A los múltiples causantes del asma en niños se suman, de acuerdo con recientes estudios, las cocinas de gas, que serían responsables de, al menos, el 12,7 % de casos de esta enfermedad respiratoria en menores de edad en los Estados Unidos.
De acuerdo con los investigadores, los infantes que tienen cercanía con estas cocinas tenían el mismo riesgo que los pacientes que estaban expuestos a fumadores pasivos. Estas fueron algunas de las conclusiones que dieron dos recientes estudios.
Uno de ellos, encabezado por el International Journal of Environmental Research and Public Health, reveló que las personas que se veían expuestas al carbón, la leña y otras sustancias de esta índole para cocinar, tenían más probabilidades de desarrollar asma. Además, si ya la tenían, el riesgo de que se agrava era mayor.
Eso sí, los científicos hicieron la salvedad de que, aunque el riesgo de estar en contacto con estas sustancias es mayor, no se debía generar pánico sino buscar soluciones generalizadas que le permitiera al paciente estar mejor.
«Tenemos una situación en la que la contaminación dentro de la casa, por las cocinas de gas, es superior a lo permitido en el aire exterior. Hay otros estudios que dicen que es comparable a ser fumador pasivo», ha desvelado Talor Grüenwal, autor del estudio sobre el asma infantil y el gas doméstico.
Para conocer los resultados, los investigadores analizaron los datos de 41 informes que se habían realizado previamente para conocer la incidencia de las cocinas de gas en la salud del ser humano.
Dentro de los estudios que se analizaron estuvo uno del 2018, que se hizo en Australia, y que hasta el momento era uno de los que más data había sostenido de las repercusiones para el asma al estar relacionado con estos factores.
Allí, se indagaba la incidencia en la salud de las familias estadounidenses que aún usaban las estufas de leña y carbón para cocinar, frente a los que tenían gas natural y cocinas eléctricas para preparar los alimentos.
En las conclusiones se evidenció que las cocinas no convencionales emitían algunas sustancias dañinas que perjudicaban la salud respiratoria de los pacientes. Por ejemplo, estaba el dióxido de nitrógeno (NO2), que se ha evidenciado es uno de los principales agentes nocivos para tener asma.
Otros de los estudios realizados en torno al asma y sus afectaciones para la salud estuvo liderado por la Organización de los Países Bajos para la Investigación Científica Aplicada (TNO), que reveló que el 12 por ciento de los casos de asmáticos en la región europea estuvieron relacionados al dióxido de nitrógeno, causado por la cercanía a las estufas de gas, sobre todo en los hogares que las usan para cocinar.
“Los del gas de cocina son insignificantes respecto a los de la electricidad en todos los aspectos de la salud, incluyendo el asma», detalló el profesor de salud pública en la Universidad de Liverpool (del Reino Unido), Daniel Pope, quien participó en estas investigaciones.
Todos los participantes de estos estudios, además, recomendaron repensar el uso de estos elementos para cocinar e, igualmente, exhortaron a asistir periódicamente al médico para evaluar la salud.