La vitamina C, también llamada ácido ascórbico, pertenece al grupo de las denominadas vitaminas hidrosolubles, es decir, aquellas vitaminas que no pueden acumularse en el cuerpo, pero que deben tomarse regularmente a través de la dieta.
Además de disolverse en agua, la vitamina C es sensible a las altas temperaturas, por lo que se elimina completamente de los alimentos en los que se encuentra cuando se cocina en agua.
¿Para qué es la vitamina C?
La vitamina C, o ácido ascórbico, participa en muchas reacciones metabólicas y en la biosíntesis de aminoácidos, hormonas y colágeno.
Gracias a su fuerte poder antioxidante, la vitamina C refuerza las barreras del sistema inmunológico y ayuda al cuerpo a prevenir el riesgo de cáncer, especialmente en el estómago, inhibiendo la síntesis de sustancias cancerígenas. Su contribución también es esencial para la neutralización de los radicales libres.
¿En qué alimentos está presente la vitamina C?
La vitamina C se encuentra principalmente en los alimentos frescos, y especialmente en ciertos tipos de frutas y verduras como las naranjas, las fresas, las mandarinas, los kiwis, los limones, las espinacas, el brócoli, los tomates y los pimientos. Para disfrutar plenamente de los beneficios de la vitamina C, estos alimentos deben almacenarse durante no más de 3-4 días, y comerse crudos o poco cocinados.
¿Cuál es el requerimiento diario de vitamina C?
Las necesidades diarias de vitamina C, o ácido ascórbico, son de unos 90 mg para los hombres y unos 70 mg para las mujeres, que deben aumentarse si se está embarazada.
Deficiencia de vitamina C
La falta de vitamina C, o ácido ascórbico, causa la aparición del escorbuto, una enfermedad que en el pasado era muy común entre los marineros que vivían en los barcos y no comían alimentos frescos durante largos períodos de tiempo. Los síntomas del escorbuto son: una condición de apatía, anemia y falta de apetito seguida de otros signos como encías sangrantes, caída de dientes, dolor muscular y hemorragias subcutáneas.
Exceso de vitamina C
La ingesta excesiva de vitamina C o ácido ascórbico -que puede ser causada por una dieta desequilibrada o por el abuso de suplementos- puede provocar problemas renales, formación de cálculos o una sobredosis de hierro, ya que la vitamina C promueve su absorción.
Un exceso de vitamina C puede provocar síntomas como dolores de cabeza, acidez estomacal, vómitos, diarrea, gastritis y calambres abdominales, pero también debilidad, mareos y sofocos repentinos.
¿Es cierto que la vitamina C es capaz de vencer la gripe?
Cuando se tiene gripe, es una práctica común creer que tomar vitamina C en buenas dosis es útil para eliminar el resfriado. De hecho, la vitamina C no tiene propiedades terapéuticas, por lo que no parece ser capaz de prevenir o curar los resfriados.
Más bien, la vitamina C, o ácido ascórbico, se reconoce como la capacidad de acortar el episodio de gripe desde un punto de vista temporal, pero siempre haciendo hincapié en que no se debe abusar de ella en su ingesta, para no crear problemas a los riñones.