Por: Kalimarie Bonilla Pietri, MEd Terapeuta Educativa
La estimulación cognitiva se lleva a cabo mediante actividades específicas diseñadas para trabajar las funciones que pueden verse afectadas y deterioradas, tanto por el proceso natural de envejecimiento como por enfermedades neurodegenerativas. Estas actividades y ejercicios deben enfocarse en la memoria, la atención, el lenguaje y la orientación, y deben ser prácticos, lúdicos y funcionales.
Algunos ejercicios son:
- Talleres y clases
- Lectura y escritura
- Actividades sensoriales
- Actividades artísticas
- Destrezas motoras finas
- Lenguaje
- Juegos de orientación
- Juegos de mesa
Otro enfoque importante es fomentar la interacción social para evitar que los adultos mayores se aíslen y reducir el estrés causado por el deterioro cognitivo. Estas herramientas no solo les brindan fortaleza y autonomía funcional para realizar tareas y aumentar su autoestima, sino que también son beneficiosas para personas adultas que no presentan deterioro cognitivo, pero que están interesadas en cuidar y estimular su actividad cerebral. En este escrito se describen los beneficios de trabajar la estimulación cognitiva en nuestros adultos mayores y se destaca su valor para cualquier adulto que desee mejorar su salud cognitiva.
Es importante proporcionar actividades que refuercen la autoestima, la autoeficacia y el deseo de disfrutar, cantar, divertirse y socializar en nuestros adultos mayores. En conclusión, la estimulación cognitiva debe ser guiada por un profesional capacitado para diseñar un plan de intervención personalizado y adaptado a las características individuales. También es crucial fortalecer la autonomía funcional de las personas mayores para que puedan realizar tareas rutinarias de forma autónoma y así reducir el proceso de deterioro cognitivo causado por enfermedades como el alzhéimer o el párkinson.