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¿La obesidad puede incidir en la esclerosis múltiple?

La obesidad es una preocupación de salud mundial debido a su asociación con diversas enfermedades crónicas. Sin embargo, ¿podría también tener un impacto en la esclerosis múltiple (EM)? Esta pregunta ha surgido en los últimos años a medida que aumenta la comprensión de los factores de riesgo y los mecanismos subyacentes de esta enfermedad neurológica. En este artículo exploraremos la posible relación entre la obesidad y la esclerosis múltiple de la mano de la Dra. Rhaisa Castrodad, neuróloga puertorriqueña.

“Se han identificado muchos factores de riesgo, como la deficiencia de vitamina D en personas que viven lejos del Ecuador y en individuos de etnicidad caucásica. Además, ciertas infecciones, como la infección por el virus de Epstein-Barr, y el tabaquismo también se han asociado con un mayor riesgo de desarrollar esclerosis múltiple”. 

Adicionalmente, en cuanto a los factores de riesgo metabólicos, como la presión arterial descontrolada, la obesidad y el colesterol elevado, se ha observado que también pueden representar un factor de riesgo.

Por otro lado, según compartió la especialista, se están investigando otros posibles factores de riesgo, como la microbiota intestinal y las dietas altas en sodio. “Sin embargo, aún no se ha confirmado su papel en la enfermedad. Fumar, por otro lado, aumenta el riesgo hasta en un 50%”, enfatizó. 

Relación entre obesidad y esclerosis múltiple

Aunque la relación entre obesidad y esclerosis múltiple no es un tema que se haya investigado a fondo, sí hay estudios que sugieren que la primera puede guardar relación con la segunda, sobre todo con el hecho de que cada vez haya mayor prevalencia de esclerosis múltiple. Además, muchos investigadores están convencidos de que la obesidad puede hacer que la esclerosis múltiple ya diagnosticada empeore en términos de severidad.

De hecho, un estudio realizado en junio del 2023 encontró resultados que proporcionan nuevos conocimientos sobre la comorbilidad de estas enfermedades y podrían contribuir a su predicción, diagnóstico y tratamiento. Además, al desarrollar más el conocimiento de la arquitectura genética se podrían desarrollar nuevas terapias para las dos enfermedades.

Peso saludable, la mejor opción

“En el caso de los pacientes diagnosticados con esclerosis múltiple, existen recomendaciones específicas en cuanto a la alimentación y el mantenimiento de un peso saludable”. 

La doctora insistió en que, además de los tratamientos disponibles, “mantener una vida activa y realizar ejercicio físico, adaptado a la capacidad física del paciente, puede ayudar a mantener la movilidad y evitar complicaciones como la espasticidad, que puede afectar la progresión de la enfermedad”. 

También compartió que una dieta cercana a la mediterránea, con menos carnes rojas, más pescado, vegetales, frutas, nueces, aceite de oliva y granos integrales, y evitando alimentos refinados, puede tener beneficios. 

“También es importante evitar fumar y mantener un peso saludable, así como manejar otros factores de riesgo metabólicos, como la presión arterial, el colesterol y el azúcar, ya que pueden contribuir a un ambiente inflamatorio y causar daño cerebral. En resumen, se recomienda evitar estos factores de riesgo metabólicos y, si es necesario, suplementar con vitamina D”.

Fuentes: La República, Con la EM

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