Las vitaminas y otros nutrientes resultan ser esenciales para tener una adecuada salud y porque no, para mantener un aspecto joven y reluciente en nuestra piel.
Muchos trabajadores de la salud recomiendan el consumo constante de vitaminas pero la duda radica en si el deporte que necesitamos lo obtenemos en nuestra alimentación o si requerimos de algún tipo de suplemento como apoyo para cubrir nuestras necesidades.
La respuesta a esta duda es que ciertamente una alimentación equilibrada es indispensable pero el consumo de algunos suplementos también pueden ser claves para llenar algunos vacíos que no se logran solo con la alimentación.
Antioxidantes
Entre los antioxidantes se encuentra la vitamina A (retinol, betacaroteno y carotenoides), la vitamina C y la vitamina E. Son indispensables para proteger las partículas diminutas que produce el cuerpo, llamadas radicales libres, que pueden desgarrar las células.
Los antioxidantes ayudan a reducir el riesgo de presentar algunas enfermedades, fortalecen el sistema inmunológico y retrasan el envejecimiento
El betacaroteno es convertido por el cuerpo en vitamina A, un nutriente que favorece a la vista, los tejidos blandos y la piel.
Algunos alimentos son ricos en betacaroteno como los albaricoques, el melón, las zanahorias, la guayaba, la col rizada, la papaya, los duraznos, los pimientos rojos, las espinacas y los tomates.
Por su parte, la vitamina C permite curar con mayor facilidad algún tipo de herida y ayuda al cuerpo a producir glóbulos rojos. También favorece tu concentración.
La vitamina C está presente en alimentos como el brócoli, el pomelo, el kiwi, las naranjas, los pimientos, las papas, las fresas y los tomates.
La vitamina E que también hace parte de este grupo de antioxidantes ayuda al cuerpo a mantener las células sanas y retrasa los signos del envejecimiento.
Sin embargo, no debe exceder su consumo ya que aumenta el riesgo de sangrado lo que puede ser grave si llegas a tener algún accidente.
Algunos de los alimentos en los que puedes encontrar vitamina E son: aceite de maíz, aceite de hígado de bacalao, avellanas, mantequilla de maní, aceite de cártamo, semillas de girasol y germen de trigo.
Vitaminas B
Todos los nutrientes que hacen parte de estas vitaminas favorecen el buen estado de salud. Sin embargo, las vitaminas B6, B12 y el ácido fólico, son los más importantes dentro de este grupo.
La vitamina B6 o piridoxina es clave para el buen funcionamiento del cerebro y para convertir los alimentos en energía.
No se recomienda exceder su consumo ya que puede llegar a ser tóxica, por lo que lo mejor es obtener sus aportes de productos como: pescado, papas, garbanzos, aguacate, plátano, frijoles, cereales, carnes y avena.
La vitamina B12 es un nutriente que ayuda al cuerpo a producir glóbulos rojos y al buen funcionamiento del metabolismo. La encuentras en productos como queso, huevos, pescado, carne, leche y yogur.
El ácido fólico por su parte, ayuda a desarrollar un cerebro y una médula espinal sanos y previene los cambios en el ADN que pueden provocar algunos tipos de cáncer.
En los niños su consumo ayuda a prevenir la anemia. Y, es muy importante para las mujeres en estado de embarazo porque ayuda a prevenir defectos de nacimiento como la espina bífida.
Los alimentos recomendados son: espinacas y verduras de hoja verde, espárragos, frutas cítricas, melones, fresas, granos fortificados, legumbres, garbanzos, frijoles, huevos e hígado.
Vitamina D
Aunque se llame “vitamina D” realiza la función de una hormona, pues ayuda a movilizar el calcio y el fósforo (minerales importantes para mantener los huesos fuertes) hacia el torrente sanguíneo.
Quienes tienen deficiencia de vitamina D, pueden presentar con el tiempo condiciones como osteoporosis debido a que el cuerpo tomará calcio y fósforo de los huesos para suplir sus necesidades.
La vitamina D está presente en huevos y pescado (especialmente salmón, caballa y sardinas).
Los adultos mayores pueden requerir un apoyo con suplementos para suplir las necesidades diarias.
Vitamina K
Te ayuda a mantener los huesos fuertes y a tener una adecuada coagulación, especialmente en las personas mayores.
Los alimentos recomendados son: vegetales de hojas verdes, aceite de soya, brócoli, alfalfa, espinacas cocidas y aceite de pescado.
Alimentos o suplementos: ¿cuál es la mejor opción?
La mayoría de los especialistas en salud recomiendan obtener este tipo de vitaminas directamente desde una alimentación sana, nutritiva y balanceada. Sin embargo, en algunos casos, las personas pueden presentar deficiencias y requerir el consumo de algún suplemento como en el caso de las embarazadas.
Consulte siempre con su médico y siga sus recomendaciones cuidando especialmente no exceder las dosis recomendadas.
Fuente Web MD