La espondilitis anquilosante se conoce como una enfermedad inflamatoria que causa la unión de los huesos de la espina dorsal. Esta fusión ocasiona que la espina dorsal sea menos flexible y causa una postura encorvada en el paciente.
La primera señal de alerta que presentan los pacientes con espondilitis anquilosante es el dolor en las caderas y la región lumbar. Igualmente, pueden sentir cansancio y dolor en el cuello. Estos síntomas empeoran a medida que avanza la enfermedad.
Entre las zonas del cuerpo afectadas por la condición se encuentran el cartílago entre el esternón y las costillas, articulaciones de las caderas y los hombros; la articulación entre la columna vertebral y la pelvis, las vértebras de la región lumbar y las áreas en que los tendones y ligamentos se unen a los huesos.
Aunque la espondilitis anquilosante se considera una condición crónica, existen tratamientos que ayudan a manejar sus síntomas.
El tratamiento para la enfermedad se dirige a aliviar el dolor y rigidez. Asimismo, ayudará a prevenir complicaciones y deformidad en la columna vertebral. Se recomienda que el paciente se someta a tratamiento antes de que la enfermedad cause daños irreversibles.
Entre los tratamientos para la espondilitis anquilosante , se destaca la fisioterapia como una parte vital del tratamiento para la enfermedad.
Para el tratamiento efectivo de la condición, el fisioterapeuta evaluará al paciente y diseñará ejercicios específicos de acuerdo con sus necesidades.
Estos ejercicios ayudarán al paciente a mantener una postura adecuada al igual que alivian el dolor corporal. Asimismo, influyen en que el paciente pueda tener mayor fuerza y flexibilidad.
Entre los ejercicios de la fisioterapia, se destacan los siguientes:
- Ejercicios para fortalecer la espalda y los músculos abdominales
- Ejercicios de estiramiento y amplitud de movimiento
- Posiciones apropiadas para caminar y dormir
Además, la condición puede tratarse con medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno y el naproxeno. Aunque estos medicamentos pueden disminuir la inflamación, la rigidez y el dolor, pueden ocasionar sangrado gastrointestinal.
De no funcionar los medicamentos antiinflamatorios, el proveedor de salud puede recomendar utilizar medicamentos inyectados por vía intravenosa como el bloqueador del factor de necrosis tumoral y el inhibidor de la interleucina-17.
Como recomendación para los pacientes de espondilitis anquilosante, se sugiere evitar fumar, mantener una postura óptima y hacer actividad física para mejorar la postura y mantener la flexibilidad.