Seguir un estilo de alimentación correcto es muy importante en cada etapa de nuestras vidas. Sin embargo, con el paso de los años, los hábitos nutricionales pueden tener un impacto significativo en la salud, en particular en lo que respecta a las enfermedades cardiovasculares, los accidentes cerebrovasculares, la osteoporosis, la anemia y ciertos tipos de neoplasias. Si tu padre o madre ancianos ya sufren de ciertas enfermedades crónicas, también puedes manejarlas correctamente a través de una dieta equilibrada y una actividad física constante. Conoce hoy los minerales imprescindibles para los más viejos de casa:
Minerales importantes para los ancianos
Calcio
La fragilidad de los huesos puede atribuirse a la reducción de la ingesta de alimentos que aportan calcio, así como a la disminución de las secreciones endocrinas y la deficiencia de vitamina D.
El consumo de productos lácteos, donde la relación calcio/fósforo es óptima para el cuerpo, es muy importante.
Hierro
La anemia causada por una combinación de factores es frecuente en los ancianos, entre los que se puede detectar una reducción de la absorción de hierro por el intestino.
Además, este mineral está contenido en algunos alimentos, que parecen ser precisamente los que la persona mayor reduce por diversas razones: por ejemplo, por el alto costo (carne), las dificultades para masticar (frutos secos, granos enteros, verduras crudas), las dificultades digestivas (legumbres).
Potasio
El uso excesivo de laxantes y diuréticos, a veces combinado con una abundante sudoración, puede provocar deficiencias de potasio, un mineral que el cuerpo necesita mucho en la vejez, cuando la presión sanguínea es inestable, el uso de fluidos y proteínas corporales es menos eficaz y el corazón está más fatigado.
Sodio
Es un «ladrón de potasio». Aunque juega un papel importante en la química del organismo en la edad avanzada, debe ser reducido, dada también su correlación con la retención de agua, por lo tanto con el aumento de la presión arterial.