En muchos hogares, padres o familiares se convierten en los cuidadores y cuidadoras de personas con esclerosis múltiple y con diversas condiciones de salud. Sin embargo, antes de garantizar el buen cuidado de la salud tanto física como mental de esa otra persona, es importante que los cuidadores se preocupen por mantener un buen estado de salud pudiendo de esta manera proporcionar el apoyo que esa otra persona necesita.
Ser cuidador en algunas situaciones puede resultar extenuante, no sólo a nivel físico, sino también desde la parte emocional, especialmente cuando no se cuenta con un mayor apoyo y cuando el cuidado de esta persona supone el descuido del propio bienestar, llevando al cuidador a tener sentimientos de frustración culpa e incluso depresión.
De esta manera se evidencia la necesidad de cuidarse a sí mismo, manteniendo espacios de descanso, disfrutando de algunas actividades y apoyándote si es posible en más familiares, a su vez, la Fundació Esclerosi Múltiple (FEM), recomienda tomar el curso Online “Somos cuidadores”, donde puedes obtener algunas recomendaciones.
Tareas del cuidador de un paciente con esclerosis múltiple
Los cambios en la sintomatología de la esclerosis múltiple no permiten definir algunas tareas diarias para el cuidado.
De acuerdo con el grado de progresión de la enfermedad y los síntomas característicos de cada paciente como temblores, dificultad para tragar, incontinencia, problemas visuales o problemas de movilidad, el paciente va a necesitar cuidados especiales.
En la mayoría de los casos, el cuidador o cuidadora debe asumir diferentes tareas entre las que se destacan:
- Realizar un seguimiento de los signos vitales, como la presión sanguínea, la temperatura, los niveles de dolor o la frecuencia respiratoria.
- Gestionar la incontinencia y la higiene diaria.
- Prevenir las úlceras, que pueden aparecer cuando la persona con EM pasa mucho rato en cama o en una silla de ruedas.
- Hacer frente a la depresión, un problema de salud mental frecuente en la EM y entre las personas dependientes.
- Ayudar con la fatiga y la debilidad, fomentando las rutinas diarias y promoviendo la actividad física dentro de lo posible.
- Gestionar la pérdida de movilidad, efectuando rehabilitación y ayudando a la persona a levantarse o andar para evitar caídas.
Para lograr llevar a cabo estas tareas, sin suponer mucho esfuerzo, es recomendable que se tomen medidas en el hogar para adaptar el entorno a las necesidades del paciente y de su cuidador.
No olvides que los profesionales en rehabilitación pueden darte indicaciones sobre las medidas que se pueden llevar a cabo en el entorno doméstico con el fin de qué la salud tanto del paciente como del cuidador se mantengan estables.
Cuida tu salud
Cuidar a tiempo completo en las necesidades y el bienestar de otra persona suponen, en la mayoría de los casos, el descuido de quién está ejerciendo el papel de cuidador, ya que en muchos casos, las labores que debe realizar no le permiten tener tiempo para el mismo.
Es importante que la persona sepa reconocer cuando tiene cargas, con el fin de que aprenda a solicitar ayuda en familiares, profesionales médicos o amigos cercanos, con el fin de no empezar a atrapar sentimientos de frustración, culpa ansiedad o estrés, ya que son situaciones que pueden llegar a afectar a las dos partes.
Además de esto, los cambios económicos que vienen por la reducción en horas laborales o por la falta de actividad laboral pueden suponer otro tipo de dificultad, sin embargo, es importante que el cuidador de nuevo solicite ayuda en quienes lo rodean o que busque alternativas en el gobierno
En algunos países, organizaciones como la Fundació de Esclerosi Múltiple brindan servicios de apoyo a las personas cuidadoras, las educa a través de talleres sobre los cuidados sanitarios y otros aspectos en torno a la condición y brinda herramientas para cuidar a los demás y para cuidarse a sí mismo curso online Somos Cuidadores.
Con información Fundación FEM