¿Has escuchado alguna vez sobre el Qi Gong? Originario de la antigua China, este arte combina movimientos suaves, respiración consciente y la canalización de la energía vital, conocida como «Qi» o «Chi».
En compañía de la Dra. Legna Vargas, psicóloga clínica, hipnoterapeuta y terapeuta holística, exploramos el fascinante mundo del Qi Gong, una antigua práctica china, arraigada en la filosofía del flujo de energía vital, que nos invita a un viaje de autodescubrimiento y bienestar a través de la combinación de movimientos suaves y la sincronización con la respiración.
«Un arte milenario chino que trabaja con la energía y todo el cuerpo a través de la respiración y movimientos suaves», describió la Dra. Vargas. En este contexto, la Dra. Vargas subrayó la conexión entre la circulación sanguínea, la oxigenación y la salud. Según sus palabras, «las enfermedades surgen cuando hay bloqueos energéticos».
En el caso de la artritis reumatoide
“Esta meditación se lleva a cabo mediante ejercicios suaves, integrando Mindfulness de una manera accesible, especialmente para aquellos que encuentran la meditación tradicional desafiante debido a la velocidad acelerada de sus mentes», enfatizó la especialista.
Un paso fundamental en la práctica del Qi Gong es aprender a respirar correctamente. A través de sencillos ejercicios, se abren los pulmones y se impulsa el oxígeno a todos los sistemas del cuerpo. «Este proceso beneficia no solo la función pulmonar, sino que también fortalece el sistema inmunológico y el sistema linfático», explica la Dra. Vargas. Reducir la inflamación en articulaciones y huesos es esencial, especialmente para condiciones como la artritis reumatoide.
Otro aspecto relevante es la versatilidad de los movimientos en el Qi Gong, que permite su adaptación a diferentes posiciones: de pie, sentados o acostados. Esta práctica, adecuada para todas las edades, no requiere experiencia previa, siempre que se pueda seguir instrucciones y la secuencia propuesta.
Importancia de la respiración
La respiración desempeña un papel central en el Qi Gong. La Dra. Vargas guía a los practicantes a través de técnicas como la respiración abdominal, destacando su importancia en prácticas meditativas, yoga y mindfulness. «Es especialmente valiosa en momentos de ansiedad o dolor en las articulaciones», subraya.
Al declarar intenciones positivas durante la respiración, dirigimos la energía a áreas específicas, liberando el dolor. «En cada inhalación, permitimos que la energía fluya, y en cada exhalación, dirigimos esa energía a donde más se necesita», explica la Dra. Vargas. La sensación de calor o cosquilleo indica un flujo positivo de energía.
El Qi Gong no solo ofrece una variedad de movimientos con propósitos únicos, sino que también destaca la importancia de la actitud hacia la práctica. Creer en la capacidad de sanar o mejorar los síntomas es fundamental. La Dra. Vargas enfatiza que el Qi Gong no reemplaza el tratamiento médico, sino que actúa como un valioso complemento.
“Este proceso no solo beneficia la función pulmonar, sino que también trabaja en fortalecer el sistema inmunológico y el sistema linfático”. Al hacerlo, “comenzamos a reducir la inflamación en nuestras articulaciones y huesos”, lo cual es esencial, especialmente en el caso de condiciones como la artritis reumatoide.
«Hay una gran variedad de movimientos en el Qi gong, cada uno con su propósito único. Sin embargo, lo crucial es la actitud que adoptamos hacia esta práctica. Creer en nuestra capacidad para sanar o mejorar los síntomas es fundamental. El Qi gong no reemplaza el tratamiento médico, sino que actúa como un valioso complemento», finalizó la psicóloga.
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