La fibromialgia es un trastorno que se caracteriza por dos síntomas principales: dolor crónico generalizado y fatiga. Aunque se clasifica como una enfermedad reumática, difiere en varios aspectos cruciales de otras formas de artritis, ya que no genera inflamación ni daño articular o muscular.
Aunque la fibromialgia no es potencialmente mortal, puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen. Afortunadamente, con un tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida, los síntomas suelen mejorar, y la enfermedad no se considera progresiva.
Muchas veces se puede confundir con la fatiga crónica. Sin embargo, si bien la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica (SFC) son enfermedades similares y probablemente estén relacionadas, se distinguen por sus síntomas principales. La fibromialgia se caracteriza por el dolor musculoesquelético, mientras que el SFC se centra en la fatiga extrema.
Estadísticas actuales sobre la fibromialgia
Casi 4 millones de personas en los Estados Unidos se ven afectadas por la fibromialgia, y dos tercios de los afectados son mujeres. Las mujeres con antecedentes familiares de fibromialgia tienen un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad, especialmente si ya padecen enfermedades reumáticas como artritis reumatoide, lupus o espondilitis anquilosante. Aunque los síntomas suelen manifestarse entre los 30 y 55 años, la fibromialgia también puede afectar a adolescentes y niños, aunque en menor medida.
Causas de la fibromialgia
La causa exacta de la fibromialgia sigue siendo un misterio, pero se cree que involucra múltiples factores desencadenantes, como la predisposición genética, infecciones o enfermedades, traumas físicos o emocionales, y otros elementos que interactúan de manera compleja.
Te puede interesar: Señales de que podrías estar sufriendo fibromialgia
Síntomas comunes de la fibromialgia
La fibromialgia se manifiesta como una constelación de síntomas que afectan diversas partes y funciones del cuerpo. Estos síntomas incluyen:
Dolor: El síntoma más característico es el dolor musculoesquelético generalizado que normalmente afecta a múltiples áreas del cuerpo. A menudo comienza en una región, como los hombros, y se extiende con el tiempo a otras zonas.
Fatiga: La fatiga es otro síntoma común en la fibromialgia y puede ser incluso más debilitante que el dolor para algunas personas.
Alteraciones del sueño: Los problemas para dormir varían de una persona a otra e incluyen dificultades para conciliar el sueño, sueño superficial y despertares frecuentes durante la noche. A menudo, las personas con fibromialgia se despiertan sintiéndose cansadas a pesar de haber dormido toda la noche.
Problemas anímicos y de concentración: La tristeza, la depresión, la ansiedad y la dificultad para concentrarse o realizar tareas mentales simples son síntomas comunes de la fibromialgia. Estos problemas pueden ser más severos en momentos de fatiga extrema o ansiedad.
Otros problemas: La fibromialgia también puede presentarse con dolores en otras áreas como la pelvis, mandíbula, abdomen o cabeza, así como con síntomas como mareos, síndrome de piernas inquietas y hormigueo en manos y pies.
Diagnóstico de la fibromialgia
El diagnóstico de la fibromialgia no se basa en pruebas de laboratorio, sino en una evaluación cuidadosa del historial clínico y familiar del paciente, junto con un examen físico. Se pueden realizar análisis de sangre y radiografías para descartar otras condiciones que puedan causar dolor crónico y fatiga.
Tratamiento de la fibromialgia
El tratamiento de la fibromialgia generalmente implica un enfoque multifacético que combina medicamentos, terapias no farmacológicas y estrategias de autocuidado. Encontrar la combinación efectiva de tratamientos puede llevar tiempo.
- Medicamentos: Se utilizan medicamentos para aliviar el dolor y mejorar el sueño. Algunos de los medicamentos específicos para la fibromialgia son efectivos en el manejo de los síntomas. Además, se pueden emplear analgésicos y antiinflamatorios de venta libre o recetados para controlar el dolor.
- Terapias no farmacológicas: Estas terapias pueden incluir acupuntura, biorretroalimentación, terapia cognitiva conductual, manejo del estrés e hidroterapia. Estas técnicas ayudan a manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Antidepresivos
Algunos antidepresivos, además de tratar la depresión, también pueden ser efectivos para aliviar el dolor y mejorar el sueño en personas con fibromialgia. Esto se debe a que estos medicamentos aumentan los niveles de neurotransmisores en el cerebro, como la serotonina y la epinefrina, lo que inhibe las señales de dolor.
Autocuidado y estilo de vida
El autocuidado desempeña un papel fundamental en el manejo de la fibromialgia e incluye actividades como hacer ejercicio regularmente, cuidar la salud emocional, mantener un equilibrio entre actividad y descanso, practicar una buena higiene del sueño, mantener un peso adecuado a través de la dieta y el ejercicio, y explorar terapias complementarias como masajes y meditación.
Información tomada de Arthritis Foundation. Para comunicarse pueden visitar: www.espanol.arthritis.org
Lee más: 5 alimentos que pueden contribuir en el tratamiento de la fibromialgia