Las relaciones sociales y amorosas, así como la sexualidad, son parte integral de la vida de todos nosotros, y juegan un papel tan importante como para poder condicionar, positiva o negativamente, nuestra calidad de vida. Por eso, es realmente fundamental conservarlos con cuidado, especialmente si sufres de una enfermedad crónica como la psoriasis.
En cuanto a la sexualidad, a menudo sucede que quienes padecen enfermedades crónicas tienen dificultades para mantener activa esta parte de su vida; y esto es aún más cierto en el caso de la psoriasis. Cuando los síntomas de esta patología son inevitablemente “visibles en la piel”, parece aún más difícil mostrar el propio cuerpo y por lo tanto mantener actividades interpersonales normales, y más aún, continuar teniendo una actividad sexual normal, incluso dentro de la vida de pareja.
¿Cómo afecta la psoriasis a la sexualidad?
Las lesiones cutáneas en las zonas genitales, la disminución en la autoestima y el miedo al rechazo, el dolor en las articulaciones debido a la artritis psoriásica; o los trastornos en la función eréctil como consecuencia de algunos tratamientos son algunas de las barreras que impiden a los pacientes de enfermedad psoriásica disfrutar de las relaciones íntimas.
Para abordar estos factores críticos, primero es necesario aceptar la psoriasis que, como enfermedad crónica, tendrá que ser afrontada y manejada a lo largo de la vida; una vez dado este paso, es necesario implementar estrategias para mantener una buena calidad de vida, de la cual la sexualidad satisfactoria es parte integral.
Se sabe que este no es un tema que se aborde abiertamente debido a la desinformación y el pudor. Sin embargo, es importante aceptar nuestra propia imagen y enfocarnos en los aspectos positivos de nuestro cuerpo para recuperar la autoestima.
Se trata de un trabajo interno, guiado o no por especialistas médicos, para volver a querernos y conocernos. Debemos romper con esos estereotipos y modelos aprendidos sobre qué es y cómo funciona una pareja y buscar nuevas fórmulas para disfrutar de las relaciones íntimas y sexuales. Para eso es importante la confianza en tu pareja y que aprendas nuevamente a intimar y sentir placer.
¡Somos más que piel!
Recuerda que puedes disfrutar con cada uno de tus sentidos, disfruta el gusto, la vista, el erotismo, las caricias e incluso las relaciones no centradas en el coito.
Cuando le cuentes a alguien por primera vez sobre tu psoriasis, recuerda que es importante explicarle cuáles son las características de la enfermedad:
Es fundamental decir que la psoriasis no es contagiosa: aunque te parezca una obviedad, recuerda que puede no serlo, porque muchas personas aún no están lo suficientemente informadas, y por lo tanto pueden creer que la psoriasis es transmisible.
Es importante abordar el problema de cualquier lesión en el área genital, explicando que no interfieren con la función sexual.
Señala que, en algunos casos, el manejo de las relaciones íntimas debe tener en cuenta los momentos de recaída de la patología y el manejo de los síntomas.
Una vez que hayas superado este obstáculo y establecido una relación de confianza con tu pareja, aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte a gestionar mejor los aspectos prácticos de la intimidad.
Consejos para mejorar tus relaciones sexuales
- Genera relaciones de confianza que te permitan mostrar tu cuerpo sin vergüenza, cuando existan lesiones visibles. Comparte con tu pareja tus sentimientos, necesidades (posturas adecuadas, caricias…) y preocupaciones, para establecer un clima de comprensión y normalizar la situación.
- Reduce al máximo el roce o la fricción si tienes lesiones en la zona genital, o, como mínimo, evita el contacto repetido con el área más afectada. Se recomienda usar lubricantes de olor y sabor neutros, para evitar intolerancia en la piel.
- Sigue un tratamiento específico para las zonas íntimas.
- Valora junto a tu médico que dosis de antihistamínicos tomar para aliviar el picor.
Si tu psoriasis es genital y severa hay también otros factores que debes tener en cuenta como usar ropa interior de algodón y evitar los tejidos sintéticos. También se recomienda cambiar la ropa interior durante el día para reducir la humedad en la zona. Recuerda que la higiene debe ser moderada (lavado de 1 o 2 veces como máximo al día, en la ducha) y que es importante que uses jabones suaves (no antisépticos o antibacterianos). Prepárate para la actividad sexual. Es recomendable que estés relajado y descansado, que hayas tomado medicación para el dolor una media hora antes de tener relaciones (en caso de artritis psoriásica). Adáptate a la condición física evitando posturas que causen molestias.
Asimismo, evita el alcohol y el tabaco, y crea un clima cálido. En algunas ocasiones los medicamentos para la psoriasis podrían ocasionar trastornos de la función eréctil. Consulta con tu especialista qué tratamiento podrá ayudarte.
Por último, recuerda que mantener las relaciones sociales y seguir teniendo una actividad sexual saludable también es posible con la psoriasis. De hecho, posible no es la palabra correcta: es necesario. Necesario no solo para establecer y mantener una buena relación de pareja, sino también para mantener una alta calidad de vida y reducir el estrés, uno de los desencadenantes de la enfermedad. Sigue estos consejos, déjate llevar por la relación con tu pareja y… ¡disfruta de la vida!
Fuente: Acción Psoriasis