Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión con la finalidad de promover la concienciación y los esfuerzos para prevenir, diagnosticar y controlar la hipertensión arterial, condición que constituye el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares. En el caso de Puerto Rico, la prevalencia de enfermedades crónicas en la población de adultos mayores el año 2019, identifican a la hipertensión con un 66.4%.
¿Qué es la presión arterial?
La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre a su cuerpo. Hipertensión es el término que se utiliza para describir la presión arterial alta.
Consejos para vivir mejor con hipertensión
La vida moderna con sus ritmos, el estrés y otras condiciones, como la alimentación, contribuyen a hacer de la hipertensión arterial pulmonar una de las enfermedades más comunes de nuestro tiempo. Hemos seleccionado 5 consejos para vivir con hipertensión.
1. Mantén un diario de tu condición
Registrar con precisión tus síntomas, nutrición, niveles de actividad y lecturas de presión arterial diariamente puede ayudar a tu médico a hacer un diagnóstico.
2. Practica actividad física
La actividad física, aunque sea ligera y relajante, pero realizada a diario, sirve mucho no solo para mantenernos activos, sino también para regular la hipertensión pulmonar.
3. Adapta tu dieta
Los alimentos que son buenos para controlar la hipertensión son principalmente frutas y verduras frescas, cereales integrales y carbohidratos complejos, grasas saludables y proteínas magras. Evite los azúcares refinados, las grasas saturadas y el sodio.
4. Deja de fumar
Fumar es malo para cualquiera, pero para quienes sufren de hipertensión es un verdadero veneno. Los fumadores con presión arterial alta tienen más estrechamiento de los vasos sanguíneos que los no fumadores. Los vasos sanguíneos en los pulmones se vuelven aún más estrechos, ejerciendo más presión sobre el corazón.
5. Sé consciente
Padecer de hipertensión y seguir un cierto y saludable nivel de vida no es limitante. Es una patología que cambia algunos hábitos, pero no para el mundo. Los sacrificios requeridos para seguir una buena conducta son ciertamente menores que los beneficios.