Las Enfermedades Inflamatorias del Intestino, también conocidas como IBD (por sus siglas en inglés), se caracterizan por la inflamación y afectación de la mucosa intestinal. Estas enfermedades se dividen en dos tipos: la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa. Ambas son condiciones autoinmunes, lo que significa que el sistema inmunológico del cuerpo ataca por error al tejido sano del intestino. Aunque se cree que hay una predisposición genética, la causa exacta de estas condiciones sigue siendo desconocida.
El origen de este error en el sistema inmunológico no está completamente claro, pero se cree que puede estar precipitado por infecciones o eventos como intoxicación con comida envenenada en personas con predisposición genética para desarrollarlo.
En el caso de las personas con estas condiciones, el cuerpo crea anticuerpos contra su propio intestino, lo que resulta en una inflamación y ataque al sistema digestivo. Esto puede ser un gran problema ya que el intestino es esencial para el cuerpo. La cascada de eventos que ocurren al atacar al intestino resulta en síntomas que pueden ser muy incómodos y debilitantes. Por lo tanto, es importante comprender las características y síntomas de estas condiciones para poder tratarlas adecuadamente.
¿Cuáles son los signos de las Enfermedades Inflamatorias del Intestino?
Existen dos tipos de Enfermedad Inflamatoria Intestinal: la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa. Los síntomas principales incluyen dolor abdominal y diarrea, que a veces puede ser con sangre debido a las úlceras en la mucosa intestinal.
Enfermedad de Crohn
Los pacientes con Crohn pueden presentar problemas en cualquier parte del sistema digestivo, desde la boca hasta el ano, lo que puede ocasionar aftas en la boca, dificultad para tragar si el esófago está afectado, dolor en la boca del estómago, úlceras estomacales y síntomas similares a los de una gastritis o úlcera.
Cuando el intestino delgado está afectado, los síntomas, además del dolor y las diarreas, pueden provocar problemas de absorción de nutrientes, lo que puede provocar deficiencias nutricionales. Es importante prestar atención a los síntomas y buscar atención médica temprana si se sospecha de alguna de estas condiciones.
En cuanto al colon, cuando se ve afectado, además de los síntomas ya mencionados, puede presentar sangrado.
Colitis Ulcerosa
En el caso de la Colitis Ulcerosa, como su nombre indica, se limita al colon, por lo que el paciente experimenta síntomas como diarrea, sangrado, malestar general y fiebres nocturnas.
Algunos síntomas son comunes tanto en la Colitis Ulcerosa como en la Enfermedad de Crohn y pueden confundirse con otras condiciones. Por ejemplo, el paciente puede presentar fiebres nocturnas y dolor en las articulaciones, lo cual podría confundirse con una enfermedad reumatológica. Además, puede haber síntomas en la piel que son inespecíficos. Por tanto, es importante prestar atención a los síntomas y
buscar atención médica temprana si se sospecha de alguna de estas condiciones.
¿Qué otras manifestaciones se evidencian en los niños con estas condiciones?
En el caso de los niños, es importante estar pendientes de su crecimiento, ya que hay algunos que no presentan síntomas gastrointestinales, pero sí tienen problemas de crecimiento. Por lo tanto, las visitas
regulares al pediatra son esenciales para analizar la curva de crecimiento y detectar cualquier anomalía en este aspecto. En algunos casos, el pediatra podría notar que el niño no ha crecido adecuadamente, lo
que podría indicar la presencia de una enfermedad inflamatoria del intestino. Por lo tanto, si el paciente presenta síntomas gastrointestinales y otros síntomas generales, como la falta de crecimiento, es importante referirlo a un gastroenterólogo pediátrico para una evaluación más exhaustiva. De esta
manera, se puede detectar y tratar cualquier enfermedad inflamatoria del intestino a tiempo para evitar complicaciones a largo plazo.
¿Cómo se diagnostica la Enfermedad Inflamatoria del Intestino?
El gastroenterólogo pediátrico realizará pruebas para determinar si el paciente tiene una Enfermedad Inflamatoria del Intestino y, si es así, si se trata de la Enfermedad de Crohn o la Colitis Ulcerosa. Estas pruebas incluyen un historial clínico del paciente, pruebas de laboratorio y de imagen, como la resonancia magnética o la tomografía computarizada.
Aunque hay síntomas que se presentan en ambas condiciones, para diferenciarlas, es necesario identificar los síntomas intestinales y extraintestinales que presenta el paciente y realizar pruebas adicionales. Además, los pediatras deben monitorear el crecimiento de sus pacientes, ya que es un indicador importante de la salud intestinal. El diagnóstico oficial se realiza mediante una endoscopia y una colonoscopia, que se realizan en niños y adultos.
Colonoscopia y gastroduodenoscopia
Para estos procedimientos se usa un tubo endoscópico con una fuente de luz que se introduce por la boca, en el caso de la gastroduodenoscopia, para visualizar el sistema digestivo superior: el esófago, el estómago y el duodeno, que es la primera parte del intestino delgado.
La colonoscopia se realiza introduciendo el colonoscopio por el ano, y subiendo por el colon
hasta llegar a la unión de este con el intestino delgado.
Para visualizar el intestino delgado se utilizan otras opciones como el MRI, el TC scanner y otros procedimientos como la endoscopia por cápsula.
Para hacer el diagnóstico también es necesario tomar muestras de tejido, lo que se conoce como biopsia. Es importante explicar a los pacientes que una biopsia no siempre se realiza para buscar cáncer, ya que permiten diagnosticar diversas condiciones y, en este caso, ayuda a diferenciar entre la Colitis Ulcerosa y la Enfermedad de Crohn.
¿Qué deben tener en cuenta los padres respecto a estos procedimientos?
Para realizar estos procedimientos, es necesario sedar al paciente, tanto en adultos como en niños. Durante el estudio, el niño estará dormido durante el estudio y se le monitorizará continuamente la respiración, el pulso y la saturación de oxígeno. Durante todo el procedimiento habrá varias personas pendientes del bienestar del paciente, que estará acostado en su camilla.
La endoscopia superior dura en promedio de 5 a 10 minutos, mientras que la colonoscopia suele demorar más. Después del procedimiento, el paciente pasará entre 30 minutos y una hora en la sala y luego irá a la zona de recuperación donde dormirá hasta que el sedante se desvanezca. Después, podrá regresar a casa, ya que es un procedimiento ambulatorio. Para la gastroduodenoscopia es importante que el paciente llegue en ayunas y con el estómago vacío, ya que necesitamos ver todo con claridad, y no queremos que el paciente vomite y comprometa su vía aérea.
Para la colonoscopia se requiere que desde el día anterior lleve una dieta de líquidos claros y la ingesta de un purgante para vaciar el intestino completo.
¿Cuáles opciones existen para el manejo de estas enfermedades en Puerto Rico?
Tenemos a nuestra disposición una variedad de medicamentos que han sido probados y son eficaces en el tratamiento de Enfermedades Inflamatorias, desde los más simples hasta los más sofisticados. En muchas ocasiones es necesario utilizar corticosteroides para apagar rápidamente la cascada de inflamación. Este tipo de medicamento, aunque muy efectivo, solo debe utilizarse por cortos períodos de tiempo para evitar sus efectos secundarios. Además de los esteroides, tenemos medicamentos
derivados de la aspirina y otros llamados inmunomoduladores que ayudan a mantener la condición controlada a largo plazo.
En los últimos 20 años, han surgido medica mentos biológicos que han transformado completamente nuestro campo de trabajo. Estos medicamentos van directamente al mediador de la cascada de inflamación y son la línea de defensa más fuerte para proteger a los pacientes y lograr la remisión de la enfermedad.Es importante recordar que las Enfermedades Inflamatorias Intestinales son crónicas y no tienen cura, pero con los tratamientos disponibles, la remisión es una meta alcanzable. La remisión significa que el paciente puede volver a sentirse como antes de que comenzara la enfermedad. Nuestro objetivo como médicos es ayudar a los pacientes a controlar la enfermedad y tener una vida plena.
Cuando se diagnostica una enfermedad inflamatoria intestinal en un niño, los padres pueden preocuparse por la calidad de vida del niño. Es importante que sepan que existen muchas opciones de tratamiento y que la remisión es posible. A veces, el camino hacia la remisión puede ser largo y puede haber recaídas, pero siempre buscamos nuevas opciones de tratamiento para lograr la remisión y mejorar la calidad de vida del paciente.
Dra. Wihelma Echevarría Cortés, una trayectoria por la salud y bienestar de Puerto Rico
Como médico gastroenterólogo pediátrico me enorgullece haber luchado por la salud de los pacientes pediátricos, especialmente aquellos con Enfermedades Inflamatorias Intestinales en Puerto Rico. Comencé mi formación en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, donde estudié premedicina, antes de ingresar a la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas de Puerto Rico, donde estudié medicina.
Realicé mi residencia en pediatría en el Hospital Pediátrico de Puerto Rico, que es parte de la Escuela de Medicina de Puerto Rico. Estos años me permitieron descubrir mi pasión por la medicina y mi país. Siempre me he sentido orgullosa de lo que Puerto Rico me ha brindado. Después de mi residencia, me trasladé a Estados Unidos para especializarme en gastroenterología pediátrica porque en Puerto Rico no había un programa de formación en esta subespecialidad. Además, quería ver cómo se hacían las cosas en otros lugares y demostrarme a mí misma que gracias a los maestros que tuve en Puerto
Rico, podría estar siempre a la altura de cualquier exigencia.
Realicé mi especialización en la Universidad de Yale y me sentía al mismo nivel que el resto de los médicos que estaban cursando distintas subespecialidades de diferentes países, todo gracias a la
formación recibida en la isla.
Después de tres años de especialización y un año adicional como maestra y entrenadora de otros residentes, regresé a mi país en 2002.
He trabajado como gastroenteróloga pediátrica durante 21 años en Puerto Rico; primero en el Hospital Pediátrico y luego en el Hospital HIMA San Pablo en Caguas y Bayamón, donde atiendo a pacientes desde recién nacidos hasta los 21 años. También formo parte de la junta de la Fundación Bechara, que trabaja para crear conciencia sobre las condiciones autoinmunes específicas del sistema digestivo. También soy parte del Club Be Brave, el cual me hace sentir afortunada. Tengo dos hijas, Laura Isabel y Ana Victoria, ambas estudiantes, quienes también trabajan con el club en su academia y escuela.
Be Brave está dirigido a ayudar a las personas a entender qué son las condiciones autoinmunes, en mi caso, la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa.
También ayudamos a traer conferencias a los médicos, lo cual es muy importante para que sepan qué síntomas buscar en los pacientes y cómo ayudarlos. La Fundación Bechara es uno de nuestros grandes aliados en lograr esto.