La salmonelosis es la enfermedad trasmitida por alimentos más reportada en Puerto Rico, según datos recopilados por la Oficina de Epidemiología e Investigación.
¿Qué es salmonelosis?
La infección por salmonella o salmonelosis es una enfermedad bacteriana que afecta al tubo intestinal. La bacteria que genera la infección generalmente vive en los intestinos de animales y humanos y se expulsa mediante las heces, por lo que su forma más frecuente de infección en los humanos es a través de agua o alimentos contaminados.
En algunos casos, las personas que han contraído la infección por salmonella no presentan ningún signo, sin embargo, hay quienes presentan síntomas como diarrea, fiebre y calambres abdominales dentro del periodo de las 8 a 72 horas siguientes a la exposición con el alimento.
No existe un tratamiento específico para tratar la salmonella y las personas suelen recuperarse en un término de una semana sin algún medicamento específico, sin embargo, en otros casos la condición puede causar una deshidratación grave, por lo que, el paciente puede requerir atención médica inmediata.
Otros, por su parte, pueden llegar a presentar algunas complicaciones que ponen en riesgo la vida si la infección se propaga a zonas fuera de los intestinos.
¿Quiénes están en riesgo?
El riesgo de contraer la infección se incrementa cuando se viaja a países que no tienen agua potable o un sistema de cloacas apropiado o en casos como el que atraviesa la isla de inundaciones por el paso del huracán Fiona.
Síntomas
La infección por salmonella suele ser producto de la ingesta de carne, carne de aves, huevos o productos a base de huevo crudos o poco cocidos, o de leche no pasteurizada.
Aunque muchos la relacionan con un malestar estomacal común, la enfermedad puede generar otros síntomas como.
- Diarrea
- Cólicos estomacales (abdominales)
- Fiebre
- Náuseas
- Vómitos
- Escalofríos
- Dolor de cabeza
- Sangre en las heces
En algunos pacientes, algunas variedades de la bacteria salmonella pueden ocasionar fiebre tifoidea, una enfermedad que puede ser mortal y que es más común en los países en desarrollo.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
En la mayoría de los casos, las personas no necesitan apoyo de un profesional médico para superar la infección por salmonela.
Sin embargo, es importante prestar atención a los signos que mencionamos a continuación y buscar ayuda oportuna especialmente en casos en los que la persona afectada es un bebé, un niño pequeño, un adulto mayor o alguien con un sistema inmunitario debilitado.
- Consulte si la enfermedad dura más que unos pocos días
- Presenta fiebre alta o sangre en las heces
- Muestra signos de deshidratación, como micción menos frecuente que lo habitual, orina de color oscuro y sequedad en la boca y la lengua.
¿Qué puede causar una infección por Salmonella?
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), se puede contraer una infección por Salmonella al comer alimentos, como carnes de pollo, pavo, res y cerdo, huevos, frutas, germinados, otros vegetales, y hasta alimentos procesados como las mantequillas de nueces, los pasteles de carne congelados, los trocitos de pollo empanizado y los platos de pollo relleno.
Además, se destaca que, «los alimentos no son la única manera en que la Salmonella se propaga a las personas. La bacteria también se propaga a través del agua contaminada, el medio ambiente, otras personas y animales. Hasta las mascotas y los animales con los que pudiera tener contacto en zoológicos interactivos, granjas, ferias, y en escuelas y guarderías infantiles pueden portar Salmonella y otros microbios dañinos».
Recomendaciones para prevenir infecciones por Salmonella de los alimentos
Los CDC realizan algunas recomendaciones para la debida preparación y conservación de algunos alimentos con el fin de prevenir su contagio. Los compartimos aquí:
- Lávese las manos con agua limpia y jabón durante 20 segundos antes y después de manipular alimentos.
- No lave los huevos, las carnes, la carne de ave ni los pescados y mariscos crudos antes de cocinarlos. El lavado puede propagar los microbios a otros alimentos, utensilios y superficies.
- Use tablas de cortar y platos para las frutas y verduras diferentes a los que use para las carnes, la carne de ave, los pescados y mariscos.
- Cocine los huevos debidamente. No coma huevos crudos ni huevos que tengan las claras o yemas de consistencia líquida.
- Mantenga la temperatura del refrigerador a 40 °F o menos.
- Use un termómetro de alimentos para asegurarse de que la comida se cocine hasta alcanzar una temperatura interna segura: 145 °F para las carnes de res, cerdo, jamón, ternera y cordero.
- Consuma agua potable.
Fuente Mayo Clinic y CDC