Aunque el Crohn y la Colitis Ulcerosa son enfermedades de baja prevalencia en Puerto Rico, sus diagnósticos son difíciles de alcanzar. Así lo aseguró el gastroenterólogo Roberto Vendrell en el Simposio “Viviendo con Crohn y Colitis Ulcerosa: Más Allá del Intestino”, celebrado hoy en la Universidad Ana G. Mendez, recinto de Cupey.
“Tenemos muchos pacientes con Crohn y Colitis Ulcerosa, pero sigue siendo una enfermedad poco común en Puerto Rico. Hay que sospecharla [el Crohn y Colitis Ulcerosa] para llegar a un diagnóstico”, señaló el especialista.
El galeno explicó que persiste una confusión entre ambas condiciones. Según Vendrell, el Crohn se destaca por su afectación en todas las partes del sistema gastrointestinal.
¿Qué distingue el Crohn de la Colitis Ulcerosa?
“La diferencia de la enfermedad de Crohn es que puede afectar cualquier parte del sistema gastrointestinal de la boca al año. La diferencia también es que puede haber áreas saludables con áreas enfermas”, indicó el galeno durante su ponencia en el evento.
Asimismo, explicó que la condición se distribuye a través del tracto gastrointestinal: “la distribución más común sigue siendo en el intestino delgado hasta un 45% del área ileocólico que es la conexión entre el intestino delgado y el colon”.
Para lograr un diagnóstico certero, el gastroenterólogo recomendó que los pacientes mencionen a sus médicos la zona en la que sienten el dolor. Según Vendrell, conocer el área de la afección aporta a que los especialistas puedan diferencias entre el Crohn y la Apendicitis.
“Es importante reconocer esto y que los médicos, cuando preguntan donde se manifiesta ese dolor, consideren el Crohn además de la apendicitis”, señaló Vendrell durante su ponencia.
Entre los síntomas más comunes destacó el dolor abdominal, pérdida de peso, cansancio y el pobre apetito. Además, existen pacientes que pueden presentar fiebre y diarreas y ciertos menores pueden tener un patrón de retardo en crecimiento.
Por su parte, señaló que la Colitis Ulcerosa se presenta únicamente en el colon. Algunos de los signos de la condición son el sangrado en el colon, mucosidad en las heces, dolor abdominal y diarreas con sangrado.
Esta condición se relaciona a otras afecciones de salud: “puede afectar también otras áreas fuera del intestino como en la boca que puede haber úlceras, en la piel se pueden crear lesiones particulares que ayudan al diagnóstico y también se puede desarrollar artritis”.
¿Cómo llegar al diagnóstico?
De acuerdo con Vendrell, mayormente los especialistas realizan conteo de sangre (CBC) que les ayuda a evaluar un alza en las plaquetas. Asimismo, utilizan las pruebas químicas de proteínas, marcadores de inflamación y prueba de heces fecales.
También, los especialistas utilizan las radiografías, endoscopias, colonoscopias y la cápsula endoscópica. Igualmente, destacó la utilización del MRI en el diagnóstico: “el MRI en la pelvis para evaluar la zona del ano y la pelvis es bien útil para el diagnóstico”.
El gastroenterólogo destacó que el diagnóstico es vital para asistir al paciente y lograr que llegue al estado de remisión y control de las condiciones. Indicó que actualmente existen muchos medicamentos para tratar ambas enfermedades: “ahora tenemos muchos medicamentos y eso es algo bien positivo”.
Asimismo, destacó que el enfoque de los especialistas es evitar las complicaciones y disminuir la probabilidad de incurrir en operaciones quirúrgicas. “Hay que buscar cuán extensa y severa es la enfermedad para poder atenderla”, puntualizó el galeno.