Por lo general, la espondilitis anquilosante suele confundirse con otras patologías reumáticas como la artritis reumatoide. Sin embargo, debes saber que tiene síntomas bastante característicos que, con la ayuda de un médico tratante, se podrá diagnosticar sin problema y ayudar a tu columna vertebral, que es donde afecta esta condición.
Los expertos han declarado al dolor, la rigidez en la región lumbar y en las caderas, que aparece de forma intermitente y sobre todo por la mañana y después de períodos de inactividad, como algunos de los síntomas netamente característicos de la espondilitis anquilosante.
En ocasiones, las personas diagnosticadas con esta patología pueden sufrir serios dolores de cuello y, sumado a ello, pueden tener episodios de cansancio extremo. Esto, debido a que la patología causa que algunas vértebras se suelten de su estado natural, que podría llevar a una flexibilidad de la columna, lo que dificulta realizar actividades que, antes de desarrollar la condición, se hacían con normalidad.
Desafortunadamente, la espondilitis anquilosante no tiene cura y está catalogada dentro de las enfermedades crónicas de la reumatología debido a que, no solo afecta a las articulaciones, sino que también podría incidir negativamente en otros órganos del cuerpo como el ojo, o más raramente el corazón y los pulmones.
No obstante, debes saber que no todos los pacientes enfrentan la misma sintomatología, además, ninguna enfermedad es igual a otra, por lo que no se recomienda seguir las recomendaciones de otro paciente, sino hacerlo directamente del médico tratante.
Dentro de las complicaciones que podría traer consigo la espondilitis, cuando no se ha detectado ni tratado a tiempo, es que genera problemas de flexibilidad y modificaciones posturales. Ese factor se da porque el hueso se desgasta y luego se regenera para sustituir lo dañado.
La espondilitis, además, es mucho más frecuente en hombres que en mujeres de entre los 20 y 30 años de vida. Sin embargo, hay casos que pueden registrarse sobre los 45 años. No obstante, los síntomas podrían presentar desde la infancia.
Otras incidencias
La espondilitis anquilosante, además de causar dolor articular, problemas en los ojos y en el corazón, podría estar relacionada con anomalías como:
- Uveítis
- Afectación de los pulmones
- Osteoporosis
- Enfermedades inflamatorias del intestino
- Artritis de cadera, que es bastante común y que, en la mayoría de los casos, necesita de cirugía para solucionarse.
Tratamiento
Lamentablemente, esta condición es incurable, pero hay métodos para mejorar la vida de quienes la enfrentan. Dentro de las opciones están la cirugía, antiinflamatorios no esteroideos. Además, en un equipo multidisciplinario, el fisioterapeuta y el psicólogo no pueden faltar.