Los coágulos de sangre también son conocidos como trombosis venosa profunda y suelen representar un riesgo grave para las personas que realizan viajes a larga distancia.
Aunque la mayoría de investigaciones que recopilan información sobre los coágulos de sangre y los viajes largos se basan en trayectos de avión, lo cierto es que todas las personas que tienen viajes superiores a cuatro horas en cualquier tipo de transporte pueden correr el riesgo de formar coágulos de sangre debido a la falta de actividad.
Los coágulos de sangre pueden formarse en los trayectos del viaje especialmente en las venas profundas de las piernas que son las que están debajo de la superficie y no pueden verse a través de la piel, Debido a que la persona permanece por largos periodos en espacios reducidos.
Mientras más tiempo se permanezca inactivo mayor es el riesgo de producir un coágulo de sangre y, aunque en muchos casos estos se disuelven solos, también pueden producir un grave problema de salud cuando el coágulo se desprende y se desplaza hacia los pulmones generando un bloqueo.
Este tipo de condición se conoce como embolia pulmonar y puede incluso llegar a ser mortal.
Pese a que existe este grave riesgo, existen medidas para disminuir el riesgo de formación de coágulos de sangre durante largos desplazamientos.
¿Cómo saber si está en riesgo?
La mayoría de las personas que presentan coágulos de sangre presentan además otros factores de riesgo que facilitan la formación de estos. De esta manera, un viaje largo por si solo, no representa como talla formación de un coágulo de sangre para todas las personas, sino que el riesgo depende de la duración del viaje y de otros factores como los que mencionamos a continuación:
- Mayor edad (el riesgo aumenta después de los 40 años).
- Obesidad.
- Haber tenido una operación o lesión reciente (3 meses).
- Uso de anticonceptivos con estrógeno (por ejemplo, píldoras, anillos o parches anticonceptivos).
- Terapia de reemplazo hormonal.
- Embarazo y el periodo posparto (hasta 6 semanas después del parto).
- Coágulo de sangre previo o antecedentes familiares de coágulos de sangre.
- Cáncer activo o tratamiento reciente contra el cáncer.
- Movilidad limitada (por ejemplo, tener una pierna enyesada).
- Catéter en una vena grande.
- Várices.
Si va a realizar un viaje largo y tiene uno o más factores de riesgo de los que hemos mencionado, puede que aumente sus probabilidades de presentar un coágulo de sangre.
En este caso, es importante que antes de realizar cualquier viaje consulte con su médico y reconozca claramente los síntomas que podrían indicarle que esto está sucediendo y que aprenda cómo actuar oportunamente.
Síntomas
Trombosis venosa profunda (TVP)
Las personas con esa condición suelen presentar la mayoría de sus síntomas en áreas como la pierna o el brazo. Sin embargo, muchos pacientes con trombosis venosa profunda no presentan ningún signo.
Las manifestaciones que podrían ayudar a detectar la condición son:
- Hinchazón de la pierna o el brazo.
- Dolor o sensibilidad sin razón aparente.
- Sentir la piel caliente al tacto.
- Enrojecimiento de la piel.
Embolia pulmonar (EP)
Las personas pueden presentar un caso de embolia pulmonar sin que tengan evidencia de relación con los síntomas de la trombosis venosa profunda. Los signos que te pueden ayudar a detectar una embolia pulmonar son:
- Dificultad para respirar.
- Latidos del corazón más rápidos de lo normal o irregulares.
- Dolor o molestias en el pecho que generalmente empeora al respirar.
- Ansiedad.
- Tos con sangre.
- Mareos o desmayos.
Recomendaciones para reducir el riesgo
- Edúquese sobre los signos y síntomas que pueden ayudarlo a detectar oportunamente la formación de coágulos de sangre.
- Informe a su médico si existe un historial familiar en el que se hayan presentado coágulos de sangre o si con anterioridad se ha presentado algún incidente de estos.
- Cuando tenga viajes largos, mueva sus piernas con frecuencia y haga ejercicios con las pantorrillas para favorecer el adecuado flujo sanguíneo.
- Algunas aerolíneas pueden darle recomendaciones como flexionar las piernas hacia el pecho y sostenerlas con las manos por unos 15 segundos repitiendo ocasionalmente este ejercicio unas 10 veces para mejorar el flujo de la sangre hacia las piernas. Consulte con la suya si tiene algunas recomendaciones.
- En sus consultas médicas, aproveche para pedir recomendaciones a su especialista con el fin de prevenir la formación de los coágulos sanguíneos, en algunos casos podrían recomendar el uso de medias de compresión.
- Tenga adherencia a sus tratamientos y asegúrese de llevar sus medicamentos en los viajes y de seguir las indicaciones de los profesionales de la salud.
Con información CDC