Otto Oppenheimer más allá de ser un experto en tecnología y conocido conductor de radio y televisión también ha cumplido la hermosa labor de ser padre. En entrevista con BeHealth, compartimos una reciente entrevista de Otto con Lily García en la cual compartió detalles de su vida como papá.
Otto es padre de tres: dos varones y una mujer, la mayor. Viviana recién cumplió sus 30 años, compartió en entrevista; mientras que Otto y Gerald casi cumplen sus 28 y 26 años respectivamente. «Ellos se llevan casi dos años cada uno».
«En el momento que tú tienes hijos las noches jamás son iguales», confesó a BeHealth y agregó que, sin importar cuán adultos sean, siempre se está pendiente de ellos.
Recordó cuando hace algunos años se quedó al cuidado de ellos y los retos que enfrentó en ese momento. Afortunadamente, tuvo el apoyo de muchos: sus padres, su hermana y de Madeline que también se unió y aportó al proceso.
Para él fue una bendición asumir la responsabilidad porque estaba claro de que no quería estar lejos de sus hijos. Así, tomaron la decisión de mudarse de San Juan a Aguadilla y se siente feliz por el resultado en un ambiente que les proveía a todos mayor calidad de vida.
«Al principio fue bien sacrificado. Yo me levantaba a las 4 a.m. para ir a hacer el noticiario de la mañana en San Juan. Mi hermana llevaba a Gerald y yo tenía que asegurarme de llegar a tiempo para recogerlo en la escuela para ir a las tutorías», confesó.
Refirió que siente orgullo de su labor como padre y sabe que ambos, él y la madre de sus hijos hicieron una labor dedicada al bienestar de ellos.
“La experiencia de ser padre ha sido gratificante; yo tengo tres hijos maravillosos. He sido afortunado que mis hijos no han tenido problemas mayores ni de salud ni de comportamiento», compartió.
Actualmente comparte el orgullo por sus hijos ya adultos que han aportado a la sociedad desde diversas aristas: productora, agrónomo y cocinero.
Sobre sus hijos compartió que Viviana estudió Artes Gráficas y trabaja actualmente como directora de Mercadeo, pero también hace locuciones. Mientras que el del medio manifestó un profundo amor por la agronomía y la naturaleza; se graduó como ingeniero agrónomo y actualmente está trabajando en un proyecto de alcance a la comunidad donde se les da las herramientas para que las personas produzcan sus propios alimentos. «Él está fascinado y enamorado de su profesión, nunca lo había visto tan feliz. También le gusta la meditación y el yoga», como a Madeline.
El menor estudió Administración de Restaurantes y Cocina y sonriente compartió que hace un café espectacular y cocina como los dioses, pero que para probar su comida tienes que ir al restaurante «porque en la casa no hace ni un huevo frito».
Nos compartió además su fuerte vínculo con sus sobrinos y el extraño fenómeno de que cada uno de ellos, sus hijos y sobrinos, han regresado a sus raíces, a la ciudad donde crecieron:
«Yo siempre digo que tengo seis hijos, porque los de mi hermana y los míos se criaron como hermanos, son muy unidos. Los seis volvieron a estar cerca de nosotros. Mi hermana dice que, o hicimos un buen trabajo y quieren estar con nosotros, o están esperando la herencia», dijo entre risas.
Entre sus retos como padre resaltó encontrar ese equilibrio de saber «hasta dónde los proteges y hasta dónde los dejo que cojan golpes».
Se siente feliz del aporte de sus hijos a la isla y haberles inculcado el amor por la patria y la retribución de todo lo que ella les ha ofrecido.
Otto fue diagnosticado hace tres años con diabetes tipo 2 y actualmente cuida también de su salud: «busco mantener los niveles de azúcar bajos, trato de comer saludable, mantener mi peso y me apoyo de la tecnología que me ayuda a medir mis niveles de azúcar a través de un sensor». También ha aprendido a «coger las cosas con calma», porque, como bien dijo, el estrés mata más que cualquier otra condición.