contó que enfermedades como las gastrointestinales, la diabetes, la hipertensión y la gota aumentan la posibilidad de que la persona desarrolle piedras en los riñones.
Tratamientos
Como en la mayoría de los casos los pacientes se presentan a sala de emergencia, el primer paso es administrar medicamentos para controlar el dolor.
“Se les hace un CT Scan. El CT Scan es el modo preferido para hacer diagnóstico. […] Vemos dónde está la piedra y el tamaño de la piedra. El tamaño de la piedra nos ayudará a saber si se va a pasar la piedra sola y si necesita ayuda. Si la piedra mide menos de 5 milímetros, usualmente la piedra pasa por su cuenta”, dijo.
En el caso de que se necesite intervención quirúrgica, Cortés Sánchez indicó que se necesita la ayuda de un urólogo o uróloga. “En general, hay tres procedimientos grandes. Uno es la litotripsia, la ureteroscopia y la otra es un procedimiento percutáneo, que desde afuera se hace un huequito y se destruye la piedra”, manifestó.
Recomendaciones
El doctor Cortes Sánchez compartió los siguientes consejos para evitar los cálculos renales.
- Mantenerse hidratado.
- Disminuir el consumo de sal.
- Evaluar las proteínas que consumes. Si consumes proteínas de animales, cambia a las de no animales como nueces y aguacate.
- Llevar una dieta balanceada en la que prevalezcan las frutas y vegetales.
Para conocer más sobre los cálculos renales puede acceder a la entrevista transmitida por Facebook a través del siguiente enlace.