El páncreas es una glándula localizada detrás del estómago y por delante de la columna que produce jugos que ayudan a descomponer los alimentos y hormonas que ayudan a controlar los niveles de azúcar en la sangre. Su importancia radica en su papel fundamental en dos sistemas vitales del cuerpo humano: la digestión y la regulación del azúcar en sangre.
Entre las afecciones que pueden afectar el páncreas se incluyen la pancreatitis, el cáncer de páncreas, la fibrosis quística y la insuficiencia pancreática exocrina, de la cual te explicaremos más a detalle hoy.
¿Qué es la insuficiencia pancreática exocrina (IPE)?
La insuficiencia pancreática exocrina (IPE) se origina cuando el páncreas no genera una cantidad suficiente de enzimas digestivas. En ocasiones, estas enzimas no cumplen con su función de manera adecuada.
Estas enzimas son proteínas que desencadenan reacciones químicas vitales en el organismo, y las enzimas digestivas desempeñan un papel esencial al descomponer los alimentos, permitiendo que el cuerpo obtenga los nutrientes necesarios. Es importante destacar que los niños que padecen fibrosis quística y los adultos con pancreatitis crónica son más propensos a desarrollar insuficiencia pancreática exocrina (IPE).
¿Por qué ocurre?
La IPE puede ocurrir tanto en adultos como en niños. En adultos, la causa principal de la IPE es la pancreatitis crónica. Se estima que hasta 8 de cada 10 adultos con este trastorno desarrollan IPE.
La insuficiencia pancreática exocrina (IPE) puede ser causada por diversas razones, tanto genéticas, a consecuencia de una enfermedad o incluso por estilo de vida.
Condiciones que pueden causar IPE
Enfermedad celíaca: Esta es una enfermedad autoinmune que impide la adecuada absorción de nutrientes y la digestión del gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. La Fundación de la Enfermedad Celíaca estima que aproximadamente 1 de cada 100 personas en todo el mundo sufre de esta condición. Un pequeño porcentaje de ellos padece IPE.
Fibrosis quística: Esta condición genética es la causa principal de IPE en bebés y niños. Los niños heredan la mutación genética de fibrosis quística de ambos padres. Esta condición provoca la acumulación de moco espeso en los pulmones, dificultando la respiración. El moco también se acumula en el páncreas, impidiendo que las enzimas digestivas lleguen al intestino delgado.
Diabetes: La diabetes tipo 1 (en la que el páncreas produce poca o ninguna insulina) y la diabetes tipo 2 (en la que el cuerpo no utiliza adecuadamente la insulina) a menudo están acompañadas principalmente por formas leves de IPE. Se cree que esto se debe a daños en el tejido pancreático causados por la inflamación, lo que afecta la producción y liberación de enzimas digestivas.
Enfermedad inflamatoria intestinal (EII): Las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas incluyen la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Aunque los expertos no están seguros de por qué las personas con EII pueden desarrollar IPE, principalmente se culpa a un mal funcionamiento del sistema inmunológico. Esto puede resultar en daño pancreático y una falta de enzimas.
Cáncer de páncreas: Los tumores en el páncreas, un órgano importante para la digestión, pueden dañar el tejido pancreático y obstruir los conductos pancreáticos. Los conductos pancreáticos contienen jugo pancreático, que consiste en una mezcla de bicarbonato, agua y varias enzimas. Estas enzimas participan en la digestión de nutrientes, especialmente carbohidratos, proteínas y grasas. En ausencia de enzimas digestivas, los nutrientes no pueden descomponerse en partículas más pequeñas.
Síndrome de Shwachman-Diamond (SDS): También conocido como neutropenia, este trastorno hereditario causa IPE en niños. El SDS es una rara insuficiencia de la médula ósea hereditaria que produce un bajo número de glóbulos blancos. También puede provocar un crecimiento deficiente, anomalías esqueléticas y dificultad para absorber alimentos. Esto se debe a que las células que secretan enzimas digestivas no funcionan adecuadamente.
Cirugía en el tracto digestivo, incluyendo cirugía de pérdida de peso: La cirugía que modifica la forma del estómago y/o el intestino delgado puede afectar la producción y liberación de enzimas digestivas. Si las enzimas no se producen o liberan a tiempo, no pueden funcionar correctamente.
Síndrome de Zollinger-Ellison: Esta es una afección rara caracterizada por tumores llamados gastrinomas que se forman en el páncreas o la parte superior del intestino delgado. Los tumores secretan la hormona gastrina. Esto provoca un aumento en el ácido gástrico, lo que lleva a la formación de úlceras en el estómago y el intestino delgado superior.
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Genética
Aunque no se sabe mucho sobre el papel de los genes en el desarrollo de la IPE, estudios recientes han encontrado que la IPE puede ser causada por una mutación en el gen COX4I2, que produce proteínas COX4.
Las proteínas COX4 desempeñan un papel importante en la regulación del páncreas. Las mutaciones en el gen COX4I2 reducen la producción de proteínas COX4, lo que puede llevar a la malabsorción (dificultad para digerir o absorber nutrientes de los alimentos) de grasas en el sistema digestivo.
Estilo de vida
Un factor de riesgo es cualquier cosa que aumente tus posibilidades de contraer una enfermedad. Los factores de riesgo en el estilo de vida de la IPE incluyen fumar y beber alcohol crónicamente, lo que puede empeorar los síntomas de la enfermedad.
Por ejemplo, el consumo excesivo de alcohol puede provocar inflamación del páncreas. Esto puede hacer que el páncreas sea menos eficaz en la producción de enzimas digestivas, lo que puede llevar a la IPE.
Además, la gravedad de la IPE también depende de la causa subyacente. Algunas personas solo tendrán una IPE leve y pueden tener pocos o ningún síntoma. La progresión, los síntomas graves y las consecuencias (como deficiencias nutricionales y pérdida de peso) son más propensos a ocurrir cuando la IPE se complica con afecciones como fibrosis quística, enfermedad inflamatoria intestinal o cáncer de páncreas.
Como ves, en muchos casos se pueden tomar medidas para reducir los factores de riesgo asociados con la IPE. Adoptar un estilo de vida saludable, que incluya la reducción o eliminación del consumo de alcohol y tabaco, puede marcar una gran diferencia en la prevención y el manejo de esta condición. Además, comprender tu genética y cómo puede influir en tu salud pancreática es un paso importante hacia un mejor cuidado de tu bienestar.