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¿Los síntomas de la esclerosis múltiple son diferentes en mujeres?

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad que puede provocar discapacidad en el cerebro y la médula espinal, los cuales forman parte del sistema nervioso central.

La EM se caracteriza por el ataque del sistema inmunitario a la mielina, la capa protectora que cubre las fibras nerviosas, lo que provoca problemas en la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Con el tiempo, la enfermedad puede causar daños permanentes en las fibras nerviosas o incluso su deterioro.

Los signos y síntomas de la EM varían significativamente de una persona a otra y dependen de la ubicación y gravedad del daño en las fibras nerviosas del sistema nervioso central. Algunas personas con EM grave pueden perder la capacidad de caminar de forma independiente o moverse sin ayuda. Sin embargo, otras personas pueden experimentar periodos prolongados de remisión sin nuevos síntomas, según el tipo de EM que tengan.

¿Cómo afecta la EM a las mujeres?

Determinar las diferencias claras en cómo la esclerosis múltiple (EM) afecta a cada género no es una tarea sencilla. La EM es una enfermedad muy variable, conocida como la enfermedad de las mil caras, lo que significa que los síntomas varían de una persona a otra.

No obstante, se sabe que la EM afecta con mayor frecuencia a las mujeres, como ocurre con otras enfermedades autoinmunitarias. Esto podría deberse a la actividad y complejidad del sistema inmunológico femenino, que está influenciado en parte por los estrógenos. Por otro lado, se considera que las mujeres son menos vulnerables a las infecciones.

Sin embargo, la mayor incidencia en mujeres no implica que la gravedad de la enfermedad sea mayor. De hecho, los síntomas que afectan a ambos géneros son muy similares. Algunos estudios sugieren que durante la fase premenstrual, algunas mujeres con EM pueden experimentar un empeoramiento de los síntomas, como debilidad en las extremidades y mayor urgencia urinaria durante la noche.

Síntomas de EM en mujeres

Aunque los hombres y las mujeres con EM suelen experimentar síntomas similares, ciertos factores -como la menstruación, el embarazo y la menopausia- pueden influir en los síntomas de la EM en las mujeres.

Los síntomas de la EM en las mujeres son similares a los de los hombres, pero pueden presentarse problemas adicionales debido a los cambios hormonales. Además, la EM puede afectar la salud sexual y el funcionamiento de la vejiga de manera diferente en las mujeres.

Problemas de visión

Para muchas personas, los problemas de visión son el primer síntoma perceptible de la EM.

Los tres problemas de visión más comunes son:

  • Neuritis óptica, que puede causar puntos ciegos y dolor en los ojos.
  • Visión doble, que se produce cuando los ojos no se alinean correctamente.
  • Nistagmo, en el que los ojos realizan movimientos involuntarios.

En aproximadamente 1 de cada 5 personas con EM, la neuritis óptica es el primer síntoma que experimentan.

Otros síntomas que pueden afectar a los ojos de una persona con EM son

  • Visión borrosa
  • Mala visión de los colores o del contraste
  • Movimientos oculares dolorosos
  • Ceguera en un ojo
  • Mancha oscura en el campo visual

Entumecimiento

El entumecimiento de la cara, el cuerpo, los brazos o las piernas es otro síntoma frecuente de la EM y suele ser uno de los primeros síntomas de la enfermedad.

El entumecimiento puede variar desde leve y apenas perceptible hasta lo suficientemente grave como para interferir en las actividades diarias, como sujetar objetos y caminar.

Fatiga

La fatiga o el agotamiento inexplicable afecta a aproximadamente el 80% de las personas con EM.

En algunos casos, la causa de la fatiga está relacionada con otro síntoma de la EM. Por ejemplo, las personas con disfunción vesical pueden dormir poco porque tienen que despertarse para ir al baño a lo largo de la noche.

Las personas con EM que experimentan espasmos musculares nocturnos también pueden tener problemas para dormir, lo que resulta en fatiga durante el día. La EM también puede aumentar el riesgo de depresión, lo que a su vez puede causar fatiga.

Problemas de vejiga

Los problemas de vejiga pueden afectar significativamente la calidad de vida de las personas con EM. Existen tratamientos que pueden ayudar a aliviar estos síntomas, como la fisioterapia, los medicamentos y los procedimientos quirúrgicos en casos graves. Es importante hablar con un médico para determinar el mejor plan de tratamiento individualizado.

Problemas intestinales

Los problemas intestinales son comunes en personas con EM, incluyendo estreñimiento, diarrea y pérdida del control intestinal. Estos problemas pueden empeorar otros síntomas de la EM, como problemas de vejiga, rigidez muscular y espasmos musculares involuntarios.

Los investigadores creen que la dificultad para controlar los intestinos en personas con EM se debe al daño neurológico causado por la enfermedad. Además, las personas con EM también pueden tener problemas de control intestinal cuando sufren de estreñimiento. Alrededor del 50% de las personas con EM experimentan problemas intestinales en algún momento.

Dolor

El dolor es un síntoma común en la EM. Se estima que el 55% de las personas con EM experimentan dolor clínicamente significativo, y el 48% vive con dolor crónico.

Un estudio reciente encontró que las mujeres con EM tienen más probabilidades de experimentar dolor que los hombres. Se cree que esto se relaciona con un mayor riesgo de depresión en las mujeres con EM.

El dolor agudo en la EM puede ser causado por problemas con los nervios que transmiten las sensaciones en el sistema nervioso central. Algunos de los síntomas agudos incluyen neuralgia del trigémino, el signo de Lhermitte y el «abrazo de la esclerosis múltiple».

Las personas con dolor crónico por EM pueden experimentar síntomas como ardor, dolor, punzadas y pinchazos. El dolor crónico también puede ser causado por cambios en la marcha, rigidez muscular, espasmos, uso incorrecto de ayudas para la movilidad y cambios musculares debido a la pérdida de movilidad.

Cambios cognitivos

Más del 50% de las personas con EM experimentan cambios en su función cognitiva, lo que significa que a veces pueden tener dificultades para procesar información nueva, aprender y recordar información, organizar la información y resolver problemas, centrar y mantener la atención, percibir el entorno que les rodea, y comprender y utilizar el lenguaje, así como realizar cálculos.

Los síntomas cognitivos de la EM suelen ser de leves a moderados y afectan solo algunos aspectos de la cognición. Sin embargo, en raras ocasiones, las personas con EM pueden experimentar problemas cognitivos que son incapacitantes.

Depresión

La depresión es un síntoma común de la EM, siendo más prevalente que en otras enfermedades crónicas, afectando hasta la mitad de las personas con EM en algún momento. La depresión clínica se define como síntomas depresivos que duran un mínimo de dos semanas.

Los síntomas de la depresión clínica incluyen pérdida de interés en las actividades cotidianas, cambios en el apetito, tristeza, irritabilidad, alteraciones en el sueño, fatiga, sentimientos de culpa e inutilidad, dificultad para pensar o concentrarse, cambios en el comportamiento y pensamientos de muerte o suicidio. La depresión clínica también puede exacerbar otros síntomas de la EM.

Debilidad muscular

La debilidad muscular es un síntoma común de la EM y puede tener varias causas. En primer lugar, se debe al daño de las fibras nerviosas que controlan los músculos. Además, la falta de uso puede provocar desacondicionamiento muscular con el tiempo.

La debilidad muscular relacionada con la EM puede afectar cualquier parte del cuerpo, pero puede ser especialmente difícil para las personas caminar y mantener la movilidad cuando afecta a las piernas, tobillos y pies. Según estudios previos, alrededor del 80% de las personas con EM experimentan debilidad muscular.

Rigidez muscular y espasmos

La EM puede causar espasticidad, que se refiere a la rigidez muscular y espasmos musculares involuntarios en las extremidades, especialmente en las piernas. Este síntoma puede afectar al 40-80% de las personas con EM en algún momento.

Algunos de los síntomas comunes de la espasticidad son:

  • Rigidez en o alrededor de las articulaciones
  • Espasmos dolorosos e incontrolables en brazos y piernas
  • Dolor lumbar
  • Dificultad para enderezar las caderas y las rodillas
  • Rigidez en las caderas y las rodillas cuando están juntas o cruzadas.

Mareos y vértigo

Algunas personas con EM experimentan mareos y una sensación de aturdimiento, debilidad o desmayo. Ocasionalmente, pueden experimentar vértigo, que les hace sentir como si ellos o su entorno estuvieran girando.

El daño de la EM puede afectar las vías que coordinan la información espacial, visual y sensorial necesaria para mantener el equilibrio corporal, lo que puede provocar vértigo.

Los síntomas del vértigo incluyen problemas de equilibrio, mareo por movimiento, náuseas y vómitos, mareo y una sensación de dar vueltas. Según las investigaciones, alrededor del 49-59% de las personas con EM experimentan vértigo, mareos o problemas de equilibrio.

Problemas sexuales

Los problemas sexuales son comunes en las personas con EM y pueden incluir dificultades para excitarse o alcanzar el orgasmo, así como dolor durante las relaciones sexuales debido a una reducción en la lubricación vaginal natural en las mujeres.

Además, la EM puede afectar las vías de respuesta sexual que conectan el cerebro y los órganos sexuales, lo que puede llevar a problemas sexuales. Otros síntomas de la EM, como espasmos musculares, cambios de humor o fatiga, también pueden afectar la vida sexual de una persona.

Según la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple (NMSS), los problemas sexuales pueden afectar hasta al 91% de los hombres y al 72% de las mujeres con EM. En un estudio, el 61% de los hombres y el 63% de las mujeres informaron haber experimentado problemas sexuales debido a la enfermedad.

Cambios emocionales

Los cambios emocionales son comunes en las personas con EM, y pueden incluir una amplia gama de síntomas, como cambios de humor, períodos de risa o llanto incontrolables, irritabilidad, pena, preocupación, miedo, ansiedad, angustia, ira o frustración. La enfermedad puede resultar aterrador debido a sus síntomas fluctuantes e impredecibles, que pueden ser incapacitantes.

La EM también puede dañar las fibras nerviosas del cerebro, lo que puede provocar cambios emocionales. Además, algunos medicamentos utilizados para tratar la EM, como los corticosteroides, pueden tener efectos secundarios emocionales, como ansiedad, irritabilidad, agitación, llanto, inquietud y miedo.

Dificultad para caminar

Las personas con EM pueden desarrollar problemas con la marcha o la forma de caminar debido a varios factores. Algunos de los síntomas de la EM que pueden afectar a la forma de andar de una persona son

  • rigidez y espasmos musculares
  • entumecimiento u otros problemas sensoriales en caderas, piernas, tobillos o pies
  • fatiga
  • debilidad muscular
  • pérdida de equilibrio

Efectos hormonales

Existen algunas pruebas que sugieren que la EM puede afectar a las mujeres de forma diferente que a los hombres debido a los cambios hormonales, incluidos los que se producen durante las siguientes épocas de la vida.

Menstruación

Se necesita más investigación para sacar conclusiones firmes, pero el NMSS afirma que algunos estudios han descubierto que las mujeres con EM tienen peores síntomas una semana después de empezar la menstruación.

Los estudios que utilizaron una resonancia magnética también han demostrado que la actividad de la enfermedad de la EM puede cambiar en función de los diferentes niveles hormonales durante la menstruación.

Embarazo

Durante el embarazo, puede haber un menor riesgo de reagudización de los síntomas de la EM, especialmente durante el segundo y el tercer trimestre.

Los investigadores creen que el embarazo puede tener un efecto protector contra la EM al aumentar los niveles de compuestos que ayudan a reducir la inflamación y los efectos de la enfermedad.

Durante el embarazo circulan de forma natural en el organismo niveles más elevados de corticosteroides, otro tipo de inmunosupresor.

Además, algunos de los medicamentos que se utilizan para tratar la EM no son seguros durante el embarazo y pueden empeorar los síntomas.

Toda persona con EM que esté embarazada o que planee quedarse embarazada debe consultar a su médico sobre la medicación que toma.

Menopausia

Los síntomas de la EM pueden empeorar tras la menopausia, posiblemente porque la disminución de los niveles de estrógenos afecta negativamente a la progresión de la enfermedad.

Sin embargo, es difícil saber si los síntomas de la EM empeoran a causa de la menopausia o simplemente como resultado natural del envejecimiento o de la progresión de la enfermedad. Se necesita mucha más investigación para entender la relación.

La EM en las mujeres

Según el National Multiple Sclerosis Society, al menos el doble o el triple de mujeres que de hombres reciben un diagnóstico de EM. En general, la EM parece afectar de forma similar a hombres y mujeres. Sin embargo, un médico no puede predecir qué síntomas experimentará una persona con EM, la gravedad de los síntomas o la progresión de la enfermedad.

Fuentes: MedicalNewsToday, Mayo Clinic

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