«La depresión es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por una persistente sensación de tristeza y una pérdida de interés en actividades que normalmente resultan gratificantes en la vida cotidiana de la persona», fueron las primeras palabras de la Dra. Raisa Ogaza Cueto, psicóloga clínica de Grupo Sepi, para explicar esta condición que afecta a casi un 5% de la población mundial.
«Es importante comprender que no se trata simplemente de sentirse triste o desanimado durante un período breve; es una condición que puede tener un profundo impacto en la vida de quien la padece», precisó.
Mitos y realidades sobre la depresión
Existen algunos mitos y realidades en torno a la depresión; la doctora señaló algunos de los más comunes:
- La depresión es simplemente una tristeza común: «En realidad, la depresión es un trastorno médico legítimo que afecta el estado de ánimo, los pensamientos, el comportamiento y la salud general de la persona».
- La depresión es simplemente una búsqueda de atención: «El trastorno de depresión es un trastorno mental genuino que causa un sufrimiento significativo y requiere apoyo y tratamiento adecuado.
- La depresión solo afecta a personas débiles: «La realidad es que no está relacionada con la fortaleza emocional de un individuo y puede afectar a cualquier persona, independientemente de su carácter».
Tipos de depresión
El primero es la depresión clínica o depresión mayor, que se caracteriza por la persistencia de síntomas graves durante al menos dos semanas. Los síntomas pueden variar en gravedad.
El segundo trastorno es el trastorno depresivo persistente, anteriormente conocido como distimia, que se caracteriza por síntomas menos graves, generalmente de nivel moderado o leve, y puede durar dos años o más.
«En este caso, la persona puede experimentar episodios intermitentes de alivio de los síntomas. El trastorno afectivo estacional es similar al trastorno depresivo persistente, pero se manifiesta en momentos específicos del año, con síntomas como tristeza, falta de energía y pérdida de interés en actividades placenteras, típicamente durante los meses de invierno», contó la especialista.
Por ejemplo, el trastorno afectivo estacional se caracteriza por la aparición de síntomas durante el invierno, y estos síntomas tienden a desaparecer en primavera o verano, lo que explica su nombre de «trastorno afectivo estacional» debido a su relación con las estaciones.
El siguiente es el trastorno depresivo postparto, que afecta a algunas mujeres después del parto. Este trastorno puede dificultar que la madre cuide adecuadamente de su bebé debido a los síntomas depresivos que experimenta.
Finalmente, el trastorno bipolar es un trastorno del estado de ánimo que incluye episodios maníacos, donde la persona se siente extremadamente feliz, y episodios depresivos, que presentan síntomas similares a la depresión clínica, como tristeza y falta de energía. Estos síntomas depresivos pueden ser confundidos con la depresión mayor.
Factores de riesgo
La doctora señaló, en primer lugar, los antecedentes familiares. «El historial familiar puede predisponer genéticamente a una persona al trastorno de depresión o ansiedad. Si hay familiares que han experimentado estos trastornos, existe un mayor riesgo de desarrollarlos», señaló.
Otro factor de riesgo son los desequilibrios químicos en el cerebro, en particular, los neurotransmisores como la serotonina, la noradrenalina y la dopamina, que desempeñan un papel crucial en el estado de ánimo y la regulación emocional. «Cuando existe un desequilibrio en estos neurotransmisores, se aumenta la probabilidad de desarrollar depresión».
Las experiencias traumáticas también se consideran un factor de riesgo significativo. La exposición a traumas, pérdidas significativas o eventos emocionalmente intensos puede aumentar la vulnerabilidad a la depresión. Además, los factores ambientales y los estilos de vida desempeñan un papel importante. Problemas familiares, de pareja, económicos o laborales pueden contribuir al desarrollo de la depresión al aumentar la presión y el estrés en la vida de una persona.
«El uso de sustancias, ya sea su uso o abuso, se considera una respuesta no saludable para lidiar con el estrés o situaciones difíciles. Esto puede aumentar la probabilidad de desarrollar depresión a medida que el uso de sustancias no aborda adecuadamente los problemas subyacentes», explicó también la psicóloga clínica.
Además, las enfermedades físicas o crónicas, como el cáncer o las enfermedades neurológicas, pueden afectar significativamente el estado de ánimo y la energía de una persona, lo que aumenta los factores de riesgo para la depresión.
Síntomas más comunes de la depresión
«En primer lugar, el estado de ánimo deprimido se caracteriza por una tristeza persistente, una sensación de decaimiento y desánimo, y la pérdida de interés en actividades que antes solían ser placenteras. Los cambios en el apetito pueden manifestarse como un aumento o una disminución en la ingesta de alimentos», contó la doctora Ogaza.
Además, las alteraciones en el sueño pueden incluir un aumento o una disminución en el patrón de sueño normal. La fatiga o la pérdida de energía son síntomas comunes, incluso después de haber descansado adecuadamente. Las personas con depresión a menudo experimentan sentimientos de culpa o inutilidad, culpar a sí mismos por situaciones que pueden no tener ninguna relación con ellos. Por último, los pensamientos de autolesiones o suicidio pueden ser un síntoma grave de la depresión que requiere atención inmediata.
«Es crucial prestar una atención inmediata a los pensamientos de autolesiones o suicidio, ya que estos son síntomas graves de la depresión que requieren atención urgente», resaltó.
Impacto del diagnóstico de depresión en la vida diaria
«En cuanto al impacto del diagnóstico de depresión en la vida diaria, primero consideremos las relaciones personales. Las personas que son diagnosticadas con trastorno depresivo suelen experimentar dificultades en la gestión y expresión de sus emociones, lo que puede afectar su capacidad para conectarse con los demás y tener relaciones interpersonales saludables».
Luego, el rendimiento académico o laboral se ve afectado debido a las dificultades cognitivas asociadas con la depresión, como problemas de memoria, concentración y expresión. Esto puede provocar un deterioro en la calidad del trabajo o el desempeño académico, ya que las funciones ejecutivas no funcionan de manera óptima.
Además, la salud física se ve negativamente afectada por la depresión. Las personas pueden experimentar un impacto adverso en su salud física si no duermen ni se alimentan adecuadamente. Esto puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos mentales adicionales, como la ansiedad o los trastornos alimenticios, además de afectar negativamente los patrones de alimentación.
«Además, la depresión puede tener un impacto negativo en el autocuidado. Las personas que luchan contra la depresión a menudo experimentan un autocuidado deficiente, lo que significa que no se alimentan ni duermen adecuadamente. También pueden recurrir a otras alternativas para lidiar con sus síntomas, lo que agrava aún más la situación. Esta falta de autocuidado puede llevar al desarrollo de trastornos alimenticios o de salud mental adicionales. Además, el aislamiento social, mencionado anteriormente, puede ser una consecuencia directa de las dificultades en las relaciones personales, lo que lleva a una falta de interés en conectarse con las personas cercanas, incluyendo a la familia».
Consejos para gestionar la depresión de manera efectiva
De acuerdo con la doctora, es fundamental incorporar técnicas de relajación en tu rutina diaria. «Algunas de estas técnicas incluyen la práctica de yoga, ejercicios de imaginación y ejercicios de respiración profunda. También, la atención plena o el mindfulness pueden ser herramientas efectivas para manejar el estrés».
«El ejercicio regular y la actividad física son cruciales para mejorar el estado de ánimo. El ejercicio libera endorfinas, que son neurotransmisores que contribuyen a regular las emociones y el ánimo. Establecer rutinas y límites es igualmente importante. Organizar tu día y definir límites personales te ayudará a mantener un sentido de propósito y logro, y a evitar el agotamiento».
Además, buscar apoyo social en amigos, familiares o grupos de apoyo puede ser beneficioso. Hablar con personas de confianza acerca de tus sentimientos y preocupaciones puede proporcionar un alivio significativo. La terapia con un profesional de salud mental también puede ser una opción valiosa para abordar la depresión.
Asimismo, es vital priorizar el autocuidado. Esto implica asegurarte de comer adecuadamente, descansar lo suficiente y evitar el uso de sustancias como una vía para lidiar con la depresión. Practicar estos consejos puede ser un paso importante hacia el manejo de la depresión y la mejora de tu bienestar emocional.
Además, es crucial evitar el consumo excesivo de alcohol y drogas, ya que esto puede llevarnos a desarrollar otros trastornos de salud mental. También debemos prestar atención al cuidado personal, incluyendo la importancia de hacer ejercicio regularmente, mantener patrones de sueño adecuados y adoptar hábitos alimenticios saludables. Participar en actividades que nos gusten y generen placer puede contribuir significativamente a mejorar nuestro estado de ánimo.
Establecer metas realistas es esencial. Si una meta es a largo plazo o muy compleja, podemos descomponerla en objetivos más pequeños y alcanzables, avanzando uno a la vez. Esto nos proporcionará un sentido de propósito y logro, lo cual puede elevar nuestro ánimo.
No subestimemos la importancia del apoyo social. Buscar el respaldo de amigos, familiares y parejas que nos escuchen y comprendan puede ser de gran ayuda. A veces, simplemente tener un espacio para expresar nuestros sentimientos puede marcar la diferencia.
«Si los consejos y recomendaciones mencionados anteriormente no están proporcionando el alivio necesario, o si sentimos que necesitamos una ayuda más especializada, es fundamental buscar ayuda profesional. Los profesionales capacitados pueden trabajar junto a nosotros para superar esta situación», finalizó.