A medida que la población mundial envejece, se hace cada vez más evidente la importancia de comprender y atender los trastornos mentales que afectan a los adultos mayores. Estas condiciones pueden variar desde la depresión y la ansiedad hasta la demencia y otras enfermedades neuropsiquiátricas, y su impacto en la calidad de vida de las personas mayores es significativo.
Para arrojar luz sobre este tema y explorar las estrategias que pueden ayudar a mejorar la salud mental en la tercera edad, tuvimos el privilegio de conversar con Mariangie Garay Tricoche, terapeuta ocupacional y especialista en salud mental, quien es parte fundamental del Colegio de Profesionales de Terapia Ocupacional de Puerto Rico.
Según compartió con BeHealth la especialista, “esta acumulación de roles puede generar niveles más altos de ansiedad debido a la presión de querer ser perfectos en todas las facetas de la vida”.
Sin embargo, como bien aclaró, es importante recordar que la perfección no es realista. “Aunque aspiremos a hacer las cosas de manera excelente, no es necesario que sean perfectas. En ocasiones, este afán de perfección puede llevar a problemas de salud mental”.
Trastornos más comunes en la adultez
“Entre los trastornos más comunes en la adultez se encuentran la depresión, la ansiedad, la esquizofrenia y los trastornos obsesivos compulsivos, incluyendo fobias”, precisó.
Estos trastornos pueden manifestarse con síntomas como ira, agresión y hostilidad, lo que puede contribuir a la baja tolerancia y a comportamientos reactivos que vemos en la sociedad actual.
“A veces, las personas son conscientes de que necesitan ajustes razonables debido a su trastorno mental, pero el temor a la discriminación en el trabajo o en el entorno educativo les impide solicitar esos ajustes”, compartió.
Por ende, esta falta de apoyo adicional puede aumentar aún más los niveles de ansiedad en aquellos que ya están lidiando con problemas de salud mental.
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Asimismo, precisó que, arraigado en creencias culturales, las mujeres desempeñan demasiados roles: desde ser madres y mantener la casa en orden hasta manejar las finanzas del hogar. “Se está produciendo un cambio gradual en la distribución de roles en el hogar, pero todavía hay trabajo por hacer”.
Por otro lado, señaló que “las mujeres pueden ser más expresivas en cuanto a sus emociones, lo que les ayuda a canalizar la ansiedad de manera más efectiva”. A menudo buscan ayuda más rápidamente en comparación con los hombres.
¿Por qué es importante la terapia ocupacional?
“La terapia ocupacional desempeña un papel importante en preparar a los adultos para la jubilación, ya que es crucial planificar este cambio en la vida. Abordar la ansiedad, las pérdidas y las transiciones se convierte en una parte fundamental del proceso”, mencionó.
Es decir, la terapia ocupacional se enfoca en ayudar a los adultos a enfrentar situaciones como la pérdida de empleo debido a un diagnóstico de salud mental, problemas de relaciones personales y desafíos económicos. La preparación para la jubilación también es una faceta clave, ya que el cambio repentino de una rutina laboral puede generar dificultades emocionales y prácticas.
Así, la terapia ocupacional desempeña un papel crucial en ayudar a los adultos a enfrentar los desafíos de la salud mental y la transición a la jubilación, abordando tanto los aspectos emocionales como los prácticos de la vida adulta.
“Este panorama es evidente en nuestra práctica diaria, lo observo constantemente. Sin embargo, esta realidad también conlleva otros problemas que afectan la productividad, la autoestima y elevan los niveles de ansiedad. El tiempo libre disponible puede generar inquietudes al no ser utilizado de manera efectiva”.
Además, estos desafíos pueden extenderse a problemas familiares, ya que incluso las familias unidas pueden enfrentar dificultades si no saben lidiar con la situación y el diagnóstico. “Las fricciones son inevitables, ya que todos somos seres humanos y el manejo de la convivencia puede agotar a la persona que cuida a alguien con un trastorno”, agregó.
Otra dimensión de esta etapa que señaló la especialista es el cuidado de los padres, “algo que se ha vuelto más común debido al aumento de la expectativa de vida”. El acto de jubilarse para viajar y disfrutar se ve a menudo transformado en el rol de cuidador.
“Esta transición puede generar situaciones complejas, como la pérdida de habilidades y la necesidad de adaptarse a nuevas dinámicas”, compartió.
También refirió que la etapa de adultez mayor trae consigo desafíos significativos, como la disminución de las habilidades sensoriales, “lo que puede aumentar el riesgo de accidentes y afectar la calidad de vida”.
“Las condiciones neurocognitivas, incluyendo las demencias como el Alzheimer, junto con la depresión, son comunes en esta etapa. Las pérdidas, no solo de seres queridos sino también de funciones y empleo, pueden dar paso a la depresión”.
Por ende, esta época también puede ser marcada por el abuso de sustancias, incluyendo medicamentos recetados mal utilizados, ya que la soledad y la búsqueda de compañía pueden influir en este comportamiento.
“La unidad de alcoholismo en Centro Médico, donde trabajé un tiempo, reveló que muchos adultos mayores luchaban con la soledad, utilizando el alcohol como compañero”, confesó la especialista.
“La terapia ocupacional en la etapa adulta mayor busca mejorar la calidad de vida a través del trabajo con los sentidos, la adaptación del entorno, el ejercicio cognitivo y físico, y el uso de equipos de asistencia. Además, se fomenta la participación activa de los familiares y cuidadores para lograr un abordaje integral y efectivo”.
Para ello es fundamental evaluar la memoria, la atención y la concentración en esta área cognitiva con cada individuo. La exposición y la participación en actividades deben ser adaptadas a la situación específica de la persona. En este sentido, la estimulación en todas sus formas cobra una importancia crucial.
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