Los últimos datos públicos del año 2021 indican que la tasa de suicidios en Corea del Sur es de 26 por cada 100.000 habitantes, la más alta entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Según los expertos, estos se atribuyen a los jóvenes entre 20 y 30 años que se sienten solos o que no encuentran su lugar. Aun así, un gran porcentaje de la población coreana sigue siendo reacia a tratar estos problemas.
Existe una gran crisis de salud mental en Corea del Sur, la cual se atribuye a entornos de alta presión en la escuela y el trabajo, el desempleo, la falta de una red de seguridad social para los ancianos y la prevalencia de valores culturales que estigmatizan la salud mental, porque sigue siendo un tema tabú.
Muertes que han conmocionado el mundo del K-Pop
Recientemente se supo de la muerte de Moonbin, un cantante, bailarín, actor y modelo de 25 años. El joven fue encontrado muerto por su manager en su apartamento en Gangnam.
El artista formaba parte de una boy band llamada Astro, muy popular en Asia. Apenas nueve días antes de su muerte, en una transmisión en vivo a través de las redes sociales con sus seguidores confesó sentirse muy mal. Pero este no es el primero de los casos. La muerte de Moonbin representa la enésima muerte de famosos en Corea a causa del suicidio.
Apenas una semana antes el país se estremeció por otro aparente suicidio, el de la actriz Jung Chae-yul, de 26 años, conocida por su papel en una comedia surcoreana, Zombie Detective, que se puede encontrar en Netflix. En los tabloides locales se ha especulado que Jung batallaba contra la depresión.
Por otra parte, en 2019 se destacó la cadena de tres suicidios que ocurrieron en un lapso de dos meses, empezando con el de la cantante Sulli, una joven prodigio que comenzó su carrera como actriz a los 11 años y que formó parte del grupo femenino F(x), uno de los más populares del país. Sulli, quien tenía 25 años, denunció ser víctima de acoso en línea. En un país que tradicionalmente resiste hablar de enfermedades mentales, Sulli llegó a presentar una serie de televisión sobre cómo el ciberacoso había contribuido a su trastorno de ansiedad y fobia social. Sin embargo, recibió críticas por ello.
Goo Ha-ra, más conocida por su nombre monónimo Hara, era una cantante y actriz surcoreana. Fue miembro del grupo coreano Kara y también participó en series como City Hunter. Debutó como solista en julio de 2015 con el lanzamiento de su EP Alohara. La cantante y actriz del grupo «Kara» tenía 28 años cuando fue hallada sin vida en su casa. Goo Hara se suicidó tras emprender una batalla legal con su exnovio por publicar una foto íntima de ella sin su consentimiento.
Jonghyun fue otro joven que decidió quitarse la vida. Kim Jong-hyun, (su nombre real) fue un cantautor y bailarín surcoreano. Se desempeñó como vocalista principal de la boy band «SHINee» durante 9 años hasta su fallecimiento y también participó en el proyecto SM the Ballad. Debutó como artista en solitario el 12 de enero de 2015 con el EP «Base».
El líder de «SHINee» murió a los 27 años de edad en un hospital de Seúl tras ser encontrado inconsciente en su casa. Murió el 18 de diciembre de 2017 y la causa de la muerte se declaró que fue por intoxicación con monóxido de carbono dejando una nota de suicidio.
¿Qué hay detrás de la ola de suicidios de los ídolos surcoreanos?
«Una serie de factores en Corea del Sur están contribuyendo a la sensación de desesperación que sienten muchos artistas jóvenes: la demanda de que presenten una imagen pública perfecta, su riguroso programa de capacitación, sobre todo para los artistas musicales, y una cultura de acoso en línea que apunta especialmente a mujeres francas como Sulli y Goo», señalaba un estudio sobre salud mental presentado en la revista trimestral Harvard International Review, que también abordaba la problemática del suicidio en el país asiático, que es la principal causa de muerte entre los menores de 40 años.
Existen diversas causas que explican el alto índice de fallecimientos de artistas en la industria del K-Pop. Sin lugar a dudas, la presión constante a la que están sometidos termina por quebrantarlos emocionalmente, ahogándolos en preocupaciones y frustraciones. La obsesión por alcanzar la fama y el reconocimiento en esta industria puede desempeñar un papel fundamental en este tipo de situaciones.
Las muertes en el K-Pop son más frecuentes que en otros ámbitos similares debido a diferentes factores. Algunos de ellos son los contratos problemáticos, exceso de trabajo, giras extenuantes y largas jornadas de ensayo, presiones de las discográficas, fans y contratistas, e incluso la obsesión por tener una apariencia «perfecta», lo que lleva a algunos artistas a someterse a intervenciones quirúrgicas estéticas que pueden resultar peligrosas.
La lamentable y triste realidad que se repite una y otra vez en el mundo del género musical surcoreano. Esto pone en evidencia cómo estos problemas afectan a la sociedad de Corea del Sur, que mira con malos ojos cualquier situación en la que se vean envueltos los cantantes y actores, reflejo de la potente corriente conservadora que se mantiene en ese país. La parte más difícil de sufrir depresión para los jóvenes artistas es que no pueden revelarlo ni buscar ayuda pues en Corea del Sur, acudir al psiquiatra es mal visto.
Esto claramente es una alerta para que la salud mental sea tomada mucho más en cuenta, trastornos que podrían considerarse “normales” como la ansiedad o la depresión, son en realidad enfermedades clínicas que dependiendo su gravedad pueden llevar a los pacientes al suicidio. Por lo que también es uno de los países con índices de suicidio más alto, tanto en jóvenes como en jóvenes adultos.
Fuentes: El Mundo y UNAM