La atrofia multisistémica es una enfermedad neurodegenerativa bastante rara. Los síntomas en las primeras etapas son similares a los de la enfermedad de Parkinson.
La atrofia multisistémica es una enfermedad neurodegenerativa bastante rara que afecta al sistema nervioso autónomo y al movimiento.
Los síntomas de este trastorno incluyen episodios de desmayos, cambios en el ritmo cardíaco y control de la vejiga. En las primeras etapas, son muy similares a la enfermedad de Parkinson.
La atrofia multisistémica tiene un curso muy rápido. Con el tiempo, el sujeto necesitará una silla de ruedas. Otros procesos degenerativos son el cateterismo intermitente y los trastornos de la función ejecutiva.
Lamentablemente, en los casos de atrofia multisistémica, el declive es inevitable. La esperanza de vida promedio es de 6 a 9 años. No existe una cura para esta enfermedad, aunque hay medidas y medicamentos que pueden calmar los síntomas.
¿Qué es la atrofia multisistémica?
Hasta la fecha, la causa de la atrofia multisistémica no se conoce todavía. Los expertos, sin embargo, han realizado varios estudios para encontrar su origen en posibles componentes hereditarios o toxinas ambientales.
En ninguno de los casos hay pruebas que apoyen estas teorías. La enfermedad causa el declive y la atrofia de ciertas áreas del cerebro. En particular, el cerebelo, los ganglios basales y el tronco cerebral, que son responsables de regular las funciones internas del cuerpo, la digestión y el control motor.
Los síntomas más característicos, entre otros, son los siguientes:
- Pérdida de habilidades motoras. Esto da lugar a dificultades para realizar actividades básicas como cerrar la boca o masticar.
- Interrupción de los ciclos de sueño. Dificultad para dormir y fatiga durante el día.
- Caídas frecuentes debido a la pérdida de control del cuerpo. Mareos y desmayos.
- Pérdida de control de intestinos o de la vejiga.
- Ausencia de sudor, que puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo.
- Problemas de vista y de habla.
El curso de la atrofia multisistémica puede variar de un sujeto a otro, pero en ninguna circunstancia hay remisión de la enfermedad. A medida que el proceso degenerativo evoluciona, las actividades diarias se vuelven cada vez más difíciles de realizar para el paciente.
¿Cuál es el tratamiento?
Actualmente no existe una cura para la atrofia multisistémica ni un tratamiento para frenar el curso del declive cognitivo. Sin embargo, se están realizando investigaciones para evaluar los medicamentos que tienen el potencial de retrasar la evolución de la enfermedad.
Los individuos con los síntomas más severos tienen medicamentos o tratamientos específicos disponibles para esta sintomatología. Por ejemplo, los desmayos y los mareos suelen tratarse con medidas como la inclusión de la sal en la dieta y la evitación de comidas copiosas y del alcohol.
A los pacientes que siguen una dieta de suplementos de sal también se les prescribe fludrocortisona. La midodrina también se suele recetar para aumentar el volumen de la sangre y los vasos sanguíneos estrechos. Además, beber uno o dos vasos de agua antes de levantarse de la cama puede ayudar a aumentar la presión arterial.
Curso de la atrofia multisistémica
Se estima que la atrofia multisistémica afecta a menos de 5 personas por cada 100.000. Una vez que se diagnostica la enfermedad, los pacientes generalmente sienten la urgencia y la voluntad de vivir el resto de su tiempo al máximo. Sin embargo, al mismo tiempo, experimentan el proceso degenerativo que puede producir una sensación de impotencia, causar depresión y crisis.
Es extremadamente importante que el paciente comience un viaje psicoterapéutico para que pueda contar con una valiosa ayuda para enfrentar la enfermedad de la mejor manera posible. Del mismo modo, el apoyo de la familia y los amigos también es esencial.
Las personas con atrofia multisistémica generalmente tienen una esperanza de vida de entre 7 y 10 años desde la aparición de los primeros síntomas. Sin embargo, este índice puede variar. Hay casos de personas que han vivido con la enfermedad durante más de 15 años.
La muerte suele ser causada por problemas respiratorios debidos a la incapacidad de funcionamiento del sistema nervioso.