La faringoamigdalitis estreptocócica es una infección provocada por un tipo de bacteria (estreptococos grupo A). Las bacterias estreptocócicas provocan aproximadamente un tercio de todos los dolores de garganta
Si no se trata, esta afección puede derivar en complicaciones como inflamación renal y fiebre reumática, que pueden causar dolor e inflamación articular, un tipo específico de erupción cutánea y daño en las válvulas cardíacas.
Aunque es más común en niños, la faringitis estreptocócica puede afectar a personas de cualquier edad, por lo que es importante consultar a un médico si se presentan síntomas de dolor de garganta para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Síntomas de faringoamigdalitis estreptocócica
Los signos y síntomas de la amigdalitis estreptocócica comprenden:
- Dolor de garganta que, por lo general, aparece rápidamente
- Dolor al tragar
- Amígdalas enrojecidas e inflamadas, en ocasiones con manchas blancas o rastros de pus
- Pequeños puntos rojos en la parte posterior del paladar (blando o duro)
- Ganglios linfáticos del cuello inflamados y sensibles
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Erupción cutánea
- Náuseas o vómitos, en especial en los niños más pequeños
- Dolor generalizado
Los niños con faringoamigdalitis estreptocócica tal vez tengan otros síntomas dentro de aproximadamente 3 días. Entre esos síntomas se encuentran los siguientes:
- Manchas rojas y blancas en la garganta
- Dificultad para tragar
- Dolor de cabeza
- Dolor en la parte baja del estómago
- Malestar general, molestias o sentirse enfermos
- Pérdida del apetito y náuseas
- Erupción en la piel
¿Es contagiosa la faringoamigdalitis estreptocócica?
La faringoamigdalitis estreptocócica es altamente contagiosa, y aunque puede afectar a cualquier persona, es más común en niños y adolescentes en edad escolar. La infección se propaga fácilmente a través de actividades cotidianas como toser, estornudar o tener contacto físico con una persona infectada.
Los niños que no reciben tratamiento para la faringoamigdalitis estreptocócica tienen un mayor riesgo de propagar la infección cuando los síntomas son más fuertes. A veces pueden continuar siendo contagiosos durante hasta tres semanas. Por esta razón, es importante que los niños aprendan la importancia de lavarse las manos adecuadamente para reducir la propagación de enfermedades infecciosas como la faringoamigdalitis estreptocócica.
Si su hijo presenta dolor de garganta y otros síntomas de faringoamigdalitis estreptocócica, es importante que contacte a su médico. El médico probablemente realizará una prueba rápida de estreptococo en el consultorio, tomando una muestra de líquido de la parte posterior de la garganta con un hisopo de algodón. Esta prueba solo toma alrededor de cinco minutos.
¿Cómo se trata?
La mayoría de los dolores de garganta son causados por virus y no por bacterias, por lo que no se necesitan antibióticos para tratarlos. Sin embargo, si una prueba para estreptococos da resultado positivo, se puede considerar el uso de antibióticos para prevenir problemas de salud más graves, como la fiebre reumática.
En general, se prescriben antibióticos como la penicilina o la amoxicilina para combatir la bacteria del estreptococo. Además, algunos otros antibióticos también pueden ser efectivos contra esta bacteria. Los antibióticos se deben tomar durante 10 días, aunque los síntomas pueden desaparecer en unos pocos días.
Para aliviar los dolores de garganta, se pueden seguir algunos consejos, como beber líquidos calientes, hacer gárgaras con agua tibia y sal, beber líquidos fríos, chupar dulces o pastillas para la garganta y usar un humidificador para humectar el aire. Además, se pueden probar analgésicos de venta libre, como el paracetamol. Es importante tener en cuenta que los dulces y pastillas para la garganta no deben administrarse a los niños pequeños debido al riesgo de ahogamiento.
Prevención
Para prevenir la infección por estreptococo:
- Lávate las manos. La mejor manera de prevenir todo tipo de infecciones es lavarse bien las manos. Por eso es importante lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Enséñales a tus hijos a lavarse bien las manos usando agua y jabón, o un desinfectante de manos a base de alcohol si no hay agua y jabón disponibles.
- Tápate la boca. Enséñales a tus hijos a taparse la boca con el pliegue del codo o un pañuelo desechable cuando tosen o estornudan.
- No compartas los elementos personales. No compartas vasos ni cubiertos. Lava los platos con agua jabonosa caliente o en un lavavajillas.
Fuentes: Mayo Clinic, KidsHealth