La sarcoidosis es una enfermedad inflamatoria rara que causa la formación de pequeños bultos rojos e hinchados llamados granulomas. Los granulomas pueden desarrollarse en cualquier órgano del cuerpo, pero más comúnmente afectan la piel, los ganglios linfáticos y los pulmones.
En relación a la intensidad de la inflamación, la enfermedad puede manifestarse de muy diferente forma y gravedad provocando alteraciones (síntomas) que varían según los órganos afectados. Por lo general, los trastornos causados por la sarcoidosis incluyen:
- Áreas rojas e hinchadas de la piel
- Ganglios linfáticos agrandados
- Dificultad para respirar
- Tos seca persistente
Causas
La causa de la sarcoidosis aún se desconoce; sin embargo, se cree que la predisposición genética juega un papel importante en el desencadenamiento de la enfermedad.
Factores de riesgo
Aunque todos pueden desarrollar sarcoidosis, los factores que pueden incrementar el riesgo comprenden:
- Edad y sexo. La sarcoidosis puede ocurrir a cualquier edad, pero suele aparecer entre los 20 y los 60 años. Las mujeres son levemente más propensas a desarrollar la enfermedad.
- Raza. Las personas de ascendencia africana y las de ascendencia del norte de Europa tienen una mayor incidencia de sarcoidosis. Los afroamericanos son más propensos a tener otros órganos afectados además de los pulmones.
- Antecedentes familiares. Si alguien de tu familia ha tenido sarcoidosis, tienes más probabilidad de desarrollar la enfermedad.
Síntomas
No todas las formas de sarcoidosis son sintomáticas: algunos pacientes, de hecho, desconocen la enfermedad hasta que se les diagnostica con simples pruebas de rutina.
Se estima que la sarcoidosis se desarrolla de forma asintomática en el 5% de los pacientes afectados.
Cuando se presentan síntomas, estos pueden involucrar uno o más tejidos/órganos, dependiendo del sitio anatómico afectado.
Síntomas generales
La sarcoidosis puede comenzar con estos signos y síntomas:
- Fatiga
- Ganglios linfáticos inflamados
- Pérdida de peso
- Dolor e inflamación en las articulaciones, como los tobillos
Síntomas pulmonares
La sarcoidosis afecta con mayor frecuencia a los pulmones y puede causar problemas pulmonares, como:
- Tos seca persistente
- Dificultad para respirar
- Silbido al respirar
- Dolor en el pecho
Síntomas cutáneos
La sarcoidosis puede causar problemas en la piel, que pueden incluir los siguientes:
- Un sarpullido con protuberancias rojas o moradas que por lo general se ubican en la parte delantera de las piernas o en los tobillos, y que suelen estar cálidas y sensibles al tacto
- Úlceras (lesiones) que desfiguran la nariz, las mejillas y las orejas
- Áreas de la piel más claras o más oscuras
- Crecimientos debajo de la piel (nódulos), en especial alrededor de cicatrices o tatuajes
Síntomas oculares
La sarcoidosis puede afectar los ojos sin causar ningún síntoma, por lo tanto es importante controlarse los ojos con regularidad. Cuando se manifiestan signos y síntomas en los ojos, estos pueden comprender:
- Visión borrosa
- Dolor ocular
- Ardor, picazón o sequedad en los ojos
- Irritación grave
- Sensibilidad a la luz
Síntomas cardíacos
Los signos y síntomas relacionados con sarcoidosis cardíaca pueden incluir los siguientes:
- Dolor en el pecho
- Dificultad para respirar (disnea)
- Desmayos (síncope)
- Fatiga
- Latidos cardíacos irregulares (arritmia)
- Latidos agitados o rápidos (palpitaciones)
- Hinchazón causada por exceso de líquido (edema)
La sarcoidosis también puede afectar el metabolismo del calcio, el sistema nervioso, el hígado y el bazo, los músculos, los huesos y las articulaciones, los riñones, los ganglios linfáticos o cualquier otro órgano.
Diagnóstico
Respecto a su diagnóstico, hasta en un 50% de los casos se puede descubrir de forma casual por hallazgos clínicos-radiográficos y la posterior demostración por biopsia de granuloma caseificantes con cultivos negativos para micobacterias u hongos.
Tratamiento
No existe cura para la sarcoidosis, pero se puede controlar y evolucionar sin brotes ni daño orgánico con un tratamiento adecuado a cada situación clínica. Incluso en algunos casos, la sarcoidosis desaparece sin necesidad de tratamiento.
¿Se puede prevenir?
Para ayudar a controlar la afección, se pueden seguir una serie de medidas, basadas en un estilo de vida saludable. Estas medidas incluyen:
- Dejar de fumar
- Evitar la exposición al polvo, productos químicos, humos y gases
- Seguir una dieta saludable
- Practicar ejercicio regularmente
- Beber mucha agua
Fuente: Mayo Clinic, TopDoctors y Fundación Española de Reumatología