Como parte de los esfuerzos para erradicar la condición de hígado graso en la Isla, la Clínica de Investigación FDI provee estudios clínicos para las personas con factores de riesgo de la enfermedad.
La clínica, presidida por el director ejecutivo José Rodríguez Orengo, realiza la elastografía a sus participantes. Este es un método no invasivo que determina si la persona tiene el hígado graso.
“En FDI Clinical Research tenemos una forma no invasiva y por medio de elastografía, podemos determinar si el hígado tiene grasa, si tiene un poco de fibrosis o si ya tiene cirrosis”, explicó el científico sobre el procedimiento de detección de la enfermedad.
Este proceso se realiza de forma gratuita a los pacientes que tengan al menos tres factores de riesgo de la condición.
Además de ofrecer el examen de detección, la clínica provee una evaluación de los tratamientos disponibles. “No solamente hacemos el examen [de detección], sino que también tenemos médicos que ofrecen una explicación completa del significado del examen y tratamientos”, aseguró el ejecutivo.
Asimismo la clínica provee la oportunidad de participar en un estudio clínico a los pacientes que presentan cirrosis, una afección avanzada de la condición. Esta investigación tiene una duración aproximada de dos a tres años.
De acuerdo con Rodríguez Orengo, el estudio clínico permite que los pacientes tengan acceso a nuevos tratamientos: “ofrecemos una oportunidad a las personas que tengan los factores de riesgo de alternativas que al momento no están disponibles en otros lugares”.
¿Qué es el hígado graso?
Según Rodríguez Orengo, la enfermedad de hígado graso ocurre como una consecuencia de una disfunción metabólica que se asocia a varios factores de riesgo.
Entre los factores de riesgo de la condición se encuentran la obesidad, la diabetes, alta presión y el colesterol alto. Mientras más elementos de riesgo presente el paciente, mayor predisposición tendrá a la enfermedad.
Asimismo, el también profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico explicó que el hígado graso es una enfermedad de lenta progresión. El paciente no presenta síntomas en los primeros cinco a diez años del avance de la condición.
“Poco a poco habrá inflamación [en el hígado] y las células del hígado que se llaman ‘hepatocitos’ literalmente se inflan”, señaló el docente sobre el progreso inflamatorio de la condición.
Una vez la inflamación en el hígado llega a un punto máximo, se forman fibras en el órgano digestivo: “a la medida que progresa la inflamación, se crean fibras llamadas fibrosis y van aumentando hasta que llega un momento en que el hígado se pone rígido y se convierte en cirrosis”.
Según el ejecutivo, en esta etapa de la condición el paciente presenta acumulación de líquido en la zona abdominal y cansancio. Si la enfermedad se encuentra en su punto más grave, la persona puede desangrarse, vomitar sangre y entrar en un estado de coma.
Ante este panorama, el ejecutivo expresó que los esfuerzos del centro investigativo se concentran en encontrar formas de evitar la inflamación en el hígado: “estamos buscando herramientas en que se pueda disminuir la cantidad de grasa en el hígado y evitar la inflamación”.
La FDI Clinical Research es una organización de investigación clínica que opera desde hace cerca de 20 años en el municipio de San Juan. Si desea más información o formar parte de su estudio clínico del hígado graso, puede comunicarse al 787-722-1248 o acceder a su sitio web.