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¿Cómo tratar la espondilitis anquilosante? 

La espondilitis anquilosante se conoce como una enfermedad inflamatoria que causa la unión de los huesos de la espina dorsal. Esta fusión ocasiona que la espina dorsal sea menos flexible y causa una postura encorvada en el paciente. 

La primera señal de alerta que presentan los pacientes con espondilitis anquilosante es el dolor en las caderas y la región lumbar. Igualmente, pueden sentir cansancio y dolor en el cuello. Estos síntomas empeoran a medida que avanza la enfermedad. 

Entre las zonas del cuerpo afectadas por la condición se encuentran el cartílago entre el esternón y las costillas, articulaciones de las caderas y los hombros; la articulación entre la columna vertebral y la pelvis,  las vértebras de la región lumbar y las áreas en que los tendones y ligamentos se unen a los huesos. 

Aunque la espondilitis anquilosante se considera una condición crónica, existen tratamientos que ayudan a manejar sus síntomas. 

El tratamiento para la enfermedad se dirige a aliviar el dolor y rigidez. Asimismo, ayudará a prevenir complicaciones y deformidad en la columna vertebral. Se recomienda que el paciente se someta a tratamiento antes de que la enfermedad cause daños irreversibles. 

Entre los tratamientos para la espondilitis anquilosante , se destaca la fisioterapia como una parte vital del tratamiento para la enfermedad. 

Para el tratamiento efectivo de la condición, el fisioterapeuta evaluará al paciente y diseñará ejercicios específicos de acuerdo con sus necesidades. 

Estos ejercicios ayudarán al paciente a mantener una postura adecuada al igual que alivian el dolor corporal. Asimismo, influyen en que el paciente pueda tener mayor fuerza y flexibilidad.
Entre los ejercicios de la fisioterapia, se destacan los siguientes: 

  • Ejercicios para fortalecer la espalda y los músculos abdominales
  • Ejercicios de estiramiento y amplitud de movimiento
  • Posiciones apropiadas para caminar y dormir 

Además, la condición puede tratarse con medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno y el naproxeno. Aunque estos medicamentos pueden disminuir la inflamación, la rigidez y el dolor, pueden ocasionar sangrado gastrointestinal. 

De no funcionar los medicamentos antiinflamatorios, el proveedor de salud puede recomendar utilizar medicamentos inyectados por vía intravenosa como el bloqueador del factor de necrosis tumoral y el inhibidor de la interleucina-17. 

Como recomendación para los pacientes de espondilitis anquilosante, se sugiere evitar fumar, mantener una postura óptima y hacer actividad física para mejorar la postura y mantener la flexibilidad.

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