Debido a que se asocia frecuentemente con una dieta demasiado rica, la gota se ha llamado durante mucho tiempo la enfermedad de los reyes. ¿Pero qué es, entonces?
¿Qué es?
La gota es un tipo de artritis (inflamación de las articulaciones) que es extremadamente dolorosa. Se caracteriza por ataques repentinos de dolor articular, acompañados de enrojecimiento, calor e hinchazón de la zona afectada. Normalmente sólo se afecta una articulación a la vez. El dedo gordo es el que más a menudo se ve afectado, pero otras articulaciones pueden ser afectadas. Se produce como un ataque debido a un exceso de ácido úrico en la sangre que se cristaliza en las articulaciones.
¿Cómo se explica esto?
La gota es causada por niveles demasiado altos de ácido úrico en la sangre: se llama hiperuricemia. El ácido úrico es un producto de desecho de nuestro metabolismo, resultante de la descomposición de ciertos alimentos. Por lo general, permanece en forma disuelta en la sangre antes de ser filtrada por los riñones y eliminada en la orina.
Cuando el ácido úrico es excesivo, se deposita como cristales de urato en una articulación y el sistema inmunológico reacciona como si fuera un cuerpo extraño. Esto desencadena una inflamación local, que causa dolor e hinchazón en la articulación.
La hiperuricemia puede tener dos causas principales: una dieta demasiado rica o unos riñones que no eliminan suficiente ácido úrico. La uricemia también puede producirse en casos de obesidad, hipertensión arterial, toma de medicamentos como diuréticos o aspirinas, consumo excesivo de alcohol, insuficiencia renal, transplante de órganos o, más raramente, enfermedades de la sangre.
¿Cuáles son los síntomas?
La primera manifestación de la enfermedad es un ataque agudo de gota. Suele afectar a las articulaciones del pie (especialmente al dedo gordo) y causa un dolor intenso. El dolor inicia por la noche o aparece temprano por la mañana y a veces es tan intenso que el simple toque de una sábana es insoportable. Las articulaciones afectadas están hinchadas, rojas y calientes. El ataque puede ir acompañado de fiebre y dura de 3 a 10 días si no se trata.
¿Cómo podemos evitarlo?
Algunos consejos para prevenir la gota son:
- Evitar el alcohol, que promueve la formación de ácido úrico
- Beber al menos un litro y medio de agua al día para eliminar el ácido úrico
- Evitar ciertos alimentos que puedan elevar los niveles de ácido úrico como los fiambres, las salsas, los pescados grasos, los mariscos, las carnes y las aves, la caza y ciertas verduras (setas, espinacas, coliflor, espárragos, acedera, lentejas)
- Reducir el consumo de bebidas como el té, el café, el cacao, que hacen que el cuerpo elimine más agua y reducen la capacidad del riñón para eliminar el ácido úrico.
¿Qué hacer en caso de un ataque de gota?
Cuando se presentan ciertos síntomas de un ataque agudo de gota (calor, dolor intenso, fiebre, hinchazón de una articulación), debe consultarse sin demora a un médico para que se trate con prontitud y se descarte todo riesgo de infección.
¿Cuáles son las complicaciones?
Después de un ataque agudo de gota (o «artritis gotosa aguda»), más de la mitad de los pacientes tienen otro episodio en el plazo de un año. Con el tiempo, los ataques parecen ser más frecuentes, persisten más tiempo y afectan a más articulaciones.
¿Cuál es el tratamiento?
A pesar de su carácter dramático, en particular el dolor que causa, la gota es una enfermedad relativamente fácil de tratar. El ataque suele desaparecer por sí solo después de 3 a 10 días, pero un tratamiento rápido puede acelerar el alivio.
Pero cuando la gota se vuelve crónica, se requiere un tratamiento con drogas de por vida: consiste en reducir la producción de ácido úrico y promover su eliminación por los riñones.
En todos los casos, lo mejor es seguir una dieta estricta, beber más de 2 litros de agua al día, eliminar las bebidas alcohólicas y dar preferencia a los carbohidratos. Es importante evitar cantidades excesivas de alimentos de origen animal como embutidos, mariscos y carnes rojas.