La Dra. María Ramos, cardióloga y pasada presidenta de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología se destaca por ser uno de nuestros médicos de corazón.
Apasionada por las leyes inició sus estudios en ciencias sociales. Sin embargo, en el camino terminó estudiando terapia del habla, una profesión que le permitió por primera vez compartir experiencias con pacientes en hospitales, algo que la cautivó.
«Entré a la universidad a los 16 años, así que obtuve mi bachillerato a una temprana edad. Me encantó la oportunidad de trabajar con pacientes en el entorno hospitalario. Como era joven y tenía tiempo, decidí adentrarme en la ciencia. Estudié premedicina para cumplir con los requisitos y luego ingresé a la Escuela de Medicina», recordó la especialista en cardiología.
Durante su tercer año de la Escuela de Medicina realizó una rotación en el Hospital de Veteranos, en la Unidad de Coronaria, y fue entonces cuando se enamoró de la salud cardiovascular. «Es una de las subespecialidades que abarca muchas de las condiciones relacionadas directamente con el corazón o asociadas, como la diabetes», explicó.
Para la Dra. Ramos, ver a un paciente en estado crítico y poder ayudarlo con una evaluación precisa y un tratamiento efectivo, observando cómo mejora y puede realizar actividades cotidianas como caminar y estar con su familia, es una fuente de gran satisfacción.
«Atender a pacientes que llegan muy enfermos al hospital, especialmente aquellos que están experimentando un infarto agudo, y poder ayudarlos en ese momento crítico en el que la vida está en juego, llena mi alma y me hace amar mi profesión», subrayó.
Con amor y gratitud, la especialista recuerda sus años de estudio y los primeros procedimientos que realizó como médica, donde obtuvo resultados exitosos a pesar de los nervios que experimentaba en las primeras cirugías.
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«Recién graduada, durante mi primera guardia, tuve a una paciente de 55 años con un infarto agudo. Recuerdo que vi el electrocardiograma y de inmediato se activó el equipo para realizar el cateterismo. Tuvieron que llamar a uno de los cardiólogos para supervisar mi primer procedimiento, pero todo salió bien. Recibí mi primera felicitación, aunque al final el cardiólogo me dijo: ‘Todo estuvo muy bien, excelente, pero la próxima vez quítate el collar de perlas que llevabas puesto’. Nunca me lo quité en la urgencia y la prisa, y siempre recuerdo esa anécdota de mis primeras intervenciones médicas con una sonrisa», compartió la Dra. Ramos.
A su vez, recuerda cómo su carrera se ha visto influenciada por su trabajo con muchas mujeres embarazadas, un desafío que sin duda exige un esfuerzo adicional para cuidar la salud de dos personas durante nueve meses y prevenir complicaciones como un infarto prematuro.
Un legado en servicio de la comunidad
Durante su labor como presidenta de la Sociedad de Cardiología de Puerto Rico, la Dra. Ramos destacó su contribución al regreso exitoso del Congreso de Salud Cardiovascular a Puerto Rico en un formato presencial.
«Fue un período de incertidumbre, con cierta flexibilidad tras la pandemia de COVID-19. Asegurar un congreso seguro para nuestros miembros y la industria fue un desafío, pero lo logramos», mencionó.
El encuentro reunió a numerosos profesionales en cardiología, proporcionando actualizaciones importantes y la sorpresa de ver regresar a muchos cardiólogos que habían abandonado la isla. La Dra. Ramos también formó parte del plan que permitió a los Fellowes de cardiología participar en diferentes congresos, como el de la American College of Cardiology y el de la Sociedad Interamericana.
A su vez, la Dra. Ramos hizo parte del plan con el que se logró llevar a los Fellows de cardiología a participar en diferentes congresos como el de la American College of Cardiology y el de la Sociedad Interamericana.
«Estos son logros que llevo con orgullo, compartidos con la junta directiva. Enfrentamos desafíos significativos y los superamos con éxito», destacó.
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Evolución de la cardiología y desafíos
Según la Dra. Ramos, la cardiología, al igual que muchas otras especialidades médicas en la isla, requiere el respaldo del estado para que los jóvenes que se están formando en diversas especialidades puedan ejercer sus carreras en Puerto Rico sin necesidad de emigrar. La cardióloga señaló que cerca del 60% de los cardiólogos en la isla tienen más de 60 años y un 25% tiene más de 65 años, lo que significa que muchos de ellos se retirarán en breve, dejando una necesidad en la comunidad de profesionales de la salud.
«El desafío está en retener a los médicos, ofrecer salarios competitivos y facilitar la creación de consultorios médicos para que la entrada en los planes médicos no sea tan complicada. Muchos de ellos desean trabajar en su tierra natal y no fuera de ella», mencionó.
La Dra. Ramos subrayó la importancia de llegar a un acuerdo conjunto en beneficio de los pacientes, ya que la negativa de las aseguradoras a aprobar órdenes médicas y la demora en las evaluaciones y diagnósticos tempranos representan un obstáculo para los profesionales de la salud.
«Nuestra intención es apoyar a todos los médicos jóvenes para que puedan disfrutar de herramientas que los incentiven a quedarse en la isla», afirmó.
Consejos para prevenir enfermedades cardiovasculares
La especialista en cardiología compartió algunas recomendaciones para mantener una buena salud cardiovascular:
- Adoptar un estilo de vida saludable desde una edad temprana, incluyendo actividad física regular, control de peso y una alimentación equilibrada.
- Buscar diagnósticos tempranos de diversas condiciones para llevar una vida lo más normal posible.
- Para pacientes diagnosticados, realizar controles regulares y seguir el tratamiento recetado.
- Mantener una rutina de actividad física.
- Cuidar el bienestar emocional y espiritual.
- Fomentar la socialización y compartir experiencias para expresar las necesidades emocionales.
- Garantizar un adecuado descanso.
«El descuido y la negligencia de estos factores son las principales causas de enfermedades cardiovasculares y sus complicaciones», advirtió.
Lecciones de vida
«A lo largo de mi carrera he aprendido a escuchar, a respetar diferentes opiniones, a trabajar en equipo y a fomentar el intercambio de ideas, algo esencial para que las generaciones futuras se integren con éxito», destacó la Dra. Ramos.
Asimismo, se siente entusiasmada por trabajar con jóvenes y establecer conexiones internacionales a través de su profesión. Además, se enorgullece de ser una de las primeras Fellowes de la Sociedad Interamericana de Cardiología, junto con otros tres colegas, un logro que hace años parecía inalcanzable.
Entre sus logros destacados como presidenta de la Sociedad de Cardiología, se encuentra la colaboración con la American Heart Association para promover el bienestar de todos en la isla.