Al pasar los años, las condiciones de salud mental han incrementado sustancialmente en los Estados Unidos. Como resultado, la depresión se ha convertido en un problema de salud pública a nivel nacional.
Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) se estima que alrededor de 4.7% de los adultos mayores de 18 años padecen de depresión. Aún más alarmante, en 2020 el CDC registró 45,979 de muertes por suicidios en la nación.
En busca de soluciones, la comunidad médica ha investigado este trastorno para lograr que los pacientes tengan una recuperación rápida y con menos efectos secundarios.
Aunque existen múltiples medicamentos de tratamiento, los especialistas no tienen una manera exacta para dar con la mejor opción para el paciente. Esto causa que los pacientes deban ingerir más de un fármaco hasta llegar al que mejor le funcione.
No obstante, el panorama se agrava por el factor de que los medicamentos tardan un lapso de meses o semanas en hacer efecto. De acuerdo con WebMD, un aproximado de 30% de los pacientes aseguran que no experimentan mejoría con la condición luego de intentar varios fármacos.
En busca de alternativas, la ciencia médica han desarrollado múltiples investigaciones que podrían interesarle si padece de depresión. Entre ellos, se destacan los antidepresivos de acción rápida que se definen como fármacos que presentan alivio de síntomas o pensamientos suicidas en horas.
El medicamento conocido como ‘ketamina’ fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para el tratamiento de la depresión en 2019. Según WebMD, este medicamento mejora los síntomas de la depresión pues eleva los niveles de glutamato, una sustancia que apoya la comunicación entre las células del cerebro.
Por otro lado, los científicos trabajan en la búsqueda del mejor antidepresivo para cada paciente. Los recientes estudios brindan una guía para que los especialistas puedan escoger el tratamiento más adecuado para cada paciente.
Entre los factores a evaluar, la ciencia médica destaca el análisis de sangre. Esto debido a que la evaluación mide las proteínas de la sangre que pueden pronosticar qué fármacos tienen mayor probabilidad de aliviar los síntomas.
Asimismo, recomiendan realizar pruebas de genes a los pacientes ya que ciertos genes pueden afectar la reacción del cuerpo a medicamentos específicos. Según datos de WebMD, una investigación reciente arrojó que los pacientes sometidos a prueba de 10 genes para escoger su tratamiento presentaron mejoría más rápido que las personas que no se sometieron a la prueba.
Por otro lado, los especialistas sugieren incorporar los estudios de imágenes mentales para ayudar a la selección del tratamiento adecuado. Entre ellos, se destaca la tomografía computarizada por emisión de positrones simples (SPECT, por sus siglas en inglés) y la tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés).
Dichos estudios presentan la actividad cerebral y, según WebMD, un reciente estudio demostró que el PET analiza la utilización del cerebro con la glucosa y el azúcar y ayuda a predecir la efectividad de los medicamentos en el paciente.
Actualmente, las investigaciones se centran en el uso de la inteligencia artificial para escanear la actividad cerebral. En 2020, un estudio de Nature Biotechnology reveló que un programa de inteligencia artificial podría predecir el mejor antidepresivo para el paciente.